Los Gurús de las Finanzas Personales y el Rigor Científico de sus Planteamientos.

Son muchos los dominicanos que dan por un hecho que el té de mango verde con canela es y seguirá siendo “Un Cuchillo” para la prevención y cura del virus de la Chikungunya. También, a finales de los años 40 era una creencia generalizada que bañarse con orina era la cura para el virus del sarampión. En la época victoriana, el mundo creía que el uso de los vibradores era la solución universal para la “Histeria" en las mujeres. Hoy sabemos, gracias a las investigaciones científicas, que ninguno de estos enunciados y triviales recetas tienen validez alguna.

Las personas pueden adoptar las creencias de una figura reconocida con cierta convicción o un líder carismático, incluso si esas creencias van en contra de todas las creencias anteriores, y pueden producir acciones que claramente no están en el mejor de su intereses. Es trabajo de la ciencia y los investigadores, probar o refutar estas creencias convirtiéndolas así en conocimiento.

Las finanzas no escapan a esta intrínseca realidad humana, especialmente en un campo que ha sido conocido como “Finanzas Personales”. La Enciclopedia Springer de Finanzas define esta área como el proceso de aplicar principios financieros probados para tomar decisiones en la vida personal de los individuos. Dicha definición implica entonces que los individuos están obligados a utilizar teorías financieras que han pasado las tempestuosas pero metódicas aguas del rigor científico.

Durante los últimos 20 años han sido famosos los Ultra Gurús de las finanzas personales.   Personajes que generalmente son muy reconocidos por escribir grandes "Best Sellers" y ser excelentes expositores de ideas que no necesariamente han sido comprobadas por investigaciones empíricas. Estos profesionales locales e internacionales, sin restarles mérito, generalmente exponen ideas y principios basados en lo que creen ser el resultado de su instinto y cicatrices de batalla en la vida. Entre los más internacionalmente conocidos se encuentran Gary Belsky, Wayne W. Dyer & Neale S. Godfrey. Luego de leer sus libros más afamados nos surgieron dos preguntas básicas: ¿Cuáles son los planteamientos financieros de una ex ejecutiva de Citi, un consultor motivacional y un profesor de educación? ¿Tienen estos planteamientos alguna base empírica y científica?

Al ser preguntados cada uno de ellos sobre cuál es o ha sido su mejor consejo respondieron lo siguiente: Gary Belsky: "Tenga miedo cuando la gente es codiciosa, y codicie cuando la gente tenga miedo”;  Wayne W. Dyer: “La lección para mi es 'primero páguese usted mismo!’. El ahorrar el 90% de mi salario en la marina me permitió pagar mi universidad al retorno”. Mientras que Neale S. Godfrey dijo: “Deje de ver la televisión, los periódicos y las revistas; cuando ha sido publicado es porque ya es noticia antigua”.  Hermosos consejos, ¿verdad?

Ahora, poco conocidos son los nombres de investigadores como Suzanne Bartholomae, de la Universidad de Iowa; Martina Peng y Jonathan Fox de la Universidad de Ohio; o Andrea Finney y David Hayes de la Universidad Inglesa de Bristol. Estos profesionales y universidades que están en el filo de la investigación de las finanzas personales cuentan una historia muy diferente. Está demostrado científicamente que un buen desempeño financiero personal depende del nivel de educación financiera formal recibida en los liceos, secundarias y centros universitarios, nunca en los consejos adoptados de los Últra Gurús de los Best Sellers. La exposición a mediana edad a los instrumentos y técnicas financieras de forma adecuada, explican estadísticamente un mejor desempeño financiero en las personas.

Los principios que fundamentan una excelente vida financiera son ampliamente conocidos por el "ciudadano de a pie”: a) Tenga una buena actitud mental. b) Planifique antes de actuar. c) Siempre ahorre. d) Primero obtenga estabilidad, luego arriesgue de forma moderada. e) Invierta en activos que le permitan generar dinero. f) No existe el dinero fácil, una alta rentabilidad implica un alto riesgo. La cruda verdad es que las investigaciones determinan que generalmente, al igual que los adictos, reconocemos que los hábitos que adoptamos son malos, pero o no tenemos el valor, o la capacidad o el deseo de cambiarlos.

Por unos segundos nos gustaría quitarnos la bata de investigadores de larga data de las ciencias financieras y económicas y ponernos el brillante traje de “Faux-Gurú Financiero”: "Usted sabe lo que tiene que hacer!; ahora, visite una buena universidad o instituto que le enseñe las técnicas necesarias para lograr sus objetivos! Haga cursos y diplomados en centros formales reconocidos o inscríbase en una licenciatura o maestría. Pero, por el amor de Dios, no tome acciones porque un personaje reconocido local o internacionalmente diga que le aparecieron "iluminaciones" cual mandamiento escrito en tablas de piedra como las de Moises".

En psicología cognoscitiva se habla del famoso Síndrome del Impostor; en este fenómeno las personas son incapaces de internalizar sus logros y potencialidades. A pesar de la evidencia externa de su competencia, permanecen convencidas de que son fraudes y no se merecen el éxito que han logrado. Los ciudadanos comunes no reconocen lo que los científicos saben desde hace varios años: Puede haber alguien con mayores conocimientos técnicos, pero, nadie es mejor que usted tomando decisiones en su vida. Instrúyase!!!