Cleptocracia, esun gobierno“del dominio de ladrones” (Wikipedia).Es la definición resumida de este nuevo término, aplicado regularmente para identificar un gobierno corrupto. Cuando se dice, un gobierno, nos estamos refiriendo a los tres poderes del Estado y sus principales instituciones.
Una definición más extendida que se da en Wikipedia es, “el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción…” Entre las principales modalidades de corrupción que se identifican en un gobierno de este tipo, tenemos el peculado, el nepotismo y el clientelismo.
Para que aplique el concepto de la Cleptocracia, hay que aceptar que todas las instituciones del Estado estén contaminadas por la corrupción y que en su conjunto, comenzando por sus tres poderes principales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, funcionen como una horda de ladrones organizados para el dolo protegiendo el delito y su impunidad.
El gobierno actual de la República Dominicana, se comporta como una Cleptocracia, sin embargo, en nuestro caso, sería injusto generalizarcon todos los componentes del Estado. Hay muchos funcionarios, legisladores y jueces corruptos, pero también hay otrosmuy dignos que no se han contaminado con la podredumbre predominante.
El problema es precisamente eso, el predominio de lo perverso. Preocupa, que los peoreslogran imponerse sobre las pocas excepciones y en definitiva, las instituciones y el Estado mismo ofrecen una resultante negativa. Esto se refuerza con la impunidad en los hechos que se descubren, ya que los responsables ni siquiera son investigados, y menos, llevados a los tribunales.
El principal representante del Poder Ejecutivo, demuestra complicidad cuando parece estimular a los servidores públicos señalados por corrupción yen lugar de sustituirlos, les mantiene en sus posiciones, les coloca en otras más importantes y hasta se exhibe impúdicamente con ellos en el momento en que se les acusa abiertamente con pruebas irrefutables. El Presidente de la República no toma ninguna iniciativa para sancionar al funcionario maleado y ni siquiera para que la justicia le interpele a través del Ministerio Público. Fue muy sintomático que un importante Ministro se constituyera en el abogado defensor de un banquero que fue llevado a los tribunales por un fraude por más de RD$55 mil millones.
En cuanto el Poder Legislativo, se ve constituido en un refugio para algunos delincuentes. Personajes con asuntos judiciales pendientes, invierten recursos en campañas y hacen ingentes esfuerzos por ganar una curul legislativa. Así procuran la inmunidad parlamentaria dondeson protegidos por la mayoría que oculta sus malas acciones. El legislador que admite soborno o delinque en cualquier forma, tiene una protección judicial que le garantiza impunidad. Es la misma coraza judicial con la que cuenta el Presidente de la República.
Legisladores inescrupulosos, no tienen reparos en hacer leyes, aprobar contratos o cualquier concesión onerosa que le aporte un beneficio personal aunque resulten perjudiciales al interés nacional y en las cuales se presume el soborno como única razón. Barrick Gold,el proyecto para la Isla Artificial y el de Sans Souicci, fueron entre otras, vergonzosas concesiones del patrimonio nacional a empresas privadas, a cambio de prácticamente nada. El votante y los mejores intereses nacionales se ven desprotegidos por la gente que eligió para legislar en su favor. En su lugar, estos regalan nuestro patrimonio, se otorgan salarios exorbitantes, barrilitos, exoneraciones y prebendas incalculables.El pueblo les elige para servir, pero lo hacen en su provecho y también tenemos que pagar sus derroches y caprichos sin que nada le suceda al amparo de todo el andamiaje de un Estado permisivo.
El Poder judicial, desde su misma esencia, carece de independencia. Sus jueces son designados por el Consejo Nacional de la Magistratura, una comisión que encabeza el Presidente de la República.Sus principales componentes son, elPresidente de la Suprema Corte de Justicia, del Senado, de la Cámara de Diputados y el Procurador General de la República, todos del mismo partido,el que gobierna.
De las recién creadasAltas Cortes, no se puede esperar mucho.Sus jueces también son seleccionados por este Consejo y en su reciente designación, como era de esperarse, fueron escogidos miembros destacados del partido de gobierno, quienes predominan en esos tribunales. Para un ejemplo de lo esperado, los tres primeros veredictos del Tribunal Superior Electoral (TSE), favorecen al partido de gobierno.
El nepotismo en el Estado, se manifiesta con los mismos apellidos dispersos en las Cámaras Legislativas, en el Poder Ejecutivo y en el sistema Judicial. Las nóminas de los ministerios están saturadas con los parientes cercanos de los ministros, hijos, esposas y hasta sus amantes. Múltiples casos son denunciados con frecuencia sin que nada suceda.
El clientelismo campea en el gobierno peledeísta. La dirigencia del Partido Reformista Social Cristiano se ha beneficiado con la vocación clientelar de este gobierno para conseguir apoyo electoral. Parte del liderazgo reformistaha sido seducido con posiciones en el gobierno y hasta se habla de sumas millonarias para comprar adhesiones. Todo a costa de la desintegración de esta organización política.
Sobre el dolo, la manifestación más sensible de la corrupción pública, pocos Ministerios están exentos de un gran escándalo sobre malversación de fondos públicos. Estos han sido ampliamente difundidos, luego de ser investigados por periodistas de reconocida seriedad.
Ha sido difícil que la sociedad dominicana cree conciencia clara sobre la gravedad y magnitud de la corrupción pública en los últimos 8 años. El sistema corrupto encontró la forma de neutralizar la percepción ciudadana en ese sentido. Se creó una poderosa maquinaria mediática con ese propósito. Un enjambre de medios pagados se encarga de beatificar el comportamiento de los corruptos, publicando solamente lo conveniente al gobierno y sus “Mega ministros”, no lo que interesa conocer a la ciudaníasobre las riquezas que obtienen en sus ministerios.Este contubernio es lo que permite que muchos periodistas compartan la categoría de millonarios con los funcionarios corruptos.
Esta estructura mediática del gobierno entra en funcionamiento cada vez que hay una acusación grave contra algún funcionario público.El propósito es insensibilizar a la gente ante el Nepotismo, el clientelismo y prevaricación, para que aparezcan como hechos “normales”. No importa la gravedad ni las pruebas que se aporten,“la honorabilidad” de los responsables es defendida por medios comprometidos con el gobierno.
La indiferencia para motorizar los mecanismos judiciales hace pensar que desde el Estado, existen serios vínculos con algunos sectores del crimen organizado y que muchos servidores públicos están comprometidos en hechos dolosos, sin embargo, el buen manejo que el gobierno hace de los medios de comunicación, le ha permitido evadir las consecuencias legales y políticas de un gobierno sobre el cual,se ha establecido que ha malversado alrededor de 600 mil millones de pesos y que, por su nivel de corrupción fue calificado en el número 140 entre 142 países.
Las excepciones en el gobierno, no tienen fuerza para imponerse, son vistas con desprecio ya veces obligadas a renunciar.Impera la fuerza de la mayoría corrupta en un gobierno permisivo.
Si lo que tenemos actualmente en la República Dominicana no es una Cleptocracia en el mejor sentido de la palabra, es algo muy cercano. Con las principales instituciones maleadas por la corrupción y con las autoridades responsables de enfrentarla, indiferentes o incapaces de hacerle frente, el delito siempre queda impune. Los tres poderes del Estado, son cómplices, indiferentes o inefectivos para enfrentar el delito cometido por los servidores públicos. No hay otra forma de llamarlo, si aun no la tenemos, estamos en el umbral de una CLEPTOCRACIA en la República Dominicana. Continuar con un gobierno del PLD, es seguir en ese camino.