El empleo para la mayoría de las personas en el mundo y por lo tanto para la República Dominicana,  es la principal fuente para la obtención de bienes y servicios que aseguran su existencia. Pero aún estando empleada una persona puede tener una vida muy precaria. Es por tanto muy importante asumir en las políticas públicas de promoción de empleo su vinculación con el nivel y la calidad de vida;  y asociado a lo anterior  una mejor comprensión de lo que acontece en  el mercado laboral.

De acuerdo a informaciones del Observatorio del Mercado Laboral Dominicano- OMLAD- del Ministerio de Trabajo, si bien 14 de cada 100 personas de la población económicamente activa están desempleados,  57 de cada 100  de las personas empleadas trabajan en el sector informal y  43 en el sector formal.

Para sorpresa de no pocos, los ingresos que generan los  empleos en el sector informal superan la mayoría de los del sector formal de la economía. Estudios de Banco Central publicados en su sección Página Abierta demuestran que fuera del nivel de gerentes administrativos-profesionales-intelectuales, para otras categorías como técnicos del nivel medio, empleados de oficina, trabajadores  de los servicios, operarios, artesanos, conductores y trabajadores no calificados, devengan en promedio ingresos-horas más elevados en el sector informal que en el formal y que en la mayoría de los casos trabajan menos horas. De acuerdo al estudio es esa una de las principales razones por las cuales desde el año 2000 al 2013 el sector informal ha crecido en un 50.6% aumento que se ha   reflejado principalmente en el  comercio, transporte y los servicios.

Esa diferencia en los niveles de ingresos salariales  entre el sector formal e informal se explica entre otras razones por la caída abrupta de un 36% en los salarios reales del sector formal del  2002 al 2004, período en que  la inflación acumulada ascendió a un 103%. Sumado a otros factores, el ingreso real promedio de los trabajadores dominicanos es hoy (2014)  prácticamente igual al vigente en el 1991, con todo y haber aumentado la productividad en igual período en un 82.5%,  lo que quiere decir que con el mismo tiempo de trabajo ha habido un incremento sustantivo en la producción de bienes y servicios, más no así en cuanto al salario real.

La mayoría de los empleos en la RD tanto del sector formal como el informal están entre los de más baja calidad en América Latina y el Caribe y es un gran desafío de la sociedad dominicana y en especial del Estado transformar esa realidad.