Para muchos individuos, los placeres que se derivan de la investigación son casi tan deseados como los del sexo, el dinero y el poder. Esa actividad se valora mejor cuando sus hallazgos se traducen en innovación y, eventualmente, en desarrollo económico y social. En la Era del Conocimiento, bautizada así al este convertirse en un factor de producción, los hallazgos científicos y las nuevas tecnologías emergen a una velocidad vertiginosa. Pero lo conocido y vivido hasta ahora palidece frente a los avances en gestación, los cuales transformaran radicalmente nuestras vidas.

Ya transitamos por la Cuarta Revolución Industrial Derivada, un periodo de enormes saltos en la productividad que resultan de la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas. “Esta revolución se caracteriza por la aparición de tecnologías disruptivas en áreas tan diversas como la bioingeniería, las nanotecnologías, la robótica, la nano robótica, las nuevas tecnologías financieras, la desintermediación, las energías renovables, la impresión 3D, el avance en las ciencias cognitivas o la inteligencia artificial.” Se registran avances espectaculares en las áreas de la conectividad, la inteligencia artificial, la computación cuántica, los nuevos materiales, la fusión, la física de partículas y la teletransportación. Con la ayuda de fuentes de internet, algunos de estos últimos avances se reseñan a continuación.

La tecnología de impresión 3D es uno de los desarrollos más prometedores. Por ella se entiende la fabricación por manufactura aditiva de una gama de objetos tridimensionales mediante una sucesiva superposición de capas de algún material. El objeto se diseña en un computador y un programa especial gobierna la aplicación del material capa por capa. Entre los más impresionantes resultados figuran los órganos, huesos y tejidos del ser humano, haciendo innecesario la existencia de donantes para los trasplantes y con efectos tales que se disminuye el rechazo. Pero ya se incursiona en la impresión de la comida, piezas de chocolate y pastillas de medicamentos. También son múltiples las aplicaciones en los campos de la educación, el arte y la moda.

Por la combinación de diversas disciplinas y áreas del conocimiento, la robótica es otro desarrollo que esta transformando muchos procesos de producción. Se define como “una técnica que se utiliza en el diseño y la construcción de robots y aparatos que realizan operaciones o trabajos, generalmente en instalaciones industriales y en sustitución de la mano de obra humana.”  Los robots resultantes generalmente se clasifican en 1) manipuladores, 2) de aprendizaje, y 3) de control sensorizado. Los más conocidos son los robots industriales, especialmente los que se usan para la fabricación de vehículos. Pero ya son muchos los robots que, en la industria de la hospitalidad, por ejemplo, ofrecen servicios personalizados (maleteros, recepcionistas, ascensoristas, camareros, etc.). Otro deslumbrante ejemplo ha sido la creación de Sofia, un robot humanoide que es capaz de interactuar con los humanos.

El 5G es una red móvil de quinta generación que mejorara la conectividad y “multiplicará la capacidad de las autopistas de la información”, cambiando la manera de comunicarnos. Al reducir considerablemente el tiempo de latencia (o tiempo de respuesta del interlocutor electrónico) “posibilitará que objetos cotidianos, desde la nevera hasta los automóviles, puedan conectarse (con nosotros y entre sí) en tiempo real. Su despliegue supone una auténtica revolución tecnológica que permitirá, por ejemplo, realizar intervenciones quirúrgicas teleasistidas, desplegar nuevas flotas de vehículos autónomos y coordinar los trabajos agrícolas a través de sensores instalados en distintos puntos de un campo de cultivo.” “Gracias al advenimiento del 'internet de las cosas', parte del mobiliario urbano de las grandes ciudades quedará permanentemente conectado entre sí.”

“La inteligencia artificial (IA) es el campo científico de la informática que se centra en la creación de programas y mecanismos que pueden mostrar comportamientos considerados inteligentes” o “que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”, la imaginación, el reconocimiento y la creatividad. Los sistemas creados pueden aprender de la experiencia, averiguar cómo resolver problemas ante unas condiciones dadas, contrastar información y llevar a cabo tareas lógicas.” Se afirma que las máquinas creadas con IA serán capaces de imitar o superar las capacidades mentales de los seres humanos. Son ya muchas las aplicaciones de la IA: entre las mejor conocidas están los asistentes virtuales (IBM Watson, Alexa), los diseños de ciudades inteligentes, los chatbots (servicios de atención al cliente), drones (para vigilancia y control), Big Data (posibilitará el mejor servicio usando los datos), prevención de la corrupción (mediante la trazabilidad de las actuaciones electrónicas y la seguridad de su gestión), el blockchain (que permite un modelo de administración hiperconectada). Las aplicaciones mas asombrosas ya se constatan en los robots que asemejan a los humanos.

El internet de las cosas se refiere a una interconexión digital de objetos cotidianos con internet.​ Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.” “Se calcula que todo ser humano está rodeado, al menos, por un total de aproximadamente 1000 a 5000 objetos. ​ Por un lado, según la empresa Gartner, en 2020​ habrá en el mundo aproximadamente 26 mil millones de dispositivos con un sistema de conexión al internet de las cosas. ​ Abi Research, por otro lado, afirma que para el mismo año existirán 30 mil millones de dispositivos inalámbricos conectados a internet.”  “Constituye un cambio radical en la calidad de vida de las personas en la sociedad, ofrece una gran cantidad de nuevas oportunidades de acceso a datos, servicios específicos en la educación, seguridad, asistencia sanitaria y en el transporte, entre otros campos.” “Por ejemplo, si los libros, termostatos, refrigeradores, la paquetería, lámparas, botiquines, partes automotrices, entre otros, estuvieran conectados a internet y equipados con dispositivos de identificación, no existirían, en teoría, artículos fuera de stock o medicinas caducas; sabríamos exactamente la ubicación, cómo se consumen en el mundo; el extravío pasaría a ser cosa del pasado, y sabríamos qué está encendido y qué está apagado en todo momento.”

La computación cuántica, al funcionar con cubits de programación en vez de los bits binarios de los computadores actuales, se refiere a la inteligencia y la potencia que será posible lograr con computadores que realizaran operaciones a velocidades enormes. Se espera que esa tecnología lo cambiará todo. En el laboratorio respectivo de Google se ha logrado que esta tecnología “realice en 3 minutos y 20 segundos una operación para calcular números aleatorios que al ordenador más potente del mundo le llevaría miles de años.” Aunque todavía su aplicación no ha comenzado de manera importante, “los ordenadores cuánticos podrían simular nuevas moléculas para la industria farmacéutica que nos ayudaran, por ejemplo, a lograr fármacos en tiempo récord para una pandemia mundial como la de la covid-19. También pueden mejorar nuestro conocimiento sobre cómo se originó el universo, descubrir nuevos materiales, mejorar las baterías de los coches eléctricos, lograr un uso más eficiente de la energía. Y, aunque no parezca demasiado sexy, otro ejemplo relevante es mejorar la fijación de nitrógeno para producir fertilizantes, que genera más del 2% de las emisiones de CO2 del mundo.”

En la siguiente entrega reseñaremos el grafeno, la energía de fusión, la física de partículas (CERN), la teletransportación y algunos prometedores avances en el espacio.