Recientemente un amigo cantautor a quien aprecio bastante ha puesto a disposición del público su primer trabajo musical llamado “Pirómano”, se trata de Manny Lora o Manny Áudico como él mismo ha preferido llamarse. Como ilustración presento la definición: un pirómano es definido como una persona que posee cierta tendencia patológica a armar incendios.
Lo de incendio creo que no podía ser más ajustado a la línea del disco pues, Precisamente, es un paseo por las encendidas ideas de un joven que procura, en los acordes de una guitarra, recoger en sus arpegios las sonrisas y lágrimas del amor y el desamor. Canciones con la posibilidad de ubicarlas para siempre en el paisaje emocional de los sentimientos. Canciones que nos enseñan a ver desde lo más profundo de sus letras que siempre hay algo por qué escribir y alguien por quién mantener vivo el amor o el compromiso social.
Manny Áudico se desplaza desde la reflexión de la situación que se vive en la arteria comercial de la Duarte con parís, hasta las fibras sensibles de un corazón que late enardecido ante la razón de su latir: la mujer.
Escucharlo nos incita a pedir prestado un color para pintar la vida que sólo tiene sitio en nuestra paleta única, en el paisaje de la memoria que como un arcoíris pinta de colores intensos los sentimientos, los disuelve en el néctar del romanticismo o de la reflexión social y como elixir que se aposenta en el corazón sediento de vivir es vertido por las glándulas gustativas del oído.
El pirómano Manny Áudico es esa metáfora que trasciende lo simple y nos transporta hacia un mundo donde podemos abrir nuestro catálogo de nostalgias y dar riendas sueltas a los recuerdos donde la única sonrisa que se dibuja en nuestra tez es en el momento en que aparece ella…
Su lírica es desafiante y como puro efecto de la pirotecnia nos asoma a los fueguitos del alma y nos detiene ante ella… a la que cada uno lleva tatuada en su memoria.
Felicidades Manny, que tu pirotecnia se esparza como el fuego y caliente las bondades del amor; el mismo amor con que ha sido hecho este mosaico de historias que has llamado disco.
A los amigos y amigas de Manny les pido que no presten el disco, no lo pirateen, pero recomiéndenlo a todo el mundo y estoy seguro que a quienes se lo recomienden lo agradecerán para siempre porque las buenas experiencias generan gratitud eterna y sobre todo si han sido tallada en el alma con el fuego de un pirómano.
En estos tiempos navideños el corazón se prepara para recibir o dar un buen regalo y un buen disco o buen libro nunca están de más. Para un buen disco “Pirómano de Manny Áudico” y para un buen libro “La Sociedad de la Nada” de Rafael Álvarez de los Santos. Salud por la buena música y la buena lectura.