Honestamente, como votante eventual -e insignificante- pero, sobre todo, como ciudadana que, con toda el alma, desea ver algunas reparaciones políticas y sociales en su país, no se qué es lo menos tremebundo, con vistas a las próximas elecciones, que, de hecho, ni siquiera debían llamarse así y que estarán presididas por unos personajes de los que no tenemos dudas de todo lo que son capaces de hacer, a juzgar por lo poco -pero sustancioso- que sabemos sobre lo que ya han hecho.
Su nivel de objetividad, integridad y apego a las normativas institucionales, combina bastante bien con el que caracteriza a los "líderes" integrantes de las principales fuerzas políticas en "competencia", que en su momento, estuvieron de acuerdo en que la entidad que organiza las elecciones y decide cuáles son sus resultados, esté primordialmente integrada por un grupo de caravaneros del PLD, ya que creían que, en algún momento, los caravaneros serían los suyos.
Al tal Roberto Rosario, no le daría un voto de credibilidad y confianza, ni su propia madre, a menos que a la señora la tengan nombrada como encargada de compras de la JCE, o algo parecido, lo que, si no es exactamente así en ese caso, abunda en muchos otros.
Nota para los sensibles: Sí, la familia es privada, si no forma parte de la carga pública y los del PLD han incorporado a la carga pública, en unos niveles sin precedentes y de manera diarreicamente desenfrenada, a sus madres, a sus padres, a sus abuelos, a sus hermanos, a los primos, a las esposas, a las novias, a los yernos, a los hijos, a los sobrinos, a sus choferes, porteros, vigilantes, guardaespaldas, niñeras, jardineros, conserjes, a los perros, al gato, al perico…
El único episodio enaltecedor que ha ocurrido en las instalaciones centrales de la institución encargada del arbitraje de la contienda electoral, que entonces estaba pintada con los colores del partido oficial y si les da la gana, permanece así, fue cuando alguien pronunció allí una visceral y magnífica poesía, al dejar en el ascensor una bolsa llena de mierda.
Tanto Guillermo Moreno como Minou Tavárez, hacen una propuesta de carácter programático, que se contrapone a la "oferta clientelar" y, a primera vista, parecería recomendable una unidad, para aglutinar sectores que entienden necesario un cambio real, con recuperación institucional, el rescate de La Justicia y la suspensión y penalización del robo público
Las cartas sobre la mesa pueden ser vistas por cualquiera que no tenga atabuznao entre los ojos y el cerebro, alguna botella o subsidio gubernamental, sean de precaria supervivencia o de los de tirar las puertas por las ventanas; o disfrute de una de esas patentes de corzo al erario, que los compañeritos del PLD se han repartido de la forma más obscena de la que jamás se hayan tenido noticias.
He aquí esas cartas: Sacar al PLD del gobierno es una emergencia nacional. Los integrantes de esa pandilla de mafiosos no solo han estado, y están, haciendo lo habitual: arrasar con todo, sino que han afilado la maquinaria del robo público y han estado gobernando por demasiado tiempo, al extremo, de que alternar ocasionalmente a los ladrones, pueda ser considerado como una extraordinaria conquista social, como efectivamente resulta en la actualidad.
Yo, muy personalmente, jamás me resignaré a un progreso tan precario, pero se debe reconocer como un agravante y como una amenaza extra, el anquilosamiento y la inmovilidad de un solo partido en el Palacio Nacional.
Los ladrones del PLD han creado una situación especialmente anómala en la economía, donde sectores productivos, han sido desplazados por tres docenas de parásitos, que son los supramegatutumpotes del PLD.
La mediana -e incluso algunas grandes empresas e industrias- han padecido la depredación orquestada por funcionarios públicos, que montan acosos y competencias delictivas, desde las oficinas del Palacio Nacional. El Comité Político del PLD es el nuevo sector privado del país.
La situación de corrupción e impunidad es tan escandalosa y extrema, que resulta asfixiante y ningún partido de la llamada "democracia" post Trujillo, ha constreñido de forma más drástica la distribución del ingreso, como lo ha hecho el PLD.
