“La música provee espíritu al Universo, alas a la mente, vuelo a la imaginación y vida al todo.” – Platón
La música y la danza son manifestaciones culturales milenarias que proveen cohesión a la comunidad; a través de ellas se transmiten creencias, historias, creatividad, amor, odio, dolor y toda suerte de sentimientos. Entre las manifestaciones culturales más antiguas rodeadas de musicalidad, se encuentran aquellas alrededor de los actos ceremoniales vinculados a la muerte. En ese contexto, New Orleans mantiene la tradición de celebrar la vida al momento de la muerte, a través los tradicionales Funerales de Jazz (Jazz Funeral), así como también en la Segunda Linea (Second Line).
Los Jazz Funeral de New Orleans son el resultado de la manifestación cultural, aplicado a la necesaria solidaridad social imperante en el momento. Para la segunda mitad del siglo XIX surgieron las sociedades de enterramiento y beneficencia, cuyo objetivos eran los de colectar fondos para proveer servicios de salud y asistencia; así como para la construcción de hospitales y cementerios en las comunidades de afrodescendientes. Estas sociedades formaron bandas de música de viento (brass bands), compuestas por sus miembros; que por un pago adicional, organizaban los funerales y acompañaban los enterramientos de miembros prominentes de la comunidad con música y danzas.
El cortejo funebre estaba compuesto por los familiares del difunto, los miembros prominentes de la comunidad y la banda de música, que se denominaba primera linea (main line), mientras el resto de la comunidad acompañante se denominaba segunda linea (second line). Al escoltar el cortejo hacia el cementerio, la banda entonaba música sombría, principalmente himnos religiosos; sin embargo, una vez el cuerpo era dejado para el descanso eterno, a la vuelta del cementerio, la banda variaba el repertorio y era cuando se interpretaban piezas de jazz alegres y festivas. La segunda linea iniciaba a cantar, danzar y el funeral se convertía en una fiesta.
Durante la primera mitad del siglo XX los Jazz Funeral fueron separándose de los actuales Second Line, los cuales se han constituido en una actividad tradicional, apoyada por clubes, que cada domingo entre los meses de septiembre y mayo desfilan, bailan y cantan, al ritmo de coloridas Brass Bands en el main line; mientras el second line acompaña el cortejo manifestándose libremente al uso de momento.
Los desfiles de Second Line son una actividad que fortalecen el sentido de comunidad entre los participante y representa un signo cultural distintivo de la sociedad afrodescendiente; aunque modernamente los Second Line hayan sido asimilados por todos los habitantes de New Orleans, sin importar el color de piel. La representación coexiste con los clásicos Jazz Funeral, que han ido evolucionando en celebraciones dedicadas a adultos y jóvenes, tanto masculinos como femeninos, y no sólo a varones notables.
No obstante la evolución constante de estas manifestaciones culturales, y adaptación de los Jazz Funeral y Secon Line a los nuevos tiempos, lo cierto es que a través de ellos las comunidades siguen encontrando la forma de celebrar juntos la vida, aun en el momento de la muerte.