Llegó enero 31, último día del primer mes del año 2015 y quiero escribir para colaborar en el seguimiento a los propósitos de inicio de año.

Con frecuencia nos establecemos metas a inicio de año, las pensamos, escribimos y a mediado de mes ya las hemos abandonado por el desaliento que provoca no haber podido cumplirlas.

Así somos los humanos de exigentes con nosotros mismos, talvez a los hijos e hijas, amistades y familiares les damos oportunidades que no nos damos a nosotros mismos, nos cuesta mucho “chancearnos”, mirarnos con ojos compasivos y darnos la oportunidad de comenzar de nuevo, nos castigamos diciendo improperios contra la persona que somos.

El crecimiento se trata de aprender a reconocer nuestra humanidad, aceptarla y darnos la nueva oportunidad para iniciar. Así se desarrolla la auto estima en la adultez, haciendo propósitos de cambio, aceptando la debilidad y volviéndolo a intentar. En ese proceso descubrimos la fuerza para caer y levantarnos, que es la mayor fortaleza que podemos desarrollar.

Nos solemos proponer muchas cosas a inicio de año, la propuesta es que sean  sólo algunas para no boicotearnos a nosotros mismos por la cantidad de esfuerzo que implica.
Los propósitos más comunes o que la gente más comparte son los materiales, un nuevo carro, casa, empleo, remodelación, estudios, oficio, entre otros.

Pero me atrevería a decir que estos no son los más importantes, ya que sin los propósitos emocionales el camino para llegar a estos se hace más largo y difícil.

Quiero compartir algunos propósitos con los que mis pacientes me sorprenden en el consultorio: hay personas que se proponen quitarle un poco de drama a sus relaciones, ingerir menos alcohol,  romper el hielo con alguien con quien se ha tenido un disgusto, ser menos reactivo, orar en las mañanas o meditar en las tardes, comenzar a saludar a alguien a quien le había retirado el saludo, visitar con más frecuencia al padre o madre ya envejecientes, callar cuando no es necesario hablar, integrar cada día una nueva palabra al vocabulario, no tomar las situaciones de manera personal, leer cinco páginas de un libro cada día,  ir  a la playa o hacer con más frecuencia lo que disfruta , llamar cada mes a la tía cariñosa que reclama cercanía, conducir un poco más despacio, escuchar el silencio, observar  la propia conducta, convocar juntaderas con gente querida, masticar más despacio, hacer un día a la semana de frutas y vegetales para desintoxicarse; la creativa lista de propósitos que tienen impacto en el mundo emocional es interminable, ¡me encantan mis pacientes!

Lo que trabajo con ellos es el aspecto que la mayoría de las personas pasan de largo que son los plazos y el seguimiento. Nuestro mes de enero es irregular e intenso por los días de fiesta, de manera que de acuerdo al propósito que sea, podría ser más fácil o más difícil disciplinarse para continuar. De lo que se trata es de reconocer esto e iniciar cada vez que no logre el objetivo.

Es por esto que he tomado el último día de enero para darle seguimiento, es el plazo más largo de inicio, los anteriores han de haber sido cumplidos en una semana, en dos y en tres.

Haber estado luchando durante el primer mes se convierte en la meta, aunque no lo crean, el aprendizaje y la información que recibimos de nosotros y nuestros procesos es lo más importante en este momento:

¿Qué se me hace más difícil? ¿Ante quién? ¿A qué hora?, ¿Por cuántos días?, ya con esta información  estamos listas y listos para iniciar un febrero más estable, con mayor conocimiento de nosotros mismos y con una mayor disciplina. Será un febrero productivo, alentador y con un desarrollo de la voluntad que nos permitirá establecer las bases para una revisión trimestral de estas metas que a principio del año nos establecimos.

Recuerde que no se trata de castigarnos ni de consentirnos,  sino de probar esa capacidad de aprendizaje que tenemos los seres humanos para cada día del año ser mejores personas, en una actitud de alegría y comprensión hacia nosotros mismos lo cual nos cambiará la visión que tenemos de las otras, los  otros y del mundo

¡Feliz primera semana de febrero!                                                                         solangealvarado@yahoo.com

@solangealvara2