Según el semiólogo ruso Iuri M. Lotman, el texto artístico es una construcción verbal, visual o híbrida, mediante la cual se puede producir sentido o significación; para construir un texto se necesita un eje verbal o no-verbal de relaciones internas que adquieren unidad o cohesión como fenómeno lingüístico-semiótico.
El texto artístico funciona en el margen y centro de un lenguaje artístico (Arquitectura, Pintura, Fotografía, Cine, Teatro, y otros). Lo que implica una expansión o manifestación significante al momento de producirse la experiencia creadora o fundadora.
De ahí que el texto artístico remita necesariamente a un código artístico específico: Código-Pintura, Código-Escultura, Código-Cine, Código- Fotografía, Código-Arquitectura, Código-Danza y otros; todo lo cual revela que el texto artístico es un sistema diferencial de signos que produce un contexto epistemológico de interpretación y comprensión de signos estético-artísticos.
Todo este proceso de experiencia de producción textual y artística plantea un criterio de elaboración, y a la vez produce una tipología textual y artística: texto pictórico, texto musical, texto arquitectónico, texto teatral, texto fílmico, texto literario, texto fotográfico, entre otros.
La tipología textual artística se dirige a varios receptores y a escenarios; lo que permite una convocatoria mayor de lectores y productos estético-artísticos, haciendo posible un vasto campo de comunicación, significación y producción.
La experiencia que construye este proceso genera una diversidad de mensajes a partir del tema objeto y de la forma sentido, ambos pluralizadas en el marco de cada lenguaje de uso creacional. El escenario artístico donde se produce cada arte involucra también una serie de operaciones psicológicas, semiológicas, estéticas, comunicativas y fenomenológicas; lo que implica todo un modo de producción de signos y sentidos en un espacio tiempo determinado.
Existen variaciones artísticas que obedecen a un proceso de transformación de un código a meta-código, cuyos ejes o fórmulas sintácticas, semánticas o pragmáticas, activan lo que se puede denominar Semiosis artística. Lo que induce a interpretar niveles de significación y expansión sintáctica, semántica y pragmàtica basados en un valor y una orientación de sentido y de lenguaje.
Según Iuri M. Lotman:
“El concepto de texto se emplea de manera polisémica. Se podría hacer una colección de los significados, a veces muy diferentes entre sí, que le confieren los distintos autores a esa palabra. Sin embargo, lo significativo es otra cosa: en la actualidad “texto” es, indiscutiblemente, uno de los términos más empleados en las ciencias humanísticas. En diversos momentos el desarrollo de la ciencia arroja a la superficie palabras así; el vertiginoso aumento de su frecuencia en los textos científicos es acompañado por la pérdida de la necesaria monosemia. Más que designar de manera terminológicamente exacta un concepto científico, ella lo que hace es señalar la actualidad de un problema, indicar un dominio en el que están haciendo nuevas ideas científicas. La historia de tales palabras podría redactar un peculiar índice de la dinámica científica.” (Ver Iuri M. Lotman: La Semiosfera. Semiótica de la cultura y el texto, Eds. Cátedra, Madrid, 1996, p. 91; trad. Desiderio Navarro).
Las vertientes de una textualidad artística se inscriben en la movilidad del conjunto que involucra la relación entre práctica, texto, productividad, cuyo desarrollo se expresa en los diversos niveles del sentido legibles desde la categoría de texto artístico-cultural. Lo que para nuestra visión exige un enmarque tratado como artisticidad-textualidad (pictórica, escultórica, fotográfica, arquitectónica, gráfica y otras).