El alza del petróleo continúa siendo motivo de gran preocupación en el mundo, sobre todo en los países que no lo producen, ocupando primeras planas de todos los diarios, así como también múltiples comentarios en los medios televisivos y radiales.
Ahora bien, esas incertidumbres que se manifiestan en los medios no son más que las resultantes de las consecuencias que consigo llevan para todas las economías esos aumentos y sobre todo para los países pequeños con quienes la naturaleza no ha sido tan pródiga.
Sin embargo, no es ocioso apuntar que a veces se distorsionan los factores que afectan tradicionalmente su cotización en los mercados como son los de carácter geopolítico, así como la oferta, la demanda y el debilitamiento de la moneda norteamericana. Por esa razón precisamente comentaba en el artículo anterior que los precios del llamado “oro negro” han sido afectados en los últimos cuatro años primordialmente por el dólar norteamericano, por ser la moneda de referencia en el mercado mundial.
Un poco de historia
Al concluir la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y otras 41 naciones aliadas se sintieron en la necesidad de poner en marcha un nuevo orden económico, el cual brindaría la estabilidad necesaria para las transacciones comerciales a través de un sistema monetario internacional.
Es este el momento donde nace el acuerdo Brent Woods a mediados del 1944 en New Hampshire, con un patrón oro-divisas y un dominio sólido del dólar norteamericano, debido a que el país del norte poseía más de las dos terceras partes de las reservas de oro del mundo. Fue precisamente bajo ese acuerdo que se determinó que un dólar norteamericano sería equivalente a 35 onzas de oro.
Una de las razones fundamentales que permiten que sea ese dólar y no otra moneda la que se impusiera en el nuevo sistema financiero global fue que los Estados Unidos poseía más de las dos terceras partes de la reservas de oro existente a nivel mundial.
¿Y qué sucedió? Pues sencillamente que la emergente potencia empezó a endeudarse de manera muy veloz, por un lado reconstruyendo a Europa, a fin de abrir nuevos mercados e impulsar el capitalismo con el recién creado Plan Marshall y con la guerra de Corea.
De forma muy astuta, así como brillante, Richard Nixon, uno de los más grandes estrategas de la política estadounidense, rompió el “lazo” dólar-oro, y pasó a lo que le llaman “Fiat Money” o dinero fiduciario que es un mecanismo que se utiliza para fortalecer o debilitar una moneda, de acuerdo a la cantidad de circulante, a la confianza depositada en su economía y al apetito que tienen los distintos gobiernos del mundo como también inversionistas en su moneda; aunque existe otro elemento a considerar como es el caso del Banco Central, que es el encargado de emitir el circulante de acuerdo a lo que crea conveniente a medida que la economía va creciendo y así mantener la liquidez y evitar una deflación. Ello implica que si bien se crea dinero en un ritmo más acelerado que la expansión de la economía, esto nos conduce a una inflación que nos va sumergiendo a nivel global, siendo el factor fundamental del precio del petróleo y sus fluctuaciones.
El precio del petróleo
Si bien es cierto que el crudo se ha sumergido en un alza peligrosa en los últimos dos meses prohijado por factores geopolíticos en el Medio Oriente, primero con la revuelta en Egipto y ahora en el norte de Äfrica con Libia, esta ha sido un alza que ha oscilado entre los 90 a los 113 dólares el barril, para un incremento de aproximadamente un 25 por ciento comparado con los meses anteriores a las situaciones dadas en los países mencionados, no es menos cierto que su disparo tiene más que ver con la crisis global que hizo su presencia a finales del año 2008 y que se mantuvo hasta principios de enero del 2011, elevando el costo del barril de 35 dólares a 90 dólares, para un aumento de un 157 por ciento.
Curiosamente todo ha coincidido con el debilitamiento de la moneda de los Estados Unidos ante el euro y las monedas asiáticas. Si fijamos la atención en las importantes alzas que se han registrado en la factura petrolera desde el 2007 a la fecha, tenemos que concluir en que todas han “coincidido” con el debilitamiento del dólar ante un conjunto de monedas muy específicas como es la de la Comunidad Europea y la de los japoneses; esto es, el euro y el yen.
El petróleo y sus implicaciones
Esta correlación petróleo- dólar se debe a que con una dólar débil, el poder de compra del mismo disminuye, de lo que se desprende que si un productor de cualquier mercancía está vendiendo su producto en dólares y esta moneda pierde su valor en un 100 por ciento, ese productor pedirá un 100 por ciento más por su mercancía. Pero hagamos un ejercicio con el euro, que es la moneda de la Unión Europea y que como tal es la región mayor consumidora del crudo a nivel mundial después de Estados Unidos.
El nivel más bajo a que descendió el año pasado el llamado “oro negro”, tomando como parámetro el dólar, fue de 70 dólares el barril y acontece que exactamente el euro se cotizaba en esos momentos a 1.20 euros por dólar, lo que implica que usted requería de 58.33 euros para recibir un barril del crudo.
Sin embargo, al día de hoy la sesión del NYMEX en la ciudad de New York cerró el barril de petróleo en $109.35, mientras la relación dólar-euro fue de 1.45 dólares, es decir que se necesitarían 75.41 euros para que usted poder disponer de un barril. Si vemos el alza con los valores en dólar norteamericano y tomando en cuenta su punto más bajo en el 2010, estaríamos hablando de que hasta hoy ha sido aproximadamente de un 66 por ciento; más aún, cuando lo convertimos a la moneda de la Comunidad Europea ha sido aproximadamente de un 33 por ciento.
En cuanto al consumo del preciado recurso a nivel mundial, es claro que se ha experimentado un incremento; sin embargo, eso no ha sido un acontecimiento inesperado, sino que por el contrario las expectativas eran de un aumento superior del consumo diario. Una prueba de ello es que de acuerdo a un informe de la Energy Information Agency (EIA), que es la agencia de estadísticas y análisis de energía de Estados Unidos, establece que este año se ha experimentado un proceso inverso a lo ocurrido a finales del 2007, en consideración a que las reservas petroleras en los Estados Unidos se encuentran en estos momentos en sus niveles históricos más altos, pues consigna alrededor de un 90 por ciento de su capacidad de almacenamiento, diferente al año 2007 que se redujo el abastecimiento a casi un 35 por ciento. Otros elementos que nos ofrecen más luz del comportamiento de la demanda son:
1. – Cuando la entrega de un futuro, en este caso de petróleo, cuesta menos en el mes de entrega que lo que costaría en el siguiente y así sucesivamente, creando una escalada alcista. Este comportamiento produce una curva hacia arriba que se conoce como “fenómeno de contango”, que precisamente es lo que esta acontecimiento hoy en día. Como elemento ilustrativo de lo señalado anteriormente tenemos que si el mes de entrega en mayo cuesta 72 centavos menos que el mes de entrega en junio, y el mes de entrega en junio cuesta 65 menos que mes julio, se estaría hablando de que ahí estamos en presencia del conocido fenómeno. Esto regularmente se interpreta como un claro temor a la acentución de la demanda a largo plazo, aunque obviamente nada implica en lo inmediato;
2.- Cuando las reservas Estados Unidos se encuentran actualmente a niveles como nunca conocidos, de donde se deduce que no se está consumiendo lo esperado;
3.- Cuando vemos que la semana pasada las refinerías norteamericanas fueron utilizadas en un 81.4 por ciento de su capacidad de acuerdo al reporte de la EIA, lo que no es usual en el anticipo del verano, ya que para esta época las refinerías utilizan alrededor del 90 por ciento de su capacidad;
4.- Cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera un crecimiento de la economía norteamericana y japonesa de un 2.8% para este año, en vez de un 3 por ciento, y un 1.4 por ciento en vez de un 1.8 respectivamente como habían pronosticado. Estados Unidos y Japón son dos de los tres principales consumidores de petróleo a escala mundial;
6.- Cuando China, que se mantiene ocupando el segundo lugar entre los más grandes consumidores del preciado recurso, se espera que el crecimiento de la demanda disminuya a mediados de este año con relación al 2010 de acuerdo a la firma privada China Petroleum and Chemical Industry Federation.
Visto en perspectivas, cuando entrelazamos todos estos factores, si bien estamos ante un panorama nada alentador de un incremento a largo plazo de la demanda del crudo a nivel global, a fin de cuentas el principal factor de preocupación para países como la República Dominicana en cuestión de factura petrolera será el del componente de la moneda norteamericana. Por lo menos así lo entiendo.
Englewood, New Jersey,
15 de abril, 2011.