En los 60, al iniciarse aquí  la democracia,  fue un éxito de ventas “La noche quedó atrás”, autobiografía de Richard Julius Herman Krebs, escrita bajo el pseudónimo Jan Valtin, relatando su idealismo comunista, y desilusión posterior.  Franklin D. Roosevelt dijo que era: “El mejor libro que he leído sobre el siglo XX”. Este 16 de Mayo, con el triunfo opositor, la lúgubre  noche del poder hegemónico del PLD, iniciado hace un cuarto de siglo, en 1996, quedará atrás, dejando Danilo como lastre la dilapidación de más de 13,000 millones de dólares en subsidio eléctrico, perpetuando apagones y altas tarifas, maleadas con pérdidas eléctricas de 38% en EDEESTE.

El Gobierno americano, preocupado, donó a través de la entidad “U.S. Trade and Development Agency” (USTDA) US$1,209,336 para  un Estudio de Factibilidad orientado a  instalar en Manzanillo una terminal regasificadora de gas natural, una central de generación de ciclo combinado de 600 MW, una subestación y una línea de transmisión de alta tensión de 75 millas  para interconectar con la subestación  El Naranjo, en Santiago. Las ofertas de los consultores deben ser entregadas antes de este Jueves 30.

En el contexto de nuestro artículo “Manzanillo, Polo de Desarrollo, no solo muelle”,  de hace un año , la  generadora y la terminal de gas servirían para el despegue de ese polo de la línea noroeste. En el 2006 Leonel licitó y adjudicó  dos plantas de carbón, de 600 MW, cada una, que se ubicarían en Hatillo, Azua, y en Manzanillo pero Leonel y Danilo dejaron esos contratos en el limbo. La definición de la potencia inicial y futura de la planta de Manzanillo debería enmarcarse dentro del plan de expansión del parque generador nacional en el período 2020-2024 para recuperar el tiempo perdido, de tal suerte que la oferta adicional  cubra el déficit actual y, además, se disponga de una capacidad de reserva rodante y fría que elimine apagones aún en momentos de averías y de mantenimiento mayor de las unidades.

La grave situación, que debe afrontar sin dilación el gobierno del cambio  la define el decreto 167-13 de Junio 21, 2013 con el cual Danilo quiso, infructuosamente, legitimar la propiedad estatal de Punta Catalina,  declarando   emergencia nacional el aumento de capacidad de generación. Danilo señaló que “el déficit de generación de electricidad, de no atenderse de  forma inmediata, alcanzaría a 2,887 MW para el 2016, lo que podría significar un colapso total del sistema”. En los últimos años el único  incremento significativo de la oferta de generación de base han sido  674.78 MW netos de Punta Catalina, aparte del aumento en generación renovable ejecutado por el sector privado,  a pesar de que en Diciembre 2012 Danilo los penalizó reduciendo los incentivos a las renovables con la Ley 253-12. Ahora Danilo comunicó a los americanos que “el país requiere una capacidad instalada de 5.9 GW (5,900 MW) para satisfacer el aumento de la demanda de electricidad” y, decimos nosotros, también para cubrir el déficit actual provocador de apagones. Si se considerara  que la capacidad disponible fuese de 3,000 MW incluyendo las renovables, el Gobierno de Luis Abinader tendría que iniciar  inmediata y realmente la construcción de no menos de 2,900 MW adicionales, preponderantemente de gas natural.

El PLD nació congénitamente ligado a Vietnam porque su símbolo es la estrella amarilla de Ho Chi Minh y ahora, aunque es socialista, Vietnam descartó construir plantas estatales, y mucho menos de carbón, después que el Presidente Trump viajó a Hanoi en Febrero 2019 y se reunió con el Presidente Nguyen Phu Trong y el Primer Ministro Nguyen Xuan Phac. Luego, en Noviembre 8, 2019 con la presencia del Secretario de Comercio de EUA, Wilbur Ross, el Presidente y CEO de AES, Andres Gluski firmó un acuerdo para construir la terminal regasificadora “Son My” y, además,  3 unidades de ciclo combinado de 715 MW con un total de 2,145  MW con una inversión declarada de US$ 1,700 millones. ¿Intentará el Presidente Medina confirmar la verdad de esas cifras con el CEO de AES? Aunque surgieran contingencias, el costo unitario de cada MW de potencia seria muchísimo menor que el de Punta Catalina pues, con 752 MW de capacidad bruta y 674.78 MW de capacidad neta real está costando unos 3,000 millones. Sólo los sobrecostos de 708 millones  exigidos por Odebrecht representan 42% del costo de 2,150 MW en Vietnam. Poner como meta solo 5,900 MW para el 2025 sería miopía desarrollista. En  2017 antes de los huracanes Irma y María, Puerto Rico tenía 6,053 MW, con la tercera parte de nuestra población. La capacidad inicial de Manzanillo debería ser  no menor de 900 MW y la autopista eléctrica de 345 Kv tendría una capacidad de transmisión no menor de 1,800 MW. El parque generador y los depósitos de combustibles no deben seguir concentrándose en el Sur,  ruta de  huracanes. El gobierno del cambio democrático resolverá los problemas del agua y la luz, actuando con transparencia.