Al acercarse las elecciones del 2016, faltan apenas 8 meses, el partido de la Liberación Dominicana sabe que si no consigue de nuevo los votos de sus aliados perderá las elecciones, pero como siempre, intenta conseguirlos tratando de disminuir a los demás para ceder lo menos posible del pastel electoral. La táctica ahora es inflar la intención de votos del presidente candidato, táctica que se desmorona cuando buscan desesperadamente los votos de otros partidos, si están tan altos y barren solos, a que ceder puestos electivos de considerable importancia?

Desde ahora y hasta que se firme el acuerdo con los partidos que decidan seguir apoyando al PLD, estos y sus dirigentes serán cortejados, mimados y tratados como se merecen, una vez se firme el pacto volverán a ser los molestosos dirigentes políticos de partiditos que no representan a nadie.

Sin embargo, esos partidos son los que le han dado el triunfo al PLD en todas las elecciones en que estos han salido airosos, analicemos el caso de las ultimas elecciones, las del 2012. En esas elecciones el Partido de la Liberación Dominicana consiguió 2,323,150 votos frente a su adversario de entonces, el Partido Revolucionario Dominicano que obtuvo 2,129,997 votos, una diferencia de 193,153 votos a favor del PLD, equivalente a un 4.26% de los votos emitidos.

Sin alianza, las cosas hubiesen sido distintas ya que el PLD como partido solo logro 1,711,737 votos para un 37.73% mientras el PRD obtuvo 1,911,341 votos para un 42,13%, es decir, de partido a partido el PRD saco 199,604 votos mas que el PLD, una diferencia mayor que la que le dio el triunfo al PLD al sumársele sus aliados, que le aportaron un 13.48% de sus votos mientras los aliados del partido blanco solo aportaron un 4.82%.

En esas elecciones el partido determinante para el triunfo del PLD fue el Partido Reformista Social Cristiano que aporto 266,461 votos, un 5.87% de los votos emitidos y un 43.54% de los votos aportados por los aliados al PLD. Sin el PRSC el PLD hubiera perdido las elecciones del 2012, ya que si se restan sus votos a los de los aliados al partido morado este solo hubiera sacado un 45.34% del total de votos frente a un 46.95% del PRD y sus aliados, esto hubiera presentado un escenario de segunda vuelta en el cual los votos reformistas hubieran valido oro tanto para el PLD como para el PRD.

A mi entender al reformismo le conviene que el PLD salga del poder y enfrente la justicia, que la lucha entre danilistas y leonelistas se acentúe y que esto haga que miles de reformistas que se acomodaron en el PLD retornen a su partido si este elabora una estrategia inteligente y le abre las puertas de par en par. Pero como siempre, desde 1996, los que hacen el papel de Caballo de Troya a lo interno del reformismo prefieren seguir disfrutando las migajas que les tira el PLD en lugar de luchar para que el partido obtenga una mayor y mejor cuota de poder que no sea únicamente algunos puestos públicos de segunda y tercera categoría.

Para el PLD los votos reformistas tienen el valor que estos le dan a continuar manejando el presupuesto como una caja chica, a la impunidad que le da el control de la justicia y a la docilidad de un congreso que le aprueba todos y cada uno de los prestamos que procura para mantener un ejercito de parásitos cobrando sin rendir ninguna labor para el Estado.

Pero como es común en su accionar, intenta disminuir el aporte del PRSC para darle migajas cuando esos votos para ellos valen oro. Si el PRSC quiere crecer y llegar a ser una opción en el 2020 debe darle una patada en el trasero al PLD y enviarlo a la oposición para que enfrenten su destino, la justicia. Tan solo deben mirarse en el espejo de los peledeistas en 1996 y ahí encontraran la oportunidad de regresar al poder.