1.- La vida del ser humano está definida por el conjunto de hechos significativos en los cuales interviene  durante todo el curso de su existencia.

 

2.- Llegar al mundo de los vivos  y permanecer en él, solamente tiene sentido cuando nos mantenemos aportando para que el ser humano alcance su plena felicidad.

 

3.- Conocemos a la persona física por la postura que asume, por su actitud ante los hechos, de  cómo se comporta  frente a los fenómenos que ocurren en el medio donde vive.

 

4.- Las mujeres y los hombres, para contribuir al desarrollo social con sus actos, están en el deber de causar efectos renovadores. Las acciones que ejecutamos han de generar consecuencias de las que se derive un producto útil y provechoso para la mayoría de la comunidad.

 

5.- Luego de nacer y desarrollarnos, y al estar insertados en la sociedad,  estamos comprometidos a que lo que ejecutamos tenga un objetivo. El  esfuerzo, material o espiritual, debe estar encaminado a un fin social.

 

6.- Por muy longevo que sea un comunitario, solamente llegará a ser tomado en cuenta por lo que haga en beneficio de la humanidad, conforme a sus condiciones físicas y preparación.

 

7.- El momento de un proceso o fenómeno indica  cómo ha de actuar un ente social. Su forma de obrar para influir en el desarrollo económico, político o social, determinará lo correcto o no de su ejecución.

 

8.- A la ciudadana o al ciudadano, sin tomar en cuenta el espacio físico donde ha actuado, lo hace  digno de elogio lo que lleva a cabo en beneficio de las personas. Se es elogiable por lo que  se hace sin esperar premio alguno.

 

9.- La contribución a un fin determinado queda sellada por los resultados obtenidos. El esfuerzo está ahí, en lo que tiene significación social, en aquello que la colectividad ha de disfrutar en conjunto.

 

10.- En el seno de la sociedad humana, las personas están llamadas  a ejecutar tareas con las cuales contribuyan al progreso social. Cada quien debe mantener su estado de ánimo inclinado a accionar  lleno de entusiasmo.

 

11.-  La vida tiene sentido cuando nos empleamos para que la existencia le sea grata al ser humano. Dedicarnos a producir en lo material o espiritual, es signo de que deseamos el bien de la generalidad de la población.

 

12.- Es loable emplear capacidad, energía y tiempo, para con lo que sabemos dedicarnos  a accionar en procura de que,  con el resultado de lo logrado, la  humanidad tenga la posibilidad de satisfacer necesidades de las cuales  no puede prescindir.

 

13.- El hombre o la mujer sirve con su trabajo cuando lo que produce es provechoso. Con el  disfrute colectivo se evidencia que ha sido valioso  lo derivado de la actividad realizada.

 

14.- Ponernos en ejecución, dedicarnos a incidir para alcanzar objetivos económicos, políticos o sociales, es demostración de que estamos formados para ser laboriosos, que somos personas de empuje.

 

15.-  En el interior de  las masas populares de cada país hay que admirar a aquellos hombres y mujeres dispuestos a emprender con resolución, sin tomar en cuenta las dificultades que entrañan las metas que se imponen.

 

16.- Aquellos que en cada sociedad injusta accionan para cambiarla, son los llamados a afrontar, embarcarse en las misiones más difíciles y, por tal razón, con su dinamismo aportan a las grandes transformaciones sociales.

 

17.- Luchar por modificar la organización económica atrasada de un país, es un   compromiso que debe  asumir todo aquel que está  interesado en hacer la existencia  tolerable a la mayoría del pueblo.

 

18- En cualquier ambiente carece de sensibilidad el ciudadano o la ciudadana que tranquilamente acepta que la generalidad de sus connacionales vivan al margen del desarrollo social.

 

19.- La indiferencia no cuadra en ninguna persona. Es demostración de no hacer causa común con el statu quo, ponerse en tensión ante las injusticias.

 

20.- Los pueblos necesitan contar con mujeres y hombres motivados para producir cosas útiles, es decir,  ser productivos como trabajadores manuales, intelectuales, o luchadores sociales.

 

21.- Para salir adelante, cada país debe tener a ese ser dispuesto a desempeñarse, a dar rendimiento con sus brazos o intelecto, o lo que es lo mismo,   poner a funcionar las máquinas, o aportar conciencia social. Esforzarse  a los fines de que cambie la situación actual negativa, por una positiva para  el futuro.

 

22.- La persona diligente, laboriosa, operosa, esa es la que los pueblos necesitan para alcanzar el progreso. Aquellos que viven para holgazanear, son los mismos que contribuyen al atraso, a mantener un ordenamiento que genera pobreza.

 

23.- Cada integrante de la sociedad, debe estar listo para la faena, sin importar que vaya a ejecutar un oficio, profesión liberal o como activista político. El ocioso, el que permanece inactivo, es estéril, lleva una vida improductiva y se convierte en innecesario.

 

24.- Allí donde cada miembro de la comunidad aporta, hay adelanto; llega el progreso; florecen las aspiraciones y el avance deja ver la alegría para que desaparezcan  los pesares.