Es lamentable que la política haya alcanzado tan alto grado de desprestigio. Son muchas las personas que ayudan sinceramente  a los demás en distintos ámbitos: al familiar, al amigo, al vecino y hasta al desconocido.

Existe la filantropía que consiste en formas de actuación para socorrer o ayudar al prójimo. Sin embargo la política debería ser la más efectiva vía de ayudar a los demás. Y a lo cual se agrega que más que “una ayuda solidaria” es el cumplimiento  con  derechos de las personas consignados en las propias constituciones políticas.

La política tiene que ver con el poder del Estado no sólo para la solidaridad, además para impartir justicia, la correcta dirección de la economía, y en general el desarrollo humano.

La diferencia radica en  que hay quienes cambian tanto el sentido de la política que la  que debería ser una noble actuación , se convierte no sólo en “negocio” sino una vía de enriquecerse con el dinero ajeno, que al mismo tiempo  como es el caso del Presupuesto Nacional, es un fondo común propiedad de todas las ciudadanas y ciudadanos. Sólo para el presente año  el Presupuesto Nacional supera los 630 mil millones de pesos.

Una honesta y eficiente dirección del Estado puede marcar la gran diferencia en la vida de la sociedad. De ahí la relevancia de las elecciones de mayo de 2016 en las que está en juego todos los poderes del Estado. Se decide sobre el Poder Ejecutivo, mediante la elección presidencial; Poder Legislativo, Poder Judicial, Poder Municipal, Poder Electoral y Poder de Control Estatal.

El 15 de mayo hay que elegir el Presidente de la República, los diputados y senadores; los síndicos y regidores de los ayuntamientos; pero está en juego además otros poderes del Estado que surgen de los anteriores. Hay que elegir la Junta Central Electoral-JCE- debido a que el mandato de las actuales autoridades  concluye en el 2016, lo mismo que el del Tribunal Superior Electoral-TSE- cuyo mandato de cuatro años también se cumple. Sucede lo mismo con la Cámara de Cuentas, importante organismo  de control estatal.

Con respecto a la Suprema Corte de Justicia corresponde en el 2018 una evaluación de desempeño de sus miembros que puede implicar la sustitución los jueces actuales.

Los seis (6) poderes del Estado en juego, otorgan a las elecciones nacionales de mayo de 2016 una trascendencia tal que demanda de una especial atención de las ciudadanas y ciudadanos con derecho a votar. Toda la estructura del Estado se somete al escrutinio.