Existe una conexión entre el cuerpo, la palabra y la voz en el teatro. Este hecho conduce a entender el cuerpo y la voz como la suma de una visión antropológica, donde podemos observar la puesta en centro de la teatralidad; posicionamiento que revela el estado de las raíces surgentes del espectáculo teatral. Tal como se hace observable en los proyectos teórico-prácticos y artísticos de Alfred Grell: Arte y Agencia 2016; de Carlos Severi: El sendero y la voz: Una antropología de la memoria 2004; La memoria ritual: locura e imagen del blanco en una tradición chamánica amerindia 1993, la escena cultural, artística y poética pide nuevas movilidades y miradas en el espacio público actual.
El hecho mismo de que una propuesta escénica sea materializable a través de acciones, movilidades corporales, estados agonales, gestos productores de sentido y suma de relaciones humanas colectivas e individuales indica que el cuerpo, la imagen y el texto se complementan como sistemas y mecanismos de producción teatral y accional. Se trata, en este sentido, de comprender y generar los signos, vertientes y mediaciones de la contemporaneidad entendida como suma de cardinales que activan y particularizan diversos archivos de representación y producción espectacular. La lectura que hoy se produce basada en textos dramatúrgicos contextualizados por el argumento del director, el juego actoral o los juegos asumidos por la practica actoral y antropológica, se reconoce como una técnica interior y exterior de actuación, en un modelo o contramodelo y una experiencia de trabajo y de cultura en un gesto fundamental que a su vez se expresa como suma de ideologemas artísticos de la corpoteatralidad y la corpovocalidad. Ambas se unen en actos y acciones que son productoras de la visión libre y creacional del teatro. Como se puede observar en espectáculos provocadores de la nueva dramaturgia social, la experimentación callejera, la performance cultural y danzaría…y otros.
El trayecto que va del texto a la escena y de la escena al público implica una construcción, pero a la vez una deconstrucción del acto teatral; esta experiencia retoma el trabajo asumido por una poética de la lectura dramatúrgica y escénica; lo que desarrollará como discurso un campo expandido y diverso de la representación.
La metodología que desde el contrato escénico hace coherente una propuesta teatral motiva los valores de una práctica técnica, una práctica institucional basada en las diversas acciones orientadas del teatro y que se justifican en el ritmo propio de una puesta en escena basada en los diversos modos de creación del texto teatral y por lo mismo cultural.
La misma dramaturgia escénica contemporánea asumida en el caribe insular, en Latinoamérica, en las islas africanas, en la India, Japón y en los países árabes, se esfuerzan en construir actos de creación a través de semiosferas políticas y urbanas propias del espacio público, entendido hoy como suma de junturas estéticas, políticas y culturales basadas en un ámbito de repuestas fabricadas por actores que participan en espectáculos posdramáticos, performáticos y más bien educativos.
La escuela del teatro participante, parte de un criterio a partir de posicionamientos liminales o fronterizos, pero también vinculados a las memorias culturales, esto es a identidades plurales, rebeldes, responsivas, traductoras, y poéticas que inciden desde finales del siglo XX, hasta lo que va de siglo XXI. Nos referimos a las nuevas poéticas callejeras, irreverentes, radicales y vinculares que se plantean el derecho a leer el texto de una propuesta como inversión estratégica y participativa, acuñada por una intertextualidad espectacular que democratiza el discurso, o los discursos teatrales de los últimos treinta años de actividad escénica.
Todo este fenómeno de invención, reinvención espectacular y redescubrimiento de nuevas textualidades escénicas invitan al creador escénico a establecer nuevas reglas y búsquedas de nuevas miradas, nuevas experiencias de transgresión y proyección de la práctica significante asumida como traducción-tradición teatral en un ámbito de creación espectacular integrador y libre.