Constituye una aspiración histórica de los dominicanos disponer de electricidad eficaz, a precios asequibles, que permita incrementar y competir a la produccion nacional, además disminuir las grandes perdidas que originan los apagones y mejorar las condiciones de vida de la población en general. Para contrariar estos propósitos, en el sector se aplico de manera distorsionada la receta Consenso de Washington (1989), la capitalización (1998), ratificado en Acuerdo de Madrid (2001). Se estableció una multiplicidad institucional-funcional altamente desorganizada, caracterizada por altos costos operativos, ponderantes perdidas para los distribuidores, exorbitantes ganancias para los generadores, crecientes subsidios, prestaciones ineficientes de los servicios, alta facturación, en definitiva sacrificios de todo tipo para los gobiernos y la población.
Decimos que distorsionando el Consenso Washington, debido a que plantea disminuir los gastos publicos, y establece libertad de mercado, en cambio el modelo de capitalización implementado, por recomendaciones de organismos internacionales receptáculos del Consenso, es de altísimo gastos administrativos por las múltiples empresas existentes y el mercado es “cautivo” por la limitación en la oferta de capacidad de generación. El tema se complica debido a que los cobros son escasos, mas de 60 % originando un déficit financiero que siendo producido por un conjunto de causas, las administraciones de C.D.E.E.E. únicamente accionan para aumentar los cobros, marginando el necesario enfrentamiento al resto de causas como los sobre costos de generación, plantas que operan con combustibles caros, problemas en la trasmisión, distribución. , anarquía institucional, principalmente mercado “cautivo” e importante faltante en la generación eléctrica.
Este rotundo fracaso de la privatización disfrazada de capitalización demuestra que la administración privada puede ser igual o más ineficiente que la publica, cuando operan fundamentadas en monopolios, esta situación demuestra que la competencia producto de la libertad de mercado es lo que origina la eficacia de las gestiones, independientemente del sector que administre la actividad. Procesadas las causas del desastre eléctrico, el presidente Danilo Medina ha comprendido la complejidad de la problemática e intenta, de forma correcta, que se apliquen soluciones integradas con énfasis en aumentar la capacidad instalada de generación, adquiriendo el gobierno plantas de mínimo costo con el propósito de cerrar el faltante y establecer la competencia.
La iniciativa privada es contraria a esta solucion con el argumento “no es papel del Estado invertir en la generación”, pero ellos no invierten. Tambien indican “esos recursos gubernamentales deben ser utilizados para disminuir la pobreza”, como que este es un tema que interesa a los señores generadores de electricidad. Con estos planteamientos demuestran agresiva defensa de sus intereses particulares, no obstante que estos representen un gran obstáculo al crecimiento del pais, para el cual el Estado debe invertir en la construcción y mantenimiento de la infraestructura economico-social con capacidad de ser complementada por la inversión privada para aumentar sustancialmente la produccion-empleos, siendo la inversión en generación eléctrica el pilar de mayor relevancia en la búsqueda de este propósito.
Funded aclara, que la reducción de la pobreza debe estar compuesta por acciones de asistencia social, bienestar social y de educación-empleos-produccion, acompañados de reformas tendientes a mejorar la distribución de las riquezas, pero primero es necesario crear las riquezas. En este sentido, el gobierno debe Coadyuvar, con la expansion de los sectores productivos, mejorando los servicios eléctricos, para crear riquezas que establezcan fuentes sanas de financiamiento publico a la reducción de pobreza. Funded sugiere a la C.D.E.E.E. completar un plan de expansion que comprenda soluciones para todas las causas de la problemática, con financiamiento de los sectores público y privado. Funded apoya y felicita al presidente Danilo Medina por su firme disposición de “hacer lo que nunca se ha hecho” un sistema eléctrico eficaz y competitivo que se constituya en pilar del desarrollo socio-economico de la nación.