China está en las noticias, pero no en primera página, porque no está en el escándalo de espionaje (aunque todo partió de acusaciones en su contra), no está en conflicto alguno (aunque se encuentre en la línea de fuego tras el rearme atómico del Irán de los ayatolas), sin embargo, el proceso de transformaciones con vista al siglo XXI sigue en marcha.

El Instituto Berggruen de Gobernanza, un “think tank”, realizó un evento en Peking para conocer de primera mano “los secretos” del proceso de gobierno chino”, (cuyo reporte lo encontramos en el enlace siguiente:

http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/03/actualidad/13835 08512_555961.html). Ernesto Zedillo, el expresidente de México que produjo el fin de la dictablanda del PRI y Presidente del Consejo del siglo XXI, precisó que “Algo que pasa muy a menudo es que los observadores sobre China quieren mirar China a través del cristal al que estamos acostumbrados en Occidente, con nuestros propios valores y experiencias”.

Lluís Bassets, articulista de El País, advierte del conciliábulo del Comité Central del todopoderoso Partido Comunista Chino en una columna donde señala la discusión de los planes de apertura y liberalización para revertir el estancamiento relativo de la economía. (Ver http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/06/actualidad/1383764181_025433.html) Es un interesante paralelo entre el secretismo vaticano y el PCCh, digno de una novela.

Nathan Gardels, coautor con Nicholas Berggruen de un texto sobre gobernanza internacional en el siglo XXI,  presenta las líneas maestras de la línea evolucionista del pensamiento revolucionario chino.  Es decir, si han logrado llegar adonde están, ¿qué hacer para repetir con las nuevas condiciones?  (Ver el artículo interesante de Gardels en http://elpais.com/elpais/2013/11/08/opinion/1383910682_614492.html).

La noticia se ha filtrado: China quiere duplicar su ingreso (actualmente es de unos 18 mil dólares anuales per cápita)  para sacar a otros 200 millones de la pobreza luego de haberlo hecho con 600 millones, mejorando las condiciones de vida del campo y la ciudad, como lo señala la noticia sin mucha rimbombancia que hemos visto en: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/09/actualidad/1384005469_325484.html.

Como profesor de economía, debo explicar l a dificultad que enfrenta China: la trampa de los ingresos medios. ¿Cómo competir con otros países con ingresos menores como lo hizo ella misma en su momento con los países más desarrollados? El experimento parece que comenzó de forma discreta (aunque con mucha fanfarria): la zona de libre comercio de Shanghái, ya que la experiencia anterior se había concentrado alrededor de Hong Kong (recuerden a Shengzen) por lo que pasaremos del río Perla al Yang Tse, y de paso, convertirla en la punta de lanza del mercado financiero chino con la libre convertibilidad del yuan con las monedas internacionales. Para terminar, consulten esta noticia de la mayor zona de libre comercio de China en:

http://economia.elpais.com/economia/2013/09/29/actualidad/1380468089_303040.html

Como señala el reportero: “Queda por ver ahora hasta qué punto será capaz Pekín de soltar las riendas de su crecimiento en la nueva zona, como para que Shanghái logre de verdad ese lugar en la economía mundial.”