El suicidio es el acto de terminar voluntaria y deliberadamente con la propia vida, Las causas del suicidio y de las conductas suicidas son multifactoriales, las personas que ejecutan este acto generalmente obedecen a uno o varios factores que podrían ser enumerados como: factores bio-psicológicos que envuelven trastornos mentales como la Depresión Mayor, Trastorno Bipolar, Esquizofrenia, Trastorno limite de la personalidad, Trastorno de estrés post traumático, consumo de alcohol o drogas. Otros factores que inciden en el suicidio pueden ser de origen ambientales, como situaciones de vida estresantes, ruptura en relaciones interpersonales (divorcio, separaciones sentimentales), pérdida de seres queridos, enfermedades catastróficas, envejecimiento y dificultad financiera entre otras. Las personas con comportamiento suicida muchas veces tratan de buscar alivio a situaciones que envuelven un hecho bochornoso en que la persona se siente avergonzada, culpable, abrumada con sentimientos de rechazo, pérdida y soledad.

Los signos y síntomas, notados frecuentemente en una persona deprimida antes de un intento de suicidio, que pueden ser bastante peligrosos son: la dificultad en concentrarse o pensar claramente, notándose preocupación y  una tristeza permanente, pérdida de interés en actividades que solía disfrutar, la falta de aseo personal, insomnio y el aislamiento social. Otros comportamientos destructivos como el uso y abuso de alcohol y drogas ilícitas,  acciones auto destructivas como mutilaciones, cortaduras en el cuerpo como una forma de castigo para manejar culpas engendradas. Muchas personas comienzan a hablar de suicidio y dicen sentirse culpables, se sienten ser un peso para la familia, la sociedad y erróneamente creen que al terminar sus vidas le quitan un problema de encima a sus familiares y amigos, se aíslan y en muchas ocasiones comienzan a tener dificultad en el trabajo o en actividades que solían participar, hablan de marcharse a otros lugares, regalan sus pertenencias y llegan a hablar de suicidio y muerte como una solución. La  preservación de la propia vida en los seres animados en especial en los mamíferos y el hombre, es el impulso más  fuerte y poderoso de todos los instintos, la presencia de la depresión agrava el comportamiento suicida, aniquilando este instinto natural, lo que conllevaría al suicidio, siendo este el episodio final de la depresión severa.

Las mujeres tienden a deprimirse con más frecuencia (el doble) que los hombres, el motivo de este riesgo parece estar relacionado con  cambios hormonales desarrollados durante la pubertad, periodo menstrual, embarazos y menopausia. El factor de riesgo de depresión  es menor en los hombres, sin embargo el suicidio es un riesgo para los hombres quienes son cuatro veces más propensos al suicidio que las mujeres y tienden a escoger métodos más violentos. Se considera que la depresión tiene una predisposición genética y que en muchos casos corre en familias, esta predisposición en interacción con factores ambientales estresantes determina la enfermedad.

Una de las causas y factores de riesgo más importante en la depresión y el suicidio son los eventos estresantes y la resultante injuria a la propia estima de un individuo, eventos traumáticos tales como presiones y frustraciones al no poder alcanzar metas impuestas,   generalmente producen depresiones severas con una pérdida significativa de la estima. En sociedades de consumo altamente desarrolladas la incidencia y tasa de suicidio son consideradas como  más altas,  pues el carácter social de estas esta orientado hacia el logro de valores  tales como prosperidad, prestigio, estatus social y producción de riquezas,  que son altamente valorados en sociedades capitalistas de bienes y servicios, cuando estas metas no son alcanzadas producen un estado delirante de vergüenza y culpa, creando  pérdida  de la propia estima lo que conllevaría a un comportamiento suicida.

Aunque generalmente los depresivos son renuentes y escépticos sobre su posible recuperación, estos deben de obtener ayuda profesional inmediata, el apoyo familiar y de amigos podrían jugar un papel decisivo en evitar el desenlace trágico del suicidio.