La eficiencia de los mercados de valores requiere que la brecha de información entre las empresas que buscan captar capitales a través de títulos valores y los inversionistas, sea mínima. La decisión del inversionista de colocar su liquidez en instrumentos financieros depende de la ponderación de riesgos atada al uso que de su capital harán las entidades emisoras.

Nadie mejor que la propia empresa conoce sus capacidades, limitaciones y vulnerabilidades. Pero como los incentivos de las emisoras y los inversionistas no están alineados, datos que pueden ser relevantes para el inversionista pudieran no ser divulgados.

La información es la principal herramienta con la cuentan los inversionistas. Sin mecanismos que hagan efectiva la divulgación de información relevante y oportuna se promueve el efecto indeseado de que empresas de mala calidad se aprovechen de la incertidumbre y emitan instrumentos a precios que no reflejen su verdadero nivel de riesgo.

En cambio, las empresas de calidad se verán desalentadas de acudir a los mercados. La ausencia de filtros presionaría a que estas compitan con otras de baja calidad, resultando perjudicadas ya que los inversionistas no pagarían por la calidad que no pueden discernir.

Para facilitar el calce entre oferta y demanda, la regulación determina el contenido y la oportunidad de la información a difundir al público, siendo su receptáculo la Superintendencia de Valores. Sin embargo, este órgano supervisor no es responsable por el contenido de las informaciones depositadas por las empresas emisoras. De la imprecisión, omisión o falsedad son siempre responsables las últimas.

Seleccionar y divulgar la información adecuada representa un costo para las empresas que deseen acudir al mercado pero que no cuenten con la pericia para estructurar emisiones, lo cual afecta a inversionistas deseosos de buenas inversiones, impidiendo la eficiencia del mercado.

Los Puestos de Bolsa pueden disminuir ese costo. Son intermediarios expertos en asesorar a potenciales emisoras sobre la información a presentar al supervisor para que autorice la venta de los títulos y que al tiempo sea relevante para al inversionista. También, en base a su conocimiento del mercado, aconsejan sobre el tipo de instrumento a emitir, cuándo emitirlo y a qué precio negociarlo.

Más aún, los Puestos de Bolsa pueden comprometerse a comprar los títulos emitidos por las empresas que han asesorado y revenderlos en el mercado secundario. Esto facilita que empresas no tan conocidas, pero con proyectos rentables accedan al mercado con el aval de los intermediarios, señalizando confianza a los inversionistas.

Los Puestos de Bolsa, son cruciales para la obtención y difusión de la información que necesitan los inversionistas para colocar sus fondos, además de que dinamizan el mercado proporcionando liquidez y permitiendo el acceso de empresas e inversionistas. En gran medida el desarrollo del mercado de valores dominicano depende de estos agentes.