Desde finales del año 2014 el mundo ha venido reajustando sus mercados, principalmente Estados Unidos que parece estar pasando la resaca que dejó la crisis financiera del 2008, y todo apunta a que estamos entrando a un nuevo ciclo económico. Este traerá nuevas oportunidades a países en desarrollo como República Dominicana.
Pero, primero hay que saber que el ciclo anterior, se inició en el momento en que Estados Unidos recurrió a dos medidas bastante cuestionadas para tratar de estimular al mercado:
- El Quantiative Easing (QE) que no es más que una política de inyección de capital por medio de la recompra de bonos del Tesoro de Estados Unidos.
- Bajas en las tasas de interés, con la intención de incentivar los créditos interbancarios, así como aumentar créditos al consumo y desincentivar el ahorro.
Es importante entender que estos estímulos definieron el comportamiento económico de los últimos años, movilizando grandes cantidades de capital para buscar mejores rendimientos en países en desarrollo, lo que conllevó a un aumento del consumo de estos países y a la estabilidad del sistema financiero global.
A pesar del estímulo generado en Estados Unidos y Europa, el consumo aumentó en una proporción más considerable en los países en desarrollo y no en sus consumidores internos. Si bien existe mucha liquidez disponible en el mercado, el ciclo parece haberse estancado en los bancos de inversión que ahora se presentan más capitalizados que nunca, con inversiones de capital en países emergentes.
Pero ese desarrollo parece ser parte ya de la historia, en estos momentos nos encontramos en un contexto donde el QE fue eliminado en octubre de 2014 y los datos económicos de Estados Unidos están mostrando cierta estabilidad. Es por esto que parecen existir las condiciones para que la Reserva Federal (FED) aumente las tasas de interés para préstamos bancarios overnight, que han permanecido cerca al 0% como muestra el gráfico. Las próximas fechas de revisión de las tasas serán el 16 de diciembre de 2015 y 16 de marzo de 2016.
Es relevante destacar como este año la situación ha cambiado para Latinoamérica. Grandes capitales que fueron invertidos han retornado a sus países, depreciando las monedas locales y aunado a la caída de los precios de las materias primas, originada por la desaceleración del gran consumidor como es China, hacen ver un futuro complicado para estos mercados y de oportunidades para otros.
República Dominicana parece ser uno de los países con miras de oportunidades, debido a que de las materias primas que se han comportado con mayor inestabilidad, solo explotan de manera predominante el oro y la plata. Las compras de hidrocarburos por la fuerte reducción han generado cierto ahorro, aunque este ha sido de igual forma gastado, debido a una política de liquidez impulsada por el Estado.
Es por esto, que la fuerte política de gasto público que maneja el Estado dominicano no parece ser inadecuada por el momento, pero es importante que se aplique en hacer al país capaz de producir productos sofisticados, incentivando inversiones para tratar la materia prima y convertirla en valor agregado.
El nuevo ciclo económico traerá un primer desafío a corto plazo con el muy posible aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, pero antes de reaccionar ante esta situación debemos observar el grado y ritmo en que se vayan a desarrollar los aumentos. Las empresas nacionales deberán tener en cuenta que esta medida aumentará las tasas tanto de deuda pública como las de retornos esperadas para invertir en países en desarrollo.