Para hablar de divisiones y en especial de sus posibles soluciones, debemos comenzar por un recuento histórico que nos enrostre las causas de las diferencias existentes:

El PLD llega a dirigir la cosa pública en el 1996 y accede al poder por unas circunstancias muy especiales, producto de la división y el antagonismo de las dos principales fuerzas políticas de entonces –El PRSC y el PRD– que trajo como consecuencia que el PRSC apoyara a la tercera fuerza política, representada por el PLD. Este primer período se caracterizó por un PLD unido, en el que teníamos un carismático presidente Leonel Fernández que hacía las de Canciller y un poco carismático secretario de la presidencia que hacía de Presidente de la República.

Al final de ese período, Danilo Medina lanza su candidatura presidencial y pierde en las elecciones del 2000 ante el PRD y el Ing. Hipólito Mejía. Fue en esas elecciones que se comenzó  a mal administrar el compañerismo y la amistad, pues terminadas las elecciones, algunos Danilistas argumentaron que el gobierno no le había dado el apoyo necesario.

Pasó el gobierno del PRD 2000-2004 y luego retornó al poder el PLD y el Dr. Leonel Fernández. En el 2006 Danilo Medina manifiesta su intención de lanzar su precandidatura presidencial para las elecciones del 2008, mientras algunos de sus compañeros entendían que la carta del triunfo era Leonel Fernández. Hasta ese momento Danilo Medina tenía un altísimo nivel de simpatía e incluso de agradecimiento a lo interno del partido, pues prácticamente era Danilo quien quitaba y ponía funcionarios, o por lo menos esa era la percepción. Luego Leonel Fernández también lanzó su precandidatura.

En este momento es cuando comienzan a rasgarse las relaciones entre los compañeros de una y otra tendencia; de un lado teníamos a un Danilo Medina que en principio contaba con la mayoría de los compañeros del PLD y del otro lado teníamos a Leonel Fernández ostentando el poder, amenazante y marginando a los que no se alineaban con sus aspiraciones releccionistas. Luego todos recordamos las palabras del propio Danilo Medina: “Me derroto el Estado”.

Entonces en las elecciones el Dr. Fernández Reyna fue relecto para un segundo período consecutivo, pero en esta ocasión su elección se hace bajo una constitución que prohíbe elecciones consecutivas. Este nuevo cuatrienio 2008-2012 se caracterizó por ser un gobierno de los peledeistas alineados con la tendencia de Leonel, dejando por fuera a casi todos los que apoyaron la candidatura de Medina.

Para el 2010 comenzaron a manifestarse las aspiraciones a precandidaturas, recordamos a José Tomás Pérez y el propio Danilo Medina; pero los colaboradores de Leonel comenzaron a explorar fórmulas para una reelección consecutiva, llenaron el país de vallas y afiches, recolectaron dos millones de firmas, etc., pero la sociedad civil, la oposición y gran parte de su propio partido estaba en contra de esta aventura. Posteriormente sorprendió con su precandidatura la primera dama Margarita Cedeño de Fernández y cuando decimos que sorprendió lo decimos porque sorprendió al propio Presidente Fernández.

Luego de plantear todas las opciones habidas y por haber, al fin desistieron de la idea de cortarle el camino a Danilo Medina, pero con la primera dama de vicepresidente, y con una actitud muy pasiva lo vieron convertirse en candidato. Al inicio de la campaña esas fuerzas Leonelistas no parecían integradas, ni mucho menos entusiasmadas con la idea de que ganara Danilo; sin embargo surge una amenaza del grupo opositor y esto provoca que todos los peledeistas trabajaran con dos objetivos diferentes, pero que conducían a lo mismo: Los Danilistas trabajaban por ganar las elecciones y alcanzar el poder; mientras los Leonelistas trabajaban para que Hipólito Mejía no llegara al poder, debido a que éste los amenazó con someterlos a la justicia.

En lo que va de este período Danilo Medina ha gobernado con su gente, pero no ha dejado por fuera a los Leonelistas que también lo apoyaron. A pesar de esto se han profundizado las diferencias de ambos grupos, pues las dos figuras se han mantenido compitiendo por la principalía en los medios de comunicación, a Danilo le corresponde por ser el Presidente y Leonel quizás por no querer perder vigencia, sin pensar que luego de 8 años de gobierno y el desgaste que esto representa, lo aconsejable era todo lo contrario, salir de los escenarios y asumir una posición pasiva.

Recientemente, el Ministerio Público finalizó una investigación por lavado de activos y otros ilícitos penales en contra del Ingeniero Felix Bautista y otros individuos que la investigación arrojó que estaban involucrados, por lo que el procurador, con la independencia que lo caracteriza, los sometió ante la Suprema Corte de Justicia. Esto ha traído como consecuencia la típica defensa del acusado que alega persecución política, hace un contra ataque y una contra acusación.

La sociedad dominicana observa indignada cómo el último estandarte de la política dominicana, el PLD, es sometido a la luchas de tendencias, igual que lo hicieran el PRSC y el PRD, y es llevado al borde de la división.

¡Una esperanza!

Como ya hemos mencionado: el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es mucho más que Danilo Medina y Leonel Fernández, es un partido político fundado por el Profesor Juan Bosch y cimentado en los más altos principios,  que fue capaz de trascender después de la muerte de su líder y fundador, que ha comenzado a dar claras muestras de su capacidad de ser una fábrica de presidentes, pero que además cuenta  con una cantera de hombres y mujeres con la capacidad y la experiencia de dirigir y administrar con éxito la presidencia de la república.

Analicemos entonces a cada uno de los precandidatos que han manifestado sus aspiraciones y veamos cual encarna más la necesaria unidad del partido:

–          Temístocles Montas, uno de los más capaces y con gran experiencia de estado, pero que desde que comenzó su campaña quiso polemizar y antagonizar con el estilo de gobierno del expresidente Fernández, por lo que se ganó la animadversión de los Leonelistas.

–          Reinaldo Pared, aunque no ha enfrentado el estilo de ninguna de las tendencias, se ha tratado de vender como el candidato de los Danilistas e incluso la acusación que se le hace al Procurador, es porque lo vinculan con esta precandidatura.

–          Radhames Segura, aunque bien podría ser señalado como independiente, a nuestro entender su figura aún no está madura y no ha generado los niveles de simpatía indispensables para ganar unas elecciones presidenciales.

–          Por ultimo queda el más carismático, con menor tasa de rechazo, jefe de campaña y conductor de los éxitos electorales de ambas tendencias, ministro en ambos gobiernos y tan amigo de Danilo como de Leonel: Francisco Javier Garcia, que es el que más encarna la necesaria unidad del partido, el que conoce las interioridades de las bases peledeístas, el que conoce a toda la dirigencia media y tiene gran simpatía entre los miembros del Comité Central, del Comité Político y de las dos tendencias del PLD.