Decir que la Fed es uno de los principales culpables de la crisis que vivimos hoy en día, es quedar corto frente a la verdad. La Reserva Federal, o como se le conoce popularmente Fed, por sus siglas en inglés, fue creada en el 1913, bajo la ley Federal de la Reserva norteamericana y en realidad no es más que el sistema bancario encargado de guardar todos los fondos de los bancos en los Estados Unidos, aunque su rol ha crecido significativamente a través de los años, pues hoy en día además se encarga de regular la cantidad de reservas, las tasas de descuento (tasa de interés), así como la compra de instrumentos financieros.
Para tener una idea del poder económico de esa institución es importante decir que es autónoma, independiente del gobierno, aunque le "rinde cuentas" al Congreso, pero además, muy a pesar de que el período del presidente de la Fed es de 4 años, este puede ser reelegido tantas veces como lo desee el presidente estadounidense de turno, como fue el caso del legendario Alan Greenspan que se mantuvo por 19 años como presidente de la entidad.
Es increíble ver la gran influencia que el actual titular Ben Bernanke posee en esa organización financiera y cómo los mercados responden ante cualquier noticia que salga de su boca, como fue el caso del pasado miércoles que los mercados asiáticos, europeos y norteamericano mantuvieron un nivel de volatilidad espantoso, justo hasta el momento de su alocución.
Muchos economistas de la Escuela de Chicago y la Escuela Austríaca encuentran el papel de la Fed como un estorbo en el comportamiento de la economía y lo que sería sin ella una economía libre como es el caso del fallecido Premio Nobel Milton Friedman, que responsabilizó a la Fed de ser la causante de la Gran Depresión.
En lo que tiene que ver con la crisis de bienes raíces yo me atrevería a señalar a la Rerserva Federal como uno de los catalizadores de ella que luego se expandió a la crisis bancaria en el 2007-2008, al dejar las tasas de interés desde 2001 al 2004 entre 1-3%, que no es más que la tasa con la que los bancos se prestan unos a los otros para mantener el nivel de reserva requerido en sus cajas.
La disminución de las tasas de préstamos marcada por la Fed es un instrumento utilizado muy frecuente con la intención de añadir o substraer liquidez de los mercados. Sin embargo, no siempre se ha dado el resultado esperado y en muchas ocasiones en vez de resolver un problema, se agrava la situación, pues surgen acontecimientos mucho peores, como es la crisis de la economía actual.
De manera irónica, la Fed con Benarke a la cabeza, en las actuales circunstancias está aplicando la misma receta que creó la crisis bancaria y de los bienes raíces con el objetivo de sacar no tan sólo a Estados Unidos, sino hasta cierto punto a la economía global del estancamiento en que estamos sumergidos. La tasa se ha mantenido en 0.25 por ciento desde principios del 2009, aunque esta herramienta no ha sido suficiente para encender el motor, lo que nos lleva a lo que conocemos como ajuste cuantitativo .
El "QuantitiveEasing" por sus siglas en inglés QE, es un instrumento de política monetaria utilizada por los bancos centrales a fin estimular las economías. Este se implementa comprando instrumentos financieros de bancos y otras instituciones financieras con el propósito de crear liquidez colocando más dinero disponible en el mercado y facilitando los préstamos e hipotecas, así como también estimular la demanda.
Ahora bien, ¿De dónde viene este dinero? Sencillamente de la nada, es simplemente creado.
La Reserva Federal realizó la primera ronda de QE a finales del 2008 con más de 1 trillón de dólares en compras de activos, pero los resultados no se han sentido, con excepción del debilitamiento del dólar. Y la explicación es simple: al poner más circulante, esto refleja más inflación, sin prácticamente mover el nivel de desempleo.
Ya para el 2010 se anunció la segunda ronda conocido como QE II, con una aproximación a los 2 trillones de dólares, y es que en los últimos 5 años han estado maniobrando a fin de evitar lo que es inevitable: una severa recesión. Ya a La Reserva Federal le quedan pocos "tiros" y estamos tarde en el juego. Ya las tasas de préstamos entre bancos están virtualmente en cero (0.25%), se ha inyectado más de 2 trillones de dólares a la economía y el desempleo aún coquetea con el 10%.
Esta no es la primera vez que esta estrategia se utiliza, pues eso mismo aconteció en Japón en el 2001 cuando se colocaron más de 30 trillones de yenes, y si la historia nos sirve de testigo, está claro que los resultados no fueron nada alentador. Ya al país del sol naciente se le conoce el período 1990-2000 como la década perdida, creando el peor de dos mundos: inflación y estancamiento severo de la economía, factores estos que condujeron a la estanflación.
Muchas veces a corto plazo el colocar al mercado capital ayuda, pero a largo plazo complica el panorama como lo sucedido en la nación asiática en los 90 y la Gran Depresión en los Estados Unidos entre 1930-1940, y es que por más liquidez que se le inyecte a la economía como dice la Escuela Austríaca: "El mercado siempre tiene la razón" .
Los QE, y las tasas de interés mantenidas en casi cero han sido los principales responsables de la inflación artificial que tenemos y con posibilidad que se expanda en los próximos meses.
Esa realidad es preocupante, ya que lo último que necesita América Latina y Asia es que los dos mercados más grandes del mundo, Europa y Estados Unidos, mantengan un crecimiento pírrico.