Hoy celebramos el 176 aniversario de la independencia nacional. Cumpliendo un rigor constitucional, el presidente Danilo Medina, comparecerá ante la Asamblea Nacional para rendir cuentas de su gestión el año anterior. Será la octava y última vez que el presidente Medina encabece y hable ante ese escenario. El 17 de mayo, los dominicanos iremos a las urnas para designar su sustituto, debido a que la Carta Magna limita el ejercicio presidencial a dos periodos consecutivos, a pesar de lo cual uno de los candidatos, Leonel Fernández, la ha ejercido en tres ocasiones. Si Fernández llegara a ganar las elecciones, lo que parece improbable, podría optar por otra reelección para un quinto mandato.
La celebración del nuevo aniversario de la fiesta nacional encuentra al país sacudido por la abrupta interrupción de la primera fase del proceso electoral el 16 de este mes, en la que iban a ser escogidas 3,489 autoridades municipales en todo el país, entre alrededor de 20,000 candidatos. Los comicios fueron movidos para el domingo 15 de marzo, y 39 días después las autoridades elegidas deberán tomar posesión de sus cargos.
Del éxito de las elecciones de marzo, dependerá sin duda la suerte de las presidenciales y congresuales del 17 de mayo. Si todo sale bien y la sensatez y el amor a la patria se imponen a las apetencias partidarias, la nación dominicana superará nuevamente otras de las adversidades que la historia o el destino han puesto en su camino. Estamos pues en una hora crucial de nuestra vida republicana. La paz y el sosiego nacional, la estabilidad económica y el futuro de la nación dependen ahora, como pocas otras veces en nuestra historia, de la voluntad y el coraje que necesitamos para superar nuestras diferencias. Es la hora de las grandes decisiones. La hora de hacernos grandes o de abrazar la incertidumbre.