Para responder a esta interrogante  se toma como fuente la investigación  de Género y Cultura Política (2013) de la autoría de la Dra. Rosario Espinal.  De los hallazgos se han extraído las claves a las que deben prestar atención las candidaturas femeninas.

  1. Focalizar la estrategia de campaña más en las mujeres que en los hombres. Según el estudio de Género y Cultura Política de la Rep. Dominicana, para el 50.8% de las mujeres,  los hombres  son mejores líderes políticos que las mujeres.  Eso significa que para un 49.2% de las mujeres, las féminas son mejores líderes (Tabla 38, p. 60). Si lo sumamos al 34.8% de los hombres que consideran a  las mujeres mejores líderes que los hombres, estamos hablando de una gran oportunidad para focalizar el diseño de estrategia  en la campaña electoral.
  2. Segmentar el electorado de las mujeres que no son amas de casa. Observando la Tabla 46 (p.66) desde otro ángulo, se puede colegir que el 69.8% cree que las mujeres son mejores líderes que los hombres. Un 74% cree que la política es también cosa de mujeres.  Hay un cambio de percepción que ha ido en aumento desde los primeros estudios, como lo señala el informe de la investigación.
  3. Prestar especial atención a la mujer universitaria. Según dicho estudio,  el menor nivel de machismo político se registra entre las mujeres universitarias. Es decir, a mayor nivel educacional,  mayor reducción del machismo político(Tabla 40, p. 61). Esto quiere decir, que se va ganando terreno en materia de igualdad de género. El desafío inmediato es trabajar con las estudiantes  de universitarias públicas y privadas, especialmente, en edades  de 18-30 años.
  4. Mostrar carácter fuerte para enfrentar   la solución de los problemas. 

Los estudios sobre cultura política, desde la Demos de 1994 hasta el Barómetro de las Américas,  han subrayado  el peso enorme que tiene la percepción entre los dominicanos de que necesitamos un gobierno de mano dura. Aunque no se explicita qué significa mano dura, a juicios de los analistas se refiere a la urgencia de un gobierno de corte dictatorial.  La Tabla 13 (p.29) muestra que el 63.10%  de las mujeres lo prefieren y el 60.1% de los hombres. En lugar de preocuparse, las candidaturas femeninas deben mostrar su fortaleza en el carácter  de mujer, no como hombre, sino con gallardía y olfato estratégico para enfrentar los problemas agudos como la delincuencia, el abuso infantil…

  1. Construir una imagen comunicativa   positiva y sin rencores, más participativa y menos excluyente.

De la Tabla anterior, salvando el margen de error,  podríamos afirmar que un 40%  cree que se resuelven los problemas con la participación de todos. Una candidatura femenina que muestre una práctica participativa estaría en ventaja frente a los demás que suelen proyectar una imagen excluyente y personalista.

  1. Sacarle provecho  de forma estratégica al problema de la corrupción.

La mayoría de los hombres y de las mujeres consideran que los hombres políticos dominicanos son más corruptos que las mujeres (Tabla 39, p. 60): 62.4% de las mujeres y 67.1% de los hombres así lo creen. Esa ventaja puede ser aprovechada por dos razones:  i. los escándalos de corrupción de los hombres políticos son más que mujeres y ii., las  candidaturas de mujeres son menos que la de los hombres; por consiguiente hay menos percepciones negativas acumuladas en la memoria colectiva. Pero tiene que ser de forma estratégica siempre y  cuando   la candidata  no esté involucrada  o que la puedan involucrar en escándalo de corrupción.

  1. Ampliar la ventaja en el  manejo eficiente de la economía.

Se dice en el argot popular,  que la mujer maneja mejor la economía del hogar que el hombre, que suele malgastar el dinero. Según la encuesta citada, para el 44.5%,  la mujer manejaría mejor la economía que los hombres. Sólo un 16.3% de las mujeres cree que los hombres la manejarían mejor y un 36.3% de los hombres (Tabla 39, p.60). Esta ventaja puede ser aprovecha para potenciar el liderazgo femenino efectivo tanto en las mujeres como en los hombres.

  1. Potenciar la confianza  del voto femenino frente a los hombres.

De acuerdo a  la encuesta, el 48.9% de las mujeres se muestran más confiadas en  elegir a candidaturas del mismo sexo frente a un 19.9% que le da lo mismo   que sea hombre o mujer. Al 31.8% de los hombres le inspira más confianza la mujer. Tome en consideración el porcentaje de población femenina votante para las elecciones del 2016.

  1. Capitalizar los movimientos de mujeres.  Una de los desafíos que concluye la autora del estudio es que el movimiento de mujeres debe capitalizar la alta participación política a favor de las mujeres… Visto del posicionamiento electoral de una candidatura femenina,  es un gran momento para que sintonicen   con esas fuerzas vivas  femeninas que buscan representatividad en una élite política partidaria que restringe su participación. Para ello, tiene que sentarse con ellas a escucharla y construir desde ella esa gran causa.
  2. Sacarle provecho a los cambios favorables hacia la igualdad de género. Para lograrlo, las   mujeres candidatas no deben  dejarse absorber por los partidos que representan, menos sumisión y más energías transformadoras para canalizar e impulsar las reformas pendientes.

Quiero concluir  parte exhortando a las mujeres candidatas a cargos electivos  y aquellas que no se anima a superar el síndrome del sexo débil,  a hacerse más visibles, pero de forma diferente. Se trata de construir  una buena propuesta con un enfoque estratégico que conecte con la ciudadanía, especialmente, las mujeres, que esperan cambios. Estar dispuesta -como dijo en una ocasión, una mujer de coraje- la  Ministra de Alemania, Angela Merkel, a tener la voluntad de aprender nuevas habilidades para encarar con éxito el mundo de la política.