En cine un plano es un encuadre cualquiera de cámara, es el cuadro que vemos en la pantalla de cine o televisión. Cuando vemos una conversación entre dos personas en una película la cámara hace un salto de cara a cara. A ese salto le llamamos un “ping pong” de plano a plano, o un juego de dos planos. En un ping pong entre dos planos la cámara corta constantemente de un plano a otro para que el espectador pueda ver la cara del personaje hablando, dando a entender su diálogo. Esta técnica se puede ver en la mayoría de las películas en el mundo. Es un método de rodaje común y difícil, pero cada encuadre de cámara puede ser controlado estáticamente en lo que es luz, decorado y hasta en sentimientos del actor por un corto tiempo, dada la oportunidad de que si falla cualquiera de estas variables nos podemos ir rápido a otro plano por corte.

Existe otro método llamado el Plano Secuencia, en el cual la cámara nunca corta. Puede quedarse en un solo lugar o moverse en toda dirección pero siempre se queda en ese mismo plano, dándonos un solo punto de vista de la historia. Por los primeros 90 años del cine un plano secuencia solo podía durar 8 minutos antes de cortar. ¿Por qué? Porque una cámara de cine solo aguantaba dos rollos de película de 4 min. Hoy en día con el digital podemos grabar todo el tiempo que sea necesario.

El plano secuencia es el método más difícil de rodar una película, es usado solo por los mas experimentados de los directores. ¿Por qué? Porque el poder controlar una atmósfera por tiempo ilimitado es un trabajo muy difícil.  En el plano secuencia es donde más se parece el cine al teatro. Hay que coreografiar largos tiempos de movimiento, la actuación no para, la iluminación (si es artificial) debe colocarse en lugares donde no pueda ser vista por la cámara o camuflajearla como el decorado. El decorado debe siempre ser un lugar que represente la realidad de la historia (ejemplo: si estamos en los años 50, que no se vea nunca un carro del año 2000 en cámara).

La realidad de una historia se puede romper en cualquier fallo técnico o artístico. Un actor no muy experimentado puede perder la realidad con una pequeña mirada. O un pequeño movimiento de cámara nos revela el límite del decorado revelando el escenario. Estos son dos de los innumerables fallos que pueden ocurrir y estos se van multiplicando mientras transcurra el tiempo. El lograr un plano secuencia de  más de 1 minuto es un logro impresionante y confirma que el autor de la obra domina su arte.

Algunos grandes ejemplos si desea buscarlos: La película completa “Birdman” del director Mexicano Alejandro Gonzalez Iñárritu. La escena del estadio de futbol de la película “El Secreto de sus Ojos” del Director Argentino Juan José Campanella.  La escena del triciclo de la película “The Shining” del legendario Stanley Kubrik y la escena de la granja en la película “El Espejo” de Andrie Tarkovsky.

La próxima vez que vea una película y se de cuenta que la cámara no corta en mucho tiempo recuerde lo difícil y elaborado que es el trabajo de ese grupo de personas.