El próximo miércoles 14 de enero se reunirá el Comité Nacional de Salarios (CNS) para discutir un posible aumento del salario mínimo nacional. De entrada hay que tener presente que son varias las categorías; en la actualidad oscilan entre un mínimo mayor de RD$ 11,192.00 y un mínimo menor de RD$ 7,700.00.
En el 2013 el CNS aprobó un ajuste del salario mínimo en todas sus categorías de un 14% y en la actualidad las organizaciones sindicales aspiran a un aumento del 30%.
Hay que tener presente que históricamente en el CNS se ha llegado a acuerdos para fijar nuevos topes de salarios mínimos. Aun así junto a México somos de los países en los cuales el salario mínimo real ha disminuido. De acuerdo a estudios del Banco Central, el salario mínimo real tanto del sector público como privado del país ha disminuido entre un 8 y 44% en relación a los niveles vigentes del 1979. Por lo que procede preguntarse ¿Qué tanto sentido tiene la reunión del CNS del próximo miércoles? O atribuyéndole cierta importancia, habría que preguntarse si no es necesario un replanteo de lo que se discute y acuerda, que conduzcan a mejores decisiones sobre el salario y el empleo en la República Dominicana.
Si bien existe una gran preferencia por la Macroeconomía y los anuncios de crecimiento económico son tan pomposamente presentados, el mercado de trabajo es un tema que ha de atraer la atención de los dirigentes nacionales y de los economistas, más allá de respuestas simples y coyunturales.
En la Economía existe una amplia literatura a partir de la cual se puede entender y mejor orientar las decisiones sobre los empleos y salarios. Son tres los determinantes principales que se identifican: la capacitación, los recursos materiales y tecnológicos al servicio del trabajo y tiempo efectivamente trabajado. Ya se ha dicho, por ejemplo, que la mayoría de los salarios del sector informal son superiores a los del sector formal, aun con menos horas de trabajo.
Es bien sabido además que los inmigrantes ilegales en el país impactan hacia la baja los salarios que se ofrecen por distintos empleos en los que compiten; además que las remesas es un sustitutivo del ingreso de muchos que los disuade a la competencia por un mejor salario.
La nueva discusión sobre el salario mínimo que se inicia a partir del próximo miércoles es muy buena ocasión para hacer una detenida reflexión de su verdadera relevancia, enfocándose de manera especial en la triste realidad de quienes aún empleados viven en la extrema pobreza.