Si hay un concepto que está muy relacionado con la distribución equitativa de la riqueza es la descentralización. Descentralizar es ponerle más cerca a la gente las decisiones que les beneficiarán.
Una de las mejores formas de distribuir los recursos que se producen en el país es creando autonomía administrativa en las regiones, de manera tal, que parte de los recursos que se generan en las provincias se redistribuyan en quienes los producen. Todo esto bajo el criterio de que las provincias deben tener la posibilidad de desarrollar su entorno conforme a lo que ellos entienden que son sus prioridades y necesidades.
El desarrollo de proyectos locales de infraestructura, salud, educación, y otros, debeser competencia de los gobiernos municipales; obviamente, en consonancia con los ejes temáticos transversales, definidos en la estrategia de desarrollo que plantea la Constitución de la república; y donde los comités de desarrollo provinciales sean espacios donde graviten y tomen decisiones los sectores productivos, teniendo al Estado como garante del cumplimiento de los planes y la correcta aplicación de los recursos.
Los sectores productivos de cada región deben ser soportes fundamentales en el proceso de descentralización. Los comerciantes y empresarios están llamados a convertirse en los verdaderos generadores de empleos en sus provincias. Es tiempo de dejar descansaral gobierno central en la tarea de ser el gran empleador nacional.
No será posible reducir las desigualdades económicas regionales, si el desarrollo local no involucra procesos participativos, y donde los ciudadanos de cada provincia o municipio no son tomados en cuenta para generar su propia riqueza. Es