La era de la automatización está transformando el mundo del trabajo.
Vivimos en una era en la que el aprendizaje automático (ML), las plataformas digitales y los robots no solo pueden realizar una variedad de actividades rutinarias de trabajo físico de forma más rápida, mejor y más rentable que los humanos, sino también completar actividades cognitivas.
La automatización, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial están en todas partes. Los robots son capaces de reconocer voces, rostros y emociones, interpretar patrones de habla y gestos e incluso hacer contacto visual. Y la sofisticación con la que pueden aprender, sentir y actuar seguirá aumentando drásticamente, pasando de aplicaciones de fabricación estacionarias a entornos dinámicos y cotidianos.
En pleno 2020, las empresas están comenzando a utilizar robots móviles para limpiar ventanas de rascacielos, robots voladores para inspeccionar líneas eléctricas y robots con ruedas para entregar paquetes. Los médicos están utilizando robots para mejorar los procedimientos quirúrgicos (y, a veces, incluso les permiten hacerse cargo por completo), entregárselos), los dueños de restaurantes los utilizan para atender a sus invitados y los consumidores les permiten pasar la aspiradora.
La creciente democratización de la robótica en todos los sectores impulsará la innovación y reducirá los costos. Esto, a su vez, impulsará un ritmo más rápido de adopción robótica y ubicuidad.
Si bien la ansiedad por los automóviles sigue siendo fuerte y muchos parecen estar obsesionados con qué trabajos dejará obsoletos la automatización, la comprensión está creciendo que las máquinas se están convirtiendo en un compañero de trabajo artificial para realizar tareas de orden inferior, liberando a las personas para que se concentren en tareas de orden superior que requieren creatividad, empatía y juicio.
Google, por ejemplo, ahora usa IA combinada con humanos para identificar y eliminar contenido controvertido en YouTube, reduciendo drásticamente la exposición a contenido ofensivo. Los robots de seguridad se asocian con los humanos para patrullar las fronteras, cambiando al control humano cuando se detecta un sospechoso. Por otra parte, Amazon emplea a mas de 45.000 robots y aún continúa reclutando personas.
Durante los próximos diez a 15 años, la adopción de tecnologías de automatización e inteligencia artificial traerá numerosos beneficios en forma de mayor productividad, crecimiento del PIB, mejor desempeño y nueva prosperidad, pero también cambiará las habilidades requeridas de los trabajadores humanos, de acuerdo al Digital Trend Compasss de la firma Tabuga.
Según Deloitte, el 57% de organizaciones empresariales de Centroamérica y República Dominicana no tenían modalidad de teletrabajo, pero durante la pandemia, el 76% de las organizaciones refiere tener entre un 50%-100% de su fuerza laboral sumida en esta alternativa.
Mientras que en República Dominicana se está debatiendo las formas para regular el teletrabajo, no debemos quitar la mirada sobre cómo están evolucionando los modos de producción y por tanto, la relación de los individuos con las organizaciones: para este año la economía digital representará para la República Dominicana aproximadamente 4% del PIB. Existen cada día más empresas digitales en el territorio nacional que no encajan en la escala empresarial expresada en la ley 187-17.
Regular el teletrabajo sin crear las condiciones para que florezca la nueva generación de empleados avatar, es desaprovechar la oportunidad de nivelación que ha generado la pandemia en todo el mundo.
El panorama empresarial global está evolucionando hacia la conexión con ecosistemas de negocios que se sulfaten con las tareas internas de las organización, generando unidades nuevas, empleados y empresas avatar que empezarán a sustituir a los empleados remotos tradicionales. Unidades que están vigentes actualmente bajo marcos de regulación del siglo pasado.
Es momento que aprovechar este contexto global que nos brinda el leap-frog o salto exponencial más importante en décadas; así podemos conectarnos de manera óptima a los flujos globales digitales, generando oportunidades a través de nuevos medios de producción para ésta y la siguiente generación de dominicanos.