Encaramado sobre las olas del desprecio hacia los comesolos, del nauseabundo olor que despedían todas las alcantarillas del Palacio Nacional, del hartazgo de aquellos que se entendían eternos, y que aún hoy andan buscando las razones por las cuales fueron echados del poder, llega Luis Abinader a manejar los destinos de esta nación hecha añicos por años de desidia, repartidera del pastel a manos llenas y, sobre todo, por ser manejada por una persona que se entendía y se entiende un padrote predestinado, un burro hechor, a quienes todos le debían pleitesía o favores, que sancionaba con hechos, cualquier atisbo de lo que él entendiera la sombra de la traición.
El pueblo dominicano votó contra el PLD, una corporación insulsa y uniforme, manejada por unos pocos, en cuyas manos se concentró todo el Poder y toda la riqueza, con quienes había que hablar prácticamente para todo. Esta concentración, al ser tan evidente y en tan pocas personas, causó que el odio y el desagrado por esas tristes figuras, fuera fácil de dirigir, los conocíamos a todos, nuestro legítimo odio, tenía objetivo y caras conocidas, eso marcó su final, el Penco, solo fue el objeto más evidente de estas actitudes en contra, no a favor de.
Este gobierno así constituido, autodenominado el ¨Gobierno del Cambio¨ debería mirarse en el espejo de sus antecesores, y entender que el Pueblo Dominicano ha cambiado, que no deja pasar una, que pagamos impuestos, que exigimos a los gobernantes transparencia y claridad con esos dineros, que sobre todo, el pueblo quiere un real cambio. Que este se traduzca, no solo en meter, merecidamente, presos a quien se haya lucrado con el dinero del pueblo, sino en que se forje una real estrategia de desarrollo, de cambio de legislación y paradigmas, que nos convierta en una real sociedad del siglo veintiuno.
Por ejemplo, (soñar no cuesta nada), sugiero que sea modificada la legislación que tiene que ver con las administradoras de fondos de pensiones, entidades pantallas, manejadas por entidades bancarias, que, fueron creadas a imagen y semejanza de la legislación chilena sobre el particular, donde se ha establecido ya, que es una legislación anacrónica y sobre todo, obsoleta a los fines de su creación, ya que los empleados al retirarse reciben solo migajas y restrojos.
Por qué deben los empleados y los empleadores pagar comisiones millonarias de intermediación a las AFP, quienes simplemente reciben dichas comisiones y dineros, y el problema más complicado que resuelven es, donde ese dinero va a ganar más intereses para sus propios bolsillos, y así diariamente, mediante un círculo vicioso interminable.
Sugiero, si es cambio lo que se quiere, que los fondos del barrilito y cofrecito, sean realmente prohibidos por ley, y redirigidos los mismos, por ejemplo, en la creación de direcciones barriales de familia, recreación, cultura y deporte, donde cada uno de los indicados sectores populares de cada pueblo, puedan tener casas de acogida para mujeres maltratadas, para sus hijos, para presentaciones de obras de teatro, películas, juegos de damas, ajedrez, bicicletas en un ambiente familiar y controlado, entre otras actividades.
Propongo, que sea realmente revisada la ley de hidrocarburos, y se establezca claramente, cuanto pagamos de impuestos por cada galón de combustible y que se hace con ese dinero.
Para fomentar el desarrollo del país, sugiero (me estoy riendo) que el Itebis sea rebajado de 18% a 10% y ampliado a todos los productos y servicios, así nadie esconde nada y todos pagamos.
Por último, que a las Lincoln Navigator le cobren de Placa RD$500,000.00, ya que son el nuevo vehículo de los funcionarios y están por donde quiera.
J aja j aja jajá aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.