Ningún partido ha corroído de forma tan minuciosa, sistemática y deliberada las estructuras institucionales. Ningún partido ha sustraído con mayor desaprensión y brutalidad derechos humanos, políticos y civiles. Ningún partido ha trabajado con mayor ahínco en la expansión del embrutecimiento y la animalización colectivos. Ningún partido ha dedicado sus administraciones a dar un mayor salto olímpico, hacia atrás, recuperando de entre el basurero de La Historia, lo políticamente más retrógrado y antidemocrático, esparciendo todo ese atraso como un tóxico, sobre cualquier brote de humanismo e ilustración y sobre cualquier intento de democracia real.
Ningún partido ha planificado con mayor detalle la captación masiva de docilidades intelectuales, integrando, o intentando integrar al botellerío, a cualquiera que amenace con descollar en algo, o con hacer cualquier clase de musaraña o ruido.
Ningún otro partido ha tenido la malevolencia retorcida de formalizar meticulosamente un Apartheid entre ciudadanos VIP (o sea, los integrantes de su partido, para quienes todo marcha sobre la seda, en la administración pública) y el resto de la población, para la que nada funciona, eso para empezar, sin mencionar los otros múltiples Apartheids de la sociedad dominicana.
Ningún otro partido ha expandido tanto el prestigio del bandidaje y ninguno ha propiciado un mayor desorden e inseguridad. Ninguno se ha empeñado tanto en pudrir el alma del país. Ninguno ha tenido más éxito envileciéndolo todo. Ninguno ha reducido tanto el valor intrínseco de los seres humanos. Nadie ha trivializado la muerte, el atropello, la injusticia a este extremo. Nadie ha hecho de la "decencia" un barniz más fútil. Nadie ha robado más. Nadie ha acuchillado a Bosch como lo está haciendo este partido-monstruo, que siendo minúsculo -pero con la naturaleza de una metástasis- tiene más serpientes en la cabeza, que Medusa.
El PLD es insoportable. Y sus dirigentes ya indigestan. Nos tienen ahítos con sus impuestos abusivos e injustos, una parte de ellos, cobrados a algunos, como penalidad política y como amenaza contra la disidencia.
Es indignante pagar tantos impuestos para enriquecer a estos delincuentes, fantoches ridículos, e ineptos, que exhiben con la más absoluta desfachatez los frutos de los asaltos a nosotros, incitando a los jóvenes a la búsqueda de cuartos rápidos, como sea y haciendo cualquier cosa, si es posible, hasta volviéndose Juancito Sport.
Sí, es una prioridad salir del PLD, pero también es una prioridad atender las condiciones que han permitido al PLD convertirse en una horrible y repulsiva desgracia de la magnitud que tiene.
Tengo mis dudas -por decirlo amablemente- de que el candidato "opositor" Luis Abinader y su equipo, vayan a dedicarse, en caso de ganar unas elecciones, a reparar los solemnes boquetes y terribles resquebrajaduras en las estructuras gubernamentales, realizadas por el PLD.
Dada las experiencias acumuladas, sospecho que varios de los de este bando, no podrán resistir la tentación de pescar en los boquetes, en vez de taparlos.
De hecho, estoy esperando a que alguno de los periodistas que purgan los pecados mortales de sus vidas anteriores, cubriendo en esta, las actividades de candidatos políticos, se le ocurra preguntarle a Luis Abinader que con qué medidas específicas piensa enfrentar la corrupción y el clientelismo, si es que esas inquietudes están en su agenda. Quizás hasta Quique Antún pueda aportar algunas ideas, ya que tiene experiencia en la administración pública, después de pasar como un ciclón batatero por todas las dependencias públicas que ha encontrado a su paso.
El llamado "PRD", reducido por Leonel, a costa de millones del erario, a un huesito tirado entre las grotescas fauces de Miguel Vargas, no merece ponderación de ninguna especie. Acabará -o más bien ya está- exactamente igual al PRSC: una alcantarillita irrelevante, entaponada de gérmenes patógenos, cuya principal virtud es una excepcional coherencia, ya que jamás ha tenido principio alguno, ni pretendido ninguna integridad y equidad en el gobierno, sino que a sus integrantes les basta y sobra. con la doctrina de atragantarse con los bienes públicos, mientras reparten con el más caritativo desborde, cajitas navideñas…
En esa situación, es auspicioso el surgimiento de nuevos liderazgos, como el de Guillermo Moreno y el de Minou Tavárez. Ambos han sido de los escasos funcionarios públicos, con buenos desempeños en sus gestiones, en ocasiones, adoptando posturas muy valientes.
Los aportes de Alianza País y Guillermo Moreno en el destape de la corrupción de la banda de Leonel Fernández son, de por sí, un invaluable enriquecimiento para la agenda de enmiendas en la administración pública y la renuncia al PLD de Minou Tavárez, para crear su propia organización política, no pudo ser más oportuna.
Alguna gente le recrimina a Minou haber salido "tarde", pero el hecho de salir "tarde", sin embarrarse como se han embarrado casi todos los demás, es una promesa hacia el futuro, no importa que se haya tomado su tiempo para madurar y para decidir sumar su esfuerzo, al rescate de algunas banderas caídas del pensamiento libertario dominicano, que deben contraponerse a ese banderío de conservadurismo dictatorial, excluyente, antidemocrático, inclemente, autoritario, de los dinosarios de aroma trujillista.
Tanto Guillermo Moreno como Minou Tavárez, hacen una propuesta de carácter programático, que se contrapone a la "oferta clientelar" y, a primera vista, parecería recomendable una unidad, para aglutinar sectores que entienden necesario un cambio real, con recuperación institucional, el rescate de La Justicia y la suspensión y penalización del robo público.
Un aspecto interesante es que muchas de las demandas provenientes de las organizaciones de la "sociedad civil", que se centran en el repudio a un gobierno dedicado al robo y en el rechazo a la impunidad, encuentran mejores respuestas y reflejos en estos sujetos políticos emergentes, que no captan votantes con un pica-pollo, una botella de ron y 200 pesos para cada cliente…
No son ociosas las preguntas: ¿Se debe apoyar a estos sectores, que andan dispersos y con escasas posibilidades de ganar unas elecciones a corto plazo, lo cuál beneficia, en lo inmediato, a Danilo Medina, pero también simboliza el repudio irreductible, la expresión de un definitivo hartazgo, hacia esta espiral de corrupción, en la que, aunque el PLD ha sido el protagonista estelar, el PRM/PRD es el gran actor secundario y seguro continuador, en calidad de alumno aventajado?
¿Hay que que sumar fuerzas con quien sea, para salir del PLD, porque salir del PLD es una emergencia, ya que está bloqueando la vena aorta del país, con su anquilosamiento en la administración pública?
Supongo que al menos algunas personas se sienten como yo, arrinconadas, contra la pared, sabiendo que de todas formas vamos a beneficiar a quienes no debemos.
¿Cómo es posible que nuestra disyuntiva sea, o que permanezcan en el poder los Danilos, Euclides, Bautas, Félix Bautista actuales, (con su Padrino atrás) o reiniciar la creación de otros minis Félix Bautista nuevos, de otro partido?
No concibo que se pueda soportar a los peledeístas por 4 años más. No lo concibo. De hecho, creo que el país no lo podría aguantar. Pero no está en mi, ir a votar, por quienes yo sé que tratarán de parecerse lo más que puedan, a lo peor que encuentren.
Tengo la intención de votar en estas elecciones por Guillermo Moreno, aunque también me agradan las propuestas de Minou Tavárez.
Si Guillermo Moreno se aliara con otros candidatos, lo apoyaría, en caso de que se tratara de un acuerdo para impulsar programas concretos de saneamiento de la administración pública y de rescate de la Justicia.
Esas son mis tribulaciones. Con más dudas que certezas.
Estoy como el país completo, que ni se puede ir, pero mucho menos se puede quedar…