El sector café es uno de los sectores de la agricultura dominicana que posee los mayores niveles de asociatividad entre sus miembros, ya que 70 de cada 100 productores de café están congregados en cooperativas, asociaciones, núcleos o federaciones de caficultores; esa condición de los productores de café fue tomada en cuenta al diseñar la composición de la Junta de Directores del Consejo Dominicano del Café, CODOCAFE, que según la ley 79-00deberá estar compuesta de la siguiente forma: La Junta Directiva será presidida por el Ministro de Agricultura, y la componen también Director Instituto Agrario Dominicano (IAD), el Administrador General del Banco Agrícola de la República Dominicana (BAGRICOLA), el Director General de Foresta, cinco representantes de organizaciones de productores privados incorporados, cinco representantes de pequeños productores asociados, un representante de los productores café orgánico certificado, que pertenezca a organizaciones incorporadas, dos representantes de los exportadores, un representante de los torrefactores y el Director Ejecutivo.
Por mandato estatutario, cada dos años el CODOCAFE debe renovar los miembros de la Junta de Directores, lo que motiva que en estos días la institución esté inmersa en un proceso eleccionario en el que se deberá elegir a los gremios de productores de café que formarán parte de su Junta de Directores para los próximos dos años, debido aeso se llevan a cabo dos procesos eleccionarios regionales, uno en el sur y otro en el norte del país.
La lucha para lograr ser elegido y ostentar una representatividad como miembro de la Junta de Directores del CODOCAFE ha generado que algunos aspirantes a líderes en el sector café, con más cualidades de lúmpenes y delincuentes, que de caficultores, estén comprando con nombramientos, además de motivando, manejando y condicionando a miembros de organizaciones para usarlos en causas non sanctas, y los mismos se han dedicado a la tarea de inscribir y acreditar ante la comisión electoral del CODOCAFE a instituciones fantasmas y a instituciones títeres de caficultores con la finalidad de obtener los votos necesarios para seguir medrando y destruyendo a una institución en crisis y a la vez enferma por el favoritismo, el clientelismo y el tráfico de influencias como es el CODOCAFE.
La crisis de la caficultura dominicana tiene sus causas no solo en factores naturales como desastres climáticos, plagas y enfermedades, sino también en la descomposición institucional a la que en los últimos años ha estado sometido el CODOCAFE y algunas de las organizaciones que componen su Junta Directiva; la cual adolece de una falta de liderazgo para enfrentar los grandes retos a los que ha estado sometido el sector café en los últimos años.
Si bien es cierto que basados en la tan manida y mentada “democracia” el proceso eleccionario para miembro de la Junta de Directores del CODOCAFE es abierto, también es cierto que los procesos democráticos requieren de condiciones como son la auténtica representatividad de los actores y electores, la cual en este proceso está siendo secuestrada y manejada; también es una realidad que en el sector café conocemos al ciego durmiendo y al cojo sentado, y creemos que instituciones de productores con una trayectoria limpia y transparente como la Federación de Caficultores de la Región Sur, FEDECARES, y otras de igual trayectoria deberán tomar cartas en el asunto y proceder a incidentar un proceso cuestionado y viciado que solo pretende seguir perpetuando el tráfico de influencias y la corrupción en la institución que debería ser líder de un sector que ha tocado fondo y que está postrado en una agonía casi de muerte.