EMBUCHARSE(SE)
Resulta fácil deducir que este verbo del título tiene relación con el buche. El vocablo buche lo usan en variadas circunstancias los hablantes de español dominicano para referirse al estómago. En otras ocasiones lo emplean para aludir a la boca. Puede servir también para mentar el cuello y el esófago.
Si se avanza un poco más en el ejercicio de la deducción, puede llegarse a pensar que tiene que ver con la ingestión de algo. Hasta ese punto todo anda bien, porque en realidad la persona que “se embucha” algo no traga cosa alguna.
La persona que se embucha algo lo que en realidad hace es que guarda algo, no lo comunica, no lo da a conocer, no lo publica, no lo expresa. Esa persona convierte eso que se embucha en un conocimiento reservado, lo mantiene para sí. Quien se embucha un dato casi lo convierte en secreto, no lo divulga.
Lo interesante de este verbo es que lo que “se embucha” es algo que no se le ha comunicado en calidad de secreto. En algunas circunstancias la persona que así actúa lo hace por egoísmo.
Un ejemplo servirá para que se comprenda mejor el asunto. “Fulano supo de la fecha del concurso y se lo embuchó”. En algunas situaciones quien se embucha algo reacciona de esa manera por maldad o para derivar beneficio de ello.
En el plano material alguien se embucha algo cuando se lo queda. Por ejemplo, él recibe una propina para repartirla con sus compañeros de trabajo y no la distribuye. ¿Qué hizo? Se la embuchó.
El buche es conocido en el ámbito dominicano porque, “grano a grano se llena la gallina el buche”. En la zoología el buche es una bolsa membranosa que tienen las aves ya en el cuello, ya en el esófago, donde colocan los alimentos para prepararlos antes de la deglución hacia el estómago. Eso se trae a colación para que se aprecie el mecanismo análogo con el que opera el verbo embucharse del español dominicano.
SISTEMÁTICO
“. . .y una de las más grandes del cristianismo, muchas veces derrumbada por los SISTEMÁTICOS temblores de tierra de la región. . .”
En este mundo de la globalización se ha hecho necesario estar muy atentos con respecto de la lengua común. La primera razón para actuar de ese modo es “que no le enreden a uno la cabuya”. Estos es, que desde el punto de vista personal, el lector continúe entendiendo lo que lee. La segunda razón es para mantener el español que se lee con las características de lengua común.
En esta sección se verificará lo que “sistemático” expresa en español. Una vez hecho eso, se examinará lo que quiso comunicar el escritor con esta elección. A seguidas de eso se expondrá de donde procede este error.
Para comenzar, sistemático es que sigue o se ajusta a un sistema. Cuando se refiere a una persona es que ella procede de acuerdo con un sistema, metódica, guiada por principios, etc. Después de leídas estas breves definiciones, salta a la vista que los temblores en tanto movimientos telúricos no obedecen a un sistema; no hay tal cosa.
Lo que se ha mencionado hasta este momento es lo que la lengua tradicional ha mantenido en los diccionarios generales; ahora bien, existe una tendencia en el seno de la lengua a ensanchar el alcance de lo que sistemático significa.
El Diccionario del español actual de Seco, Andrés y Ramos asienta que sistemático también expresa ‘reiterado o constante, como si estuviera sujeto a norma’. De modo muy parecido a este lo entiende el Diccionario integral del español de Argentina (2008), ‘que se hace o sucede de un modo continuo y regular’. La primera reacción que se experimentó fue pensar que esta tendencia se observaba solo en España, pero como aparece consignado también en Argentina eso desvirtúa esa reacción.
Lo que sucede de modo reiterado conlleva la idea de que se repite aunque no sea de manera organizada o a intervalos regulares. Esa aparenta ser la noción, con el matiz de que es frecuente.
La idea de que solo se utilizaba en España vino sugerida por el hecho de que en lengua francesa, es decir, en Francia, junto a España, desde hace más de cincuenta años en el uso corriente de esa lengua utilizan la voz systématiquement con una acepción parecida a la encontrada en la cita.
En el Diccionario Petit Robert de 1968 lo consignaron como ‘de manera constante, continua’. En la edición de ese diccionario de 1993 lo recogen como ‘habitual, invariable’. En esa edición está systématique como “habitual, invariable”. (Traducciones de RG).
BALCONAJE – BALCONADA – *BALCONADURA
“. . .la belleza de los grandes ventanales precedidos de rejas labradas, de los dinteles y marcos esculpidos de las puertas, los patios con galerías y BALCONADURAS, los techos. . .”
Ocurre con frecuencia que cuando una persona escribe, entusiasmada por la belleza de lo que observa o siente, olvida otros detalles. Las voces de las lenguas se presentan pálidas para transmitir los sentimientos y, entonces esa persona le da rienda suelta a la creatividad. Como consecuencia de lo último cae en el extremo de inventar vocablos desconocidos para el común de los lectores. Al llegar allí se pierde la comunicación.
La *balconadura objeto de esta sección reviste los caracteres que se acaban de describir en el párrafo inmediatamente anterior a este. Para estudiar la voz del título, esta se dividirá en los elementos que la componen, balcón, que es palabra base conocida y el sufijo –ura.
El vocablo del título no goza de reconocimiento en el ámbito de la lengua. No figura en ninguno de los diccionarios que se consultan para documentar estos escritos. No obstante lo expresado antes, se examinará la composición para saber si se ajusta a los cánones impuestos por la tradición de la lengua española.
Un balcón es un ‘hueco abierto al exterior desde el suelo de la habitación, con barandilla por lo común saliente’. Esa es la definición que trae el diccionario de la Real Academia. La definición no es satisfactoria pues no menciona lo que generalmente caracteriza al bacón que es el piso saliente. La mejor acepción la presenta el Diccionario integral del español de la Argentina (2008), ‘plataforma protegida por una baranda, que se prolonga hacia el exterior desde el nivel del suelo de una habitación elevada’.
Con respecto de la terminación –ura, esta generalmente se coloca sobre adjetivos y, así se forman sustantivos de índole abstracta, que se refieren al estado o cualidades de la raíz del adjetivo. Ejemplos de estos son, altura, blancura, dulzura, finura, gordura, locura y, otras más que no se nombran.
Otras palabras terminadas en –ura tienen el significado del resultado de una acción, de un estado; de un proceso, o de un acto. Los sustantivos formados de este modo casi siempre son femeninos. Pueden formar adjetivos que serán masculinos o femeninos (-ura). Ejemplos de estos son, entre oros, apertura, censura, estructura, lectura, literatura.
Con todo derecho, cabe que uno se pregunte, ¿dónde cabe la balconadura? No hay sitio para este engendro de acuerdo con lo que se estila en la lengua corriente.