CUANDO LOS QUE MANDAN PIERDEN LA VERGÜENZA LOS QUE OBEDECEN PIERDEN EL RESPETO

Una historia se convierte en pasos, Cuando la República es un mundo de voces reclamantes y replicantes. La tierra de hoy es otra tierra y el espíritu de la razón pide  la verdadera razón. Los pasos de la democracia necesitan de cuerpos y caminos. La gobernabilidad sin democracia es la ilusión creada por el actual gobierno. El fundamento de una verdadera transformación social y política ha sido borrado por la mentira política y solo una voluntad decidida estará en capacidad de asumir el "Juramento Fundador" de la Republica.

El presente político es incierto y las fuerzas potenciales y presenciales necesitan un cauce, un brote, un cuerpo en libertad y una visión  fundador de nuestra libertad. La bio-política del Estado dominicano actual amenaza el presente socio-político.

El actual gobierno lo ha corrompido todo, lo ha envenenado todo, lo ha secuestrado todo. Desde hace ocho años el país se arrastra como un virtual reptil bajo la dictadura de un partido único y de un presidente único, bajo el peso de una burocracia dictatorial de impuestos acogotan tés y enajenantes. No hay equilibrio posible en un reinado político imposible de soportar. Las proclamas que se escuchan en contra de la gobernabilidad  y el gobierno actual, conforman hoy las voces necesarias  y posibles de un movimiento vertical en contra de esta dictadura con apariencia de democracia, donde el actual presidente de la República prepara todos los días su permanencia en la función gubernamental y ejecutiva, borrando los derechos políticos y ciudadanos, vulnerados, violados en su forma y  esencia. Lo que recorre y recorre la espada de la razón, es la espada misma de la historia, la memoria y los hechos restauradores de la verdadera República
Dominicana de nuestros días .Hay que mirar sobre los principios del Estado fundador. Hay que mirar la  fuerza de los trinitarios, la voz del cuerpo de Luperón restaurador de la República Dominicana en movimiento. Un movimiento natural de la sociedad y la historia se está gestando como fuego y razón, como espíritu y verdadera evolución del ser dominicano, como vida y liberación de toda opresión y como gesto de toda visión restauradora.

Nuestra espada libertadora es una voz, una causa y una fuerza de justicia y libertad. No hay caminos sin caminos, no hay pueblos. Sin pueblo. La sociedad actual pierde su libertad, porque los últimos dos gobiernos son un solo estado dictatorial y un  mundo  de  injusticias, de imposibilidad  democrática y terrorismo de la pobreza, corrupción, e inequidad.

Cada día se viola el derecho, se violan los derechos constitucionales, bajo una apariencia de estado derecho, cada día el crimen de estado y de poder quiere suprimir al sujeto de la historia y al cuerpo de libertad del pueblo dominicano.

Cada día una violación a sus derechos hace de nuestro país  un escombro de inequidad y, de su dignidad, un punto distante. La espada  restauradora de nuestro derecho inalienable tiene espíritu recuperador de un nuevo orden social, una nueva meta fijada en la restauración de la dignidad perdida. Como en Puerto Plata, Santiago, la Vega, San Juan, Monte Cristi, Capotillo y otros puntos libertarios de nuestro mapa físico y social, el fuego de la razón construye el  derecho a la justicia y la vuelta a las rutas de la causa justa y la democracia justa invaluable. Caminemos hacia una democracia sin desalojo, ni pérdida de derechos; el oído, la mirada, la palabra y las nuevas rutas de libertad. Constituye nuestra visión presente y futura.

Esperamos  a restaurar, recuperar nuestra voz social, nuestro cuerpo social, nuestra espada social.