Necesitamos una sociedad más robustecida de compasión; más encadenada en decisiones colectivas; una sociedad más fluida hacia la ayuda mutua; necesitamos como parte esencial de nuestra existencia un eje articulador, cual eje transversal de más confluencia en el sentido de propósito en todo el cuerpo social.
Una sociedad más cooperadora y altruista, sobre todo, de los actores estratégicos fundamentales, de los que no corresponden al segmento del 50% de excluidos, de marginados.
Hoy sabemos que el bienestar humano y la felicidad no pueden concurrir como meros espacios del desarrollo de la individualidad. La individualidad es necesaria, como marco de realización personal, empero, la vitalidad del ser solo se reconoce cuando se reconoce a través de otro; cuando reconocemos nuestros gustos y aspiraciones y al mismo tiempo, como entes de una sociedad, asumimos responsabilidades, valores, creencias y actitudes compartidos en los demás.
Se requiere en este momento de un llamado florecido a la consciencia y la consciencia, como decía Buda, es uno de los pasos en el camino hacia el auto despertar. Es lo que pedimos a los Empleadores y a los Sindicalistas. En medio del conflicto por el aumento del Salario Mínimo, requerimos encontrar el equilibrio, el camino medio, la oportunidad de un Diálogo más Consecuente, más Serio, más de Calidad; más de Visión; más de Compromiso. No podemos seguir con esta Miopía y Ceguera que nos empobrece como Nación; que nos ha hecho más ricos en los últimos decenios; sin embargo, más pobres a nivel social.
Empresarios y Trabajadores deben aprovechar el diálogo para establecer un puente que les permita encauzar por el camino correcto a la tercera parte que no juega su papel y que drena los recursos creados por ellos: El Estado. En una mesa se requiere realizar algunas interrogantes:
¿Por qué el Salario Real en nuestra sociedad del 2010 al 2000 disminuyó un 7%; en cambio en los demás países creció un promedio de 6.5% y en los países desarrollados un 3.8%?
¿Por qué los Salarios Reales promedio por hora en el 2010 fueron 20% inferiores al nivel alcanzado en el 2000 y los Salarios en el Sector Público por hora son 34% más altos que en el Sector Privado. RD$88 pesos por hora promedio en el Sector Público y RD$58 pesos en el Sector Privado?
Sabemos que los Trabajadores Informales, en su gran mayoría son aquellos que no están protegidos por la legislación laboral; que no existen para el Impuesto sobre la Renta; que están desafiliados institucionalmente en la Seguridad Social, vale decir, que no tienen la protección social y que al mismo tiempo hacen que todo el peso de los impuestos recaiga sobre los empleos formales, haciendo la carga muy desigual. ¿Qué hacer para que disminuya esta informalidad y esta precarización en el empleo?
¿Cómo podemos contribuir con una mayor Capacitación y Desarrollo del Capital Humano, a fin de que los trabajadores alcancen mayores niveles de Productividad y que esta no se logre solo por la introducción de la Tecnología? ¿Cómo aumentar dramáticamente la tasa de escolaridad promedio del trabajador dominicano, que actualmente es de 49.5% con educación primaria y sin escolaridad?
¿Cómo podemos contribuir a revertir que la participación salarial en la Renta Nacional haya ido disminuyendo de un 47% en el año 2000, a un 30% en el 2003, hasta llegar a un 27% en el 2012? ¿Esto no es fruto y expresión de que el Salario se ha ido estancando en los últimos años?
¿Por qué no contribuimos con el Imperio de la Ley, con el establecimiento de Instituciones fuertes, pues en el estudio que se divulgó en el Banco Central el 30 de Enero del 2013 Crecimiento, Empleo y Cohesión Social en la República Dominicana, se señala que en la Fijación del Salario Mínimo, un 30% de los trabajadores informaron ingresos por debajo del Salario Mínimo. “Esto es el no cumplimiento”. 15.6% en las empresas de tamaño medio y 33.1% en las empresas grandes?
¿Por qué si sabemos que la deflación (descenso) en el poder adquisitivo de los empleados y los trabajadores afecta el crecimiento de las empresas locales; no se asume un aumento que más que tomar los parámetros “legales”, vayamos a un espacio de mayor legitimidad que coadyuve a una mayor estabilidad laboral, paz social, mayor cohesión social y menos asimetría social?
¿Por qué de 13 países estudiados, tenemos uno de los Salarios Mínimos más bajos de ALC, según señalan Aurelio Parisotto y Janine Berg de la OIT, en uno de los trabajos de Crecimiento, Empleo y Cohesión Social en la República Dominicana?
Ameritamos de un diálogo de más calidad; de más visión, de más compromiso. No se necesita de actores que sigan sufriendo del síndrome de la miopía y de ciegos a las extremas necesidades. La sociedad requiere hoy, con urgencia “una justa relación entre mercados, política y sociedad civil para afrontar los complejos retos de la generación del milenio”.