La cultura de impunidad que impera en nuestro país es totalmente salvaje. No podemos seguir con los ojos vendados, los oídos sordos y la boca cerrada. La corrupción nos afecta a todos, no importa la tendencia política que usted tenga, usemos eso que llaman "Sentido Común", exija mecanismos de consecuencia, no se haga cómplice de la corrupción con la inercia o con la indiferencia, no use el conformismo para justificar lo incorrecto. Estamos cansados de escuchar esa popular frase ‘’Todos hacen lo mismos’’ ‘’Roba pero al menos hace’’, vamos a cambiar ese patrón, no sigamos viviendo bajo la sombra de la impunidad, no podemos seguir conviviendo en el silencio.

Esta descarada impunidad lo que busca es generar frustración, que nuestra sociedad tenga la sensación de que no hay más nada que hacer, busca fecundar la impotencia y la desesperanza, para que con esta forma burda y perversa de manipulación el pueblo llegue a la resignación. Entonces es cuando aguantar y seguir luchando por los ideales se convierte en una utopía, y  acostumbrarse es una forma de sobrevivencia. Esto es lo que quieren los verdugos y corruptos de nuestro país; pero está en nuestras manos no permitir estos actos viles y macabro que vulnera derechos y corrompen nuestra sociedad.
Recuerde que la corrupción es una plaga multiplicadora que solo beneficia a unos cuantos, mientras empobrece al pueblo, que la corrupción reduce la rentabilidad social, debilita nuestras instituciones, frena la inversión, ahuyenta la cooperación internacional para el desarrollo, promueve el individualismo, disminuye la credibilidad de los partidos políticos, afecta la gobernanza y el buen gobierno, nos hace ineficientes, afecta los procesos de transparencia, menoscaba el crecimiento y promueve la desigualdad entre otros grandes males latente en nuestra sociedad.

En conclusión la corrupción esta íntimamente ligada a la pobreza de los pueblos, y la impunidad al deterioro del sistema democrático. Por tanto, se hace mandatorio que trabajemos unidos para  impulsar ese objetivo de construir un mejor país, que seamos promotores de una cultura de integridad, que deploremos estas prácticas nocivas, que cambiemos de mentalidad, seamos rebeldes, y hagamos una revolución de conciencia.