En la coyuntura actual hay razones que infieren que el  PRM y  Luís Abinader se encuentran en su mejor momento para ganar las próximas elecciones en República Dominicana. Hoy, hay debilidades que marcan al PLD: débil conducta ética, natural agotamiento y ruptura interna después de 16 años ininterrumpidos en el poder. A continuación algunas razones que explican las posibilidades para que Luis Abinader sea el próximo presidente

PRIMERO: Desde el año 2019 el rechazo a la reelección de Danilo Medina fue un hecho político de altas repercusiones, no obstante, éste, disponer de una alta valoración. Aproximadamente el  70% de respuesta de contraria a la reelección marcó la tendencia. Respuestas dadas por simpatizantes del  PRM, leonelistas y gran parte de segmentos independientes de la sociedad dominicana. Esta línea de pensamiento tomó mucho cuerpo en el imaginario social  dominicano.

SEGUNDO: La ruptura del PLD ha sido la gran oportunidad para Abinader posicionarse como principal figura del electorado. Antes de la salida de Leonel del PLD, este partido se mantenía como la principal fuerza electoral. Si bien es cierto que Abinader se mostraba puntero en las encuestas, en el mercado electoral las condiciones de fortalezas eran muy igualitarias y con un porcentaje alto de indecisos. El único partido que creció fue el PRM. Hoy, el éxito de Leonel es la derrota del PLD. Éxito que saborea Leonel, aún perdiendo las elecciones.

TERCERO: Gonzalo Castillo no es Danilo. La “imposición” del penco, como candidato de última hora, produjo desanimo al interior del PLD. Danilo Medina siempre ha tenido más aceptación que Gonzalo Castillo, aunque con Danilo, en caso de haberse habilitado, también se tendrían condiciones que limitarían su avance, por las debilidades antes descritas. Y esto es así, porque el alto porcentaje de oposición a la reelección, que aunque no era un rechazo de inmensas dimensiones al Gobierno, si había un hartazgo con el modelo de reformar la Constitución para habilitar a un presidente.  Gonzalo Castillo se observó como un advenedizo sin luz propia, con muchos recursos, sin aportes visibles a la construcción del PLD y alta tasa de rechazo, según los sondeos; todo lo contrario a Danilo, Margarita, Domínguez Brito, Etc.

CUARTO: En el país hay un hartazgo con la corrupción. Los estudios de opinión lo revelan. La respuesta del Gobierno ha sido contraria a las expectativas sociales. El mantener a Jean Alain Rodríguez como  Procurador General ha mandado un mensaje de poca voluntad política para enfrentar la corrupción. El manejo pésimo de los casos de Odebrecht, Punta Catalina, OISOE y una cadena de impunidades provocó el surgimiento de Marcha Verde, que colocó prioritariamente  el tema de la corrupción dentro de los primeros lugares del ranking de problemas identificados por la población. La corrupción pasó en la percepción ciudadana del lugar 17 al lugar 1 en algunas encuestas. La humillación a la jueza Miriam Germán y a su hijo autista fue una torpeza política que rebozó la copa del vaso que ya estaba lleno de indignación.

QUINTO: Las elecciones municipales ganadas por el PRM. El PRM ganó las principales cabeceras de provincias que son decisorias electoralmente. En el gran Santo Domingo, donde se concentra más del 33% de la población electoral, el PRM obtuvo victoria con amplísimos márgenes. El PLD perdió las principales provincias del Este y las más importantes del Sur y el Cibao. El control de las principales alcaldías del país por parte del PRM crea mejores condiciones de correlación de fuerzas favorables para la competencia electoral.

SEXTO: Nueva estructura del PRM. Es el único partido que renovó su estructura partidaria con nuevas figuras. Los demás partidos, incluyendo la Fuerza del Pueblo y los partidos de vagón, continúan con sus figuras históricas y tradicionales, en un país que demográficamente está compuesto por jóvenes y adultos no muy mayores. El presidente, la secretaria general y el propio candidato del PRM son figuras que no tienen 25  años haciendo vida política pública.

SÉPTIMO: Abinader podría ganar en primera o segunda vuelta. En primera vuelta por efecto de la polarización. En una sociedad sin diferencia ideológica en los partidos, al final de la campaña el voto tiende a moverse hacia el que va a ganar. También, el coronavirus podría provocar un espíritu de no regresar a votar. Si hay segunda vuelta, Leonel Fernández negociaría la derrota del PLD, medio Gobierno con Abinader o su candidatura del 2024 con Danilo Medina. Guillermo Moreno, cuyo porcentaje de voto podría ser importante, tendría dos caminos: apoyar a Abinader o dejar en libertad a sus votantes, porque apoyar al PLD sería su sepultura.

OCTAVO: Amplios segmentos de clase media se manifiestan contrarios a continuar con el apoyo al PLD. La institucionalización de los programas sociales del Gobierno del PLD para combatir pobreza ya no representan peligro de no continuidad, gane quien gane. Esto permite que amplios segmentos de la población que se mantienen en pobreza tengan autonomía para migrar sus votos hacia otras opciones. Los pobres, muy beneficiarios de la política del Gobierno, en su totalidad no necesariamente guardan total fidelidad partidaria.

El PLD cuenta con la maquinaria electoral y económica organizada más grande de República Dominicana. El día D, el día de las elecciones, es un gran día en el cual los partidos políticos penetran con altísima agresividad al mercado electoral. Será un día de luchas en territorios y en colegios electorales. Aunque las encuestas marcan a Luis Abinader a mucha distancia de Gonzalo Castillo, ese día D será decisivo para que los abinaderistas apuesten a evitar una segunda vuelta, que es el gran proyecto del PLD.

Finalmente, el PLD, después de 16 años ininterrumpidos en el poder, en caso de perder las elecciones, iría a un retiro que lo podría llevar a oxigenarse, despulgarse, renovarse o en contrario sepultarse y el leonelismo u otra fuerza política surgir como contrapesos.