A algunos les resultó un tanto descabellado cuando meses atrás, en este mismo medio, pronosticamos que contabilizados los votos de las elecciones del próximo 2016, los miembros del PRD Institucional tendrían que salir a recolectar firmas para lograr su reconocimiento por haber perdido la organización su personería jurídica, a raíz de una pobre participación en los comicios. Tal vez, esos mismos, sean quienes hoy favorezcan nuestro augurio. (http://acento.com.do/2014/opinion/8145090-el-prd-podria-perder-su-personeria-juridica)

Y es que sin lugar a dudas, si en vez de ser presidenciales, congresuales y municipales, los próximos comicios  solo fueran para escoger al primer ejecutivo de la nación, de seguro que el futuro de la personería jurídica del Partido Blanco se tornaría evidentemente lastimero, sobretodo, después de la publicación de los resultados de la encuesta Penn & Schoen, que da a esa organización un pobre 6% en la presidencial en cualquier escenario que se presente, lo que evidencia el franco declive del PRD Institucional.

Es innegable el desplazamiento progresivo de perredeístas que se han estado mudando hacia el PRM, la nueva fuerza política que aglutina  a los líderes tradicionales del Partido Blanco, que se han visto forzados a  trillar otra vía de acceso al poder al ver cerrada las posibilidades conciliatorias con el grupo de Miguel Vargas, que por lo visto quiere el santo y también la limosna.

Resultaría paradójico que el Partido Revolucionario Dominicano que en las últimas elecciones presidenciales fue la fuerza política que compiló la mayor cantidad de votos, tuviera que andar como el rey Edipo, casa por casa, implorando firmas para su reconocimiento. Pero por suerte, sería muy difícil que tal escenario pudiera darse, gracias a la modificación constitucional del 2010 que permitió la reunificación de las elecciones para escoger a todos los funcionarios electivos del Estado.

Mientras tanto, creemos que el doctor José Francisco Peña Gómez, podrá seguir descansando en paz, porque es poco probable que su organización pierda la personería jurídica, en el entendido de que por lo menos con algún regidor será agraciada, y esto le permitirá seguir trillando la ruta del reconocimiento, aun no alcance el porcentaje que establece la ley.