En medio de la partida de Hugo Chávez, el vacío que deja, y la incertidumbre del pueblo venezolano sumido en la polarización y delincuencia, en medio de la recién reelección de Correa en Ecuador y las aspiraciones de Evo Morales a reelegirse en Bolivia, Raúl Castro en Cuba, que se queda 4 años más y las amenazas de Leonel Fernández con su fábrica de presidentes y lideres, ,en medio de las leyes que nadie cumple, intercambio de disparos, y promesas de negociación de Danilo medina con la Barrick Gold. Me reencontré con el Tao Te Ching obra que se aplica a la vida y al arte de gobernar y que se atribuye al sabio Lao- Tse, quien se cree vivió en la antigua China en el siglo V antes de Jesucristo, Siendo este un pequeño tratado , que tiene la representación del movimiento filosófico místico taoísta.
En el capítulo 57 Lao- Tse nos dice:
“Un país se gobierna con la tranquilidad.
Las armas se usan con parquedad.
El mundo se conquista con la no-acción.
¿Cómo se que eso es así? Por esto:
Cuantas más prohibiciones y tabúes haya en el reino,
Más se empobrecerá el pueblo,
Cuantas más armas, más abundaran los desordenes,
Cuanta más destreza y sagacidad,
Mas cosas extrañas aparecerán,
Cuantas más leyes y decretos se promulguen,
Más bandidos y ladrones habrá:
Por eso el sabio dice:
Actúo por la no-acción *
Y el pueblo se ordena espontáneamente,
No deseo y el pueblo retorna al origen primordial espontáneamente.”
* No debemos confundirnos con la no acción, ya que no se puede decir, que la no acción es igual a no hacer nada o a no intervenir, en términos taoístas no acción significa, afirmación de la verdadera acción en un lenguaje negativo en su forma y positivo en su contenido, tal lenguaje se resumiría en : no acción = acción- mas- no acción- igual a acción. Observando que no- acción es un término complejo que no se puede reducir a lo conceptual pues lo abarca y lo transciende.
El Tao Te Ching siempre habla de antinomias y paradojas apuntando a principios críticos que el jefe debe tener presente para aplicarlos a situaciones concretas recordando que el arte de gobernar es dinámico, en el se manejan elementos vivos en constante cambio y transformación. Porque lo único seguro es la impermanencia de las cosas.