Cuando los discípulos cambian de maestro, la enseñanza cambia de rumbo. Ahora resulta que los reeleccionistas, optaron por ser Alumnos de Mijaíl Bakunin y no de Juan Bosch. Los Kung Fu culebra blanca fueron en la izquierda dominicana los portaestandartes del centralismo democrático del Partido Comunista de China, cuya concepción extremista arbitraria establece que todo sentido o método democrático se somete sin discusión al centralismo jerárquico, coloca éste por encima de la democracia misma. Usted se somete sin opinar y disentir o lo someten. Usted acepta o paga el precio.
El centralismo democrático boschista coloca y postula la democracia como forma política superior, en la que prima la unificación de criterios y, también, concibe la democracia como el hecho histórico social más valioso de la humanidad. El centralismo democrático boschista, tiene la democracia como el supremo bien en el que la libertad y la seguridad económica, son los dos pilares de una vida social armoniosa.
Las diferencias entre el boschismo y los culebras blancas-PACOREDO reeleccionista de palacio, son las mismas que Tuvieron Bakunin y Karl Marx. Bakunin a diferencias del marxismo creía que la suerte de las masas europeas podría mejorar con el capitalismo, convirtiendo el proletariado en pequeño burgueses y, al estar estos conformes con su nueva situación, perderían el fervor revolucionario.
El anarquismo apeló en cambio a otros dos tipos de personas: a los jóvenes educados y los fanáticos, quienes inflamarían al lupenproletariado y llevasen a cabo huelgas y revueltas. Igual a los anarquistas, los reeleccionistas entienden que: “su último resorte es una forma extrema de esperanza irracional. Esta esperanza les dice que, de alguna manera, la historia será transformada por un acto apocalíptico de voluntad colectiva. No había necesidad de salvar nada y nada tenía que ser construido.”
La realidad histórica que mejor retrato nos da, es las diferencias y contradicciones irreconciliables entre Marxistas y Anarquistas, que facilitó al dictador Franco destruir en España la II República. Parecería un extremismo racionalista plantear que los fundamentos ético-morales del releccionismo están acompañados por la intencionalidad de llevarse a su paso o destruir lo que fuese necesario para alcanzar su objetivo de “hacer lo que nunca se ha hecho,” imponer la reelección sin tener los votos moralmente necesarios en el Congreso de la República. Aun cuando el precio sea terminar de borrar lo poco que queda del peledeismo boschista, es irreversible su destrucción.
Las diferencias entre el boschismo y los culebras blancas-PACOREDO reeleccionista de palacio, son las mismas que Tuvieron Bakunin y Karl Marx
El discurso semiótico que como doctrina impulsa al releccionismo se expresa y manifiesta en la concepción relativista-y anarquista en el siguiente juicio del pensamiento de Bakunin, Tolstoi y Giuseppe Fanelli: “Los orígenes de la sociedad, Según Rousseau, radican en su acuerdo para perder parte de su primitiva libertad por el bien de la comunidad. Bakunin en absoluto, no estaba de acuerdo: es la comunidad la que crea la libertad. El anarquismo fomenta la responsabilidad social sustituyendo los dictados del Estado por la presión en la opinión pública, la visión de la tribu. Hombres y mujeres encuentran su verdadera naturaleza y libertad en los demás y la sustentan mediante el trabajo. Pero primero deben destruir las instituciones que los aprisionan, romper los “grilletes forjados por la mente,” destruir a fin de crear.” (BARCELONA, Robert Hughes, pág. 530, Editorial Anagrama 1992)
La mala hora que atrapa en forma de venenosa serpiente al Partido de la Liberación Dominicana, hoy con el Anarquismos y en el pasado reciente con el Neoliberalismo, parece una suerte de tragedia, aparentemente y a simple vista, sin explicación y sin causa ni razón.
Asumir el dilema político que ha generado el fanatismo reeleccionista actual y siempre en la sociedad dominicana, desde esta perspectiva es muy simplista. La doctrina anarquista, sustancia del releccionismo de palacio, se apoya en la visión anarquista-ético relativista de Bakunin y en el método del discípulo más aventajado de esta doctrina, Joseph Fouché, genio tenebroso dueño de una personalidad maquiavélica, siendo este personaje un ejemplo excepcional de la maldad, la ingratitud y la mezquindad que caracterizan a los seres humanos.Todo luce que el libro de cabecera de los reeleccionistas culebra blanca son las cuarenta y ocho leyes del poder.
El Cardenal López Rodríguez y el empresario Pepín Corripio, tratan de mediar en la crisis pld-reelección en un claro esfuerzo infructuoso. Obviando, ambos, de forma ingenua, que para la mentalidad anarquista la iglesia por una parte, con su doctrina de postración moral del hombre y; el Estado, por el otro lado, que degrada a sus ciudadanos con sus obligaciones en forma de imposición, según Bakunin, la autoridad de uno y otro, es causa de todos los males de la sociedad y debían ser eliminados.
Como explica Juan Bosch esta conducta de la llamada clase media o pequeña burguesía viciosa, que destruye gradualmente el boschismo y el Partido de la liberación Dominicana como proyecto de compromiso social: “Como consecuencia de esa actitud, los dominicanos medios no han establecido todavía una escala de valores morales; no tienen lealtad a nada, ni a un amigo ni a un partido ni a un principio ni a una idea ni aun gobierno. El único valor importante es el dinero porque con él pueden vivir en el nivel que les pertenece desde el punto de vista social y cultural; y para ganar dinero se desconocen todas las lealtades” (Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana, Juan Bosch, pág. 68)
¿Hasta dónde quieren llegar los reeleccionistas? ¿Que pretenden destruir a fin de crear qué?
El uso soberano que reserva el art.5 de los Estatutos del Partido, literal d, en su último párrafo y g, faculta a los miembros del partido sin importar su jerarquía, cuando hay problema de legalidad, legitimidad e institucionalidad, como lo es el conflicto creado por la decisión ilegal e ilegítima del Comité Político, con relación a la reforma constitucional. Que dada, las condiciones que la misma reserva, todo miembro puede hacer uso del derecho habilitado de impugnación.
No se necesita mucha imaginación para establecer que la forma y manera, como se ha manejado el tema de la reforma constitucional-reelección y su envío al congreso constituye un acto profundamente antidemocrático y desafiante, por carecer esta acción del consenso al interior del PLD, del resto de la sociedad y, los demás partidos políticos.
El proyecto de modificación no es al Comité Político donde debe regresar, ni al Comité central, sino, al Congreso del Partido, que es la instancia orgánica que tiene competencia en materia de Objetivos y línea estratégica nacional e internacional, y, donde se puede expresar de forma universal y democrática las bases del partido y sus organismos (Est. Pld art. 10,11, 12-b).