Con excepción de estos tiempos de paréntesis “covidianos” en la historia del turismo del país, la República Dominicana ha alcanzado muchos objetivos en materia de crecimiento turístico. Haber logrado una llegada de siete millones de turistas al año (pre-covid), representando nada menos que el 70% de su población, es una estadística envidiable para cualquier país que haya visualizado el sector turístico como uno de los principales ejes de su economía. Sin embargo, el desarrollo del sector y la diversificación de las ofertas turísticas han ido más rápido de lo que pudo adaptarse la normativa y las políticas institucionales. La ley se quedó atrás del fenómeno turístico. Sin lugar a dudas nuestro marco legal en la materia requiere un aggiornamento, un proceso de modernización. ¿Qué mejor momento para promoverlo que estos tiempos que vivimos?

Las autoridades, los formadores de políticas públicas, los principales interesados del sector deben tener en claro una agenda prioritaria, y consensuarla. El  turista del año 2050 buscará una estadía segura desde todo aspecto, confortable, de calidad y extraordinaria desde el aspecto de la experiencia. Para que el país cuente con esa marco, es menester revisar y actualizar normativas y políticas en áreas esenciales que afectan al sector. Es decir, regular el turismo pensando en quién llegará al país hacia el año 2050, o, más temprano aún, desde el próximo año.

Algunas de las medidas propuestas ya están en plena implementación desde hace varias semanas producto de la pandemia mundial Covid-19; sin embargo, otras requieren urgente atención.

Para garantizar la salud y seguridad de los turistas, resulta imperativo:

  1. Actualizar la Ley General de Turismo, para adaptarla a los nuevos servicios y ofertas turísticas.
  2. Actualizar los reglamentos en materia sanitaria, que aseguren la inocuidad de los alimentos y seguridad de establecimientos: establecer fuertes sanciones (y aplicarlas) para asegurar su incumplimiento;
  3. Establecer mecanismos expeditos y accesibles para prevención, denuncia y sanción del acoso, violencia, y explotación sexual, de la mano de la procuraduría general de la república;
  4. Incorporar a la legislación turística la variable ambiental para asegurar que la gestión ambiental que se implementa en cada establecimiento turístico, sea la apropiada;
  5. Promover la aprobación de regulaciones estrictas en materia de seguridad respecto a actividades turísticas tales como tirolesa, canopy, etc.;
  6. Establecer reglas claras respecto al uso de playas.

Para asegurar la satisfacción del turista, será necesario:

  1. Promover la instalación de Oficinas de Pro-consumidor o defensa de los derechos del turista en las principales zonas turísticas del país, para resolución rápida de los conflictos a través de los procesos de conciliación expresas;
  2. Establecer, de manera obligatoria y supervisar a todos los actores turísticos, sobre el deber de información a los turistas, respecto de sus derechos y medios para defensa de los mismos.
  3. Actualizar el reglamento de Clasificación de Hoteles para incorporar todos los tipos de alojamiento turístico existentes

Para promover la sostenibilidad del sector turístico, será esencial

    1. Reformar el sistema de régimen municipal en materia de competencia de uso de suelo y cobro de arbitrios para garantizar la transparencia, eliminar las acciones abusivas de determinados ayuntamientos que requieren arbitrios sin base legal, y garantizar los principios constitucionales en materia de fiscalidad para el desarrollo de proyectos turísticos.
    2. Promover normativas de uso de suelo que aseguren la adaptación de las instalaciones y del desarrollo turístico al cambio climático y sus efectos.
    3. Promover la aprobación de planes de ordenamiento territorial que incluyan la apropiada zonificación para el soporte comercial y de población estable en las zonas turísticas;
    4. Garantizar el saneamiento en cada destino turístico a través de la ejecución de las normativas por parte de cada institución competente (Inapa- Coras- Comunicaciones- Ayuntamientos)
    5. Considerar un régimen de fiscalidad verde, a ser abonado por el turista, como forma de contribuir a la protección ambiental, mitigando el impacto de la actividad

Para regular las nuevas ofertas turísticas

  1. Promover la aprobación de un régimen apropiado de desarrollo horizontal, que garantice la mejor operatividad y regulación en el marco de los denominados resorts, con facilidades de usos mixtos (hoteles, área comercial, área residencial turística, etc.), o el esquema tipo country conocido más en otros países.
  2. Regular apropiadamente las nuevas opciones de alojamiento, tales como condo-hotel, alquileres rurales, alquileres temporales por plataformas web, y uso de casas o apartamentos familiares para fines turísticos.
  3. Promover la aprobación de un régimen jurídico apropiado para la venta de tiempo compartido y de membresías vacacionales, con el fin de garantizar los derechos de los turistas, que en ocasiones son afectados por la voracidad de venta de algunas empresas, y que se cuente con un régimen sancionatorio ejemplificador.

El camino hacia el año 2050 presenta muchas metas por alcanzar. Sin dudas, el incremento de la llegada de visitantes extranjeros es una de las más relevantes. Sin embargo, resulta esencial no perder de vista lo importante: que la inmediatez de respuesta que nos exigen estos tiempos de pandemia de Covid-19 no nuble nuestra visión del crecimiento a mediano y largo plazo; adaptar la normativa en ese sentido resulta imperativo. Es hora de actuar.