La economía es una materia que a muchas personas les parece incomprensible y lejana. Sin embargo, forma parte de nuestra vida diaria. Aunque no seamos conscientes de ello, la economía no podría funcionar sin nosotros, ni nuestras familias ya que todos somos agentes económicos.

Los agentes económicos son aquellas unidades administrativas, productivas o consumidoras que participan de la economía. Pueden ser clasificados, según su actividad, en agentes de producción y de consumo.

El rol de la familia como agente económico juega un doble papel dentro de la economía, pueden ser agentes de consumo y a la vez propietarias de recursos productivos indispensables para que se realice la producción de bienes y servicios. Entre ellos, el principal recurso que aportan las familias es el trabajo.

Aunque vemos que la familia es el mayor portador de la economía, no todos disfrutan de los servicios básicos eficientes y suficientes que nos debe brindar el Estado y mucho menos para tener un mejor estilo de vida, sino simplemente una supervivencia diaria.

La familia ha resultado ser un activo social valioso a la hora de lograr una mejor educación de los hijos (y el sentido común indica la estrecha relación entre educación y desarrollo futuro de la sociedad) y de transmitir ciertos valores como la honestidad, el valor del trabajo esforzado, la preocupación por los demás que son esenciales para el funcionamiento eficiente de los mercados.

Así que para la economía somos tan importantes como las empresas o el Estado. Esto es así porque nosotros llevamos a cabo todos los días actividades que son decisivas para la marcha del sistema económico, somos quienes consumimos productos (naturales o elaborados) que son creados, transportados y vendidos por personas y empresas que dependen de nosotros para su existencia, nuestros padres, hermanos y abuelos trabajan y ganan un sueldo que les paga una empresa o una persona, o bien tienen su propio negocio y necesitan comprar o producir artículos que luego venden y a la vez todos pagamos impuestos al Estado para que este organice los servicios básicos del país. El estado además también consume productos.

El ser humano y más como familia es el pilar de la economía y su papel es mantener un desarrollo diario y superar sus mismos desafíos, cuando actuamos como tal, podemos mejorar individual y en grupo, lo que hará que la familia tenga un mayor reconocimiento y pueda disfrutar de la misma “Economía”. La educación financiera debe salir de la base familiar y abogar que en las escuelas incluyan como asignaturas básicas la educación financiera, porque es la base que nos garantiza un desarrollo económico personal y es que la economía incide en todos los aspectos de nuestra vida y por ende, también en la relación con tu pareja y los miembros de tu familia.