Reproducción de las palabras pronunciadas en representación de Participación Ciudadana en reconocimiento póstumo a Isis Duarte, el lunes 23 de mayo pasado en el Museo de la Rectoría de la UASD 

A Isis Duarte la sociedad dominicana la reconoce y la distingue como la profesional, como la académica, como la gran investigadora y autora de diversos aportes al pensamiento científico dominicano en al área de las ciencias sociales.

Su permanente lucha a favor de los intereses más sanos de la sociedad dominicana, su incesante búsqueda de una sociedad más justa, más solidaria, más transparente, son también bastantes conocidos, aunque pocas veces suficientemente resaltados.

Nosotros hoy venimos a intentar destacar sus virtudes ciudadanas, sus aportes a la lucha contra la corrupción, contra el fraude en todas sus manifestaciones, su esfuerzo por la construcción de ciudadanía, en un país que no parece encontrar el fin del largo camino de transición hacia una democracia creíble.

Yo, por mi parte, en nombre de Participación Ciudadana, me concentraré en aquel tramo del camino que nos tocó transitar juntos, aproximadamente desde 1990.

Por ese tiempo, un grupo de personas comenzamos a reunirnos con la idea de promover un movimiento ciudadano independiente de los partidos, para impulsar las transformaciones políticas, institucionales, sociales y económicas por tanto tiempo anheladas en el país.  Las reuniones solíamos hacerlas en la oficina del Dr. Antonio Isa Conde, en la zona industrial de Herrera. El primer nombre que escogimos para ese intento fue el de Consenso Siglo XXI, el cual constituyó evidentemente el germen de lo que posteriormente sería Participación Ciudadana.

En eso estábamos cuando nos sorprendió la oscura noche  del 16 de mayo de ese año y sus turbios resultados, algo que asqueaba a Isis Duarte. Los reclamos ciudadanos para que fuera esclarecido fueron intensos, y en ese contexto Isis fue escogida como parte de una comisión llamada a revisar las actas y el proceso de escrutinio, sólo para encontrarse con un inmenso caos, en el cual cabían todas las posibilidades, justamente el ambiente apropiado para que pudiera proclamarse ganador a quien estaba previsto de antemano que se proclamaría.

El resultado final de ese proceso electoral dejó en estado de shock a una gran parte de la sociedad dominicana, que no concebía que el país siguiera trillando ese camino en el que nos habían colocado. De lo único que estábamos seguros era de que si quería evitarse que eso se siguiera repitiendo había que hacer un esfuerzo por impulsar una sociedad civil más activa.

En 1993, un grupo ya más amplio dejamos constituido el movimiento cívico Participación Ciudadana, a cuyo nacimiento e historia está indisolublemente vinculado el nombre de Isis Duarte. Pero su nivel de desarrollo y consolidación no fue suficiente para evitar que en las elecciones del 1994 nos sorprendiera nuevamente una situación aún más escandalosa, cuando se votó con un padrón electoral claramente falsificado.

Ya eso era demasiado, e Isis Duarte fue la primera en nuestro movimiento en plantear que debíamos organizar una red ciudadana de observación electoral, con miras al siguiente proceso que se avecinaba, pues recuerden que la opción institucional adoptada fue convocar a nuevas elecciones y, mientras tanto, darle al Dr. Balaguer dos años más .

Comenzamos a trabajar rápidamente en el esfuerzo, motorizado por la misma Isis, procurando encontrar apoyo financiero y asistencia técnica internacional en algo de lo cual en la República Dominicana no había ni la más mínima experiencia. No fue difícil conseguir ayuda, porque la historia electoral dominicana era una vergüenza ante el mundo civilizado.

Para coordinar el trabajo técnico de ese proyecto, Participación Ciudadana recurrió a la Dra. Carmen Amelia Cedeño. Del entorno cercano al Dr. Balaguer, acostumbrados a organizar torneos electorales con resultados predeterminados, se inició de inmediato una campaña por destruir a Participación Ciudadana, o al menos, para abortar la observación ciudadana de las elecciones.

Cuando vimos que no se trataba de un juego de niños, que el bombardeo era incesante, entendimos que en adición al trabajo técnico esa red debía tener una dirección política. Es así cuando decidimos designar a una persona del propio Consejo Nacional de Participación Ciudadana para que lo dirigiera, y nadie mejor que Isis Duarte.

Eran tiempos difíciles. La campaña era intensa contra el más serio intento ciudadano conocido en el país por la transparencia. El esfuerzo de observación electoral era atacado con artillería pesada.

El entorno del Dr. Balaguer no llegó a utilizar los fusiles del Gral. Pérez y Pérez como hubiera sido en otros tiempos, pero sí utilizó intensamente sus dos cañones de mayor impacto destructivo: los espacios en periódicos y programas de televisión del Dr. Marino Vinicio Castillo y los sermones del Cardenal López Rodríguez

Pero Isis Duarte se mantuvo impertérrita, y con ella, millares de ciudadanos que estaban dispuestos a derrotar para siempre la historia de fraudes electorales en la República Dominicana. Esa experiencia dominicana pasó a la historia como uno de los aportes más exitosos de movilización ciudadana por la transparencia electoral, que ha servido de modelo a varios otros países de América Latina y otras latitudes.

La sociedad dominicana estará permanentemente en deuda con el nombre de Isis Duarte. Por esa, y por mil otras razones que lo justifican, hoy queremos rendir a Isis su muy merecido homenaje

Muchas gracias