En los últimos meses se ha dado a conocer nombres de funcionarios que han incurrido en actividades no muy claras y se han enriquecido. La corrupción ha sido uno de los temas en la actual campaña. Todos dicen que la detendrán, pero por lo visto no hay esperanza de que esto concluya. Nuevos millonarios, ricos y personas que han ascendido de una clase socioeconómica baja a una media-alta y alta, sin explicación alguna, salvo su paso por el Estado, es lo que nos ha dejado de herencia estos últimos dieciséis años.

Pero creemos injusto que sólo esta lucha se limite a cuestionar a los grandes funcionarios y se deje a un lado a los que tienen sueldos sin ir a trabajar y sin justificar lo que se recibe – las famosas "botellas" y/o ayudas por pertenecer al partido-. Más que el gasto en la campaña, que ha sido brutal y abusivo, se debe cortar con la práctica de privilegiar a personas con un sueldo por compromiso, sin que estos vayan a trabajar.

Al ver los diferentes movimientos de apoyo a uno y otro candidato, nos damos cuenta de que esto no lo salva nadie. ¿Cómo es posible que una persona que aspira a la presidencia esté acompañado de alguien que sin trabajar reciba un sueldo? A pesar de la ley de transparencia y de que en la mayoría de los portales digitales de los diferentes ministerios presentan la nómina de cada institución, es imposible darse cuenta de las botellas y/o dádivas que se otorgan a diferentes personas.

Otros casos son los de personas que sin pertenecer a ningún partido político han encontrado la manera de permanecer en sus trabajos y vivir del cuento para no cumplir con sus respectivas responsabilidades, escudándose, en muchas ocasiones con argumentos y excusas ridículas y con el desconocimiento de las autoridades en ese tema, han podido sobrevivir en sus puestos.

Se presenta una nueva oportunidad para la persona que sea agraciada por el voto y se convierta en el presidente de todos los dominicanos y residentes en el país. Si es cierto que se quiere terminar con la corrupción y a pesar de estar acompañados de personas que han incurrido en esta actividad, lo primero que se debe hacer es una investigación sobre quiénes cobran sin trabajar, quiénes han vivido de excusas para mantenerse en sus puestos y quiénes reciben dádivas -con el nombre de botellas o ayudas- por pertenecer a un partido.

Es tan corrupto el que utiliza  los recursos del Estado para enriquecerse, comprando yates, relojes o financiando aspiraciones de otras personas que nada tienen que ver con la República Dominicana, como el que recibe un sueldo sin ir a trabajar, porque es el Estado y el pueblo dominicano que tiene que pagar todas esas cuentas. Ladrón no es quien roba mucho, ladrón es quien roba.

Si se corrige esta práctica indolente y corrupta, se estaría haciendo lo que nunca se ha hecho, y se comenzaría a tener un mejor país, pero para todos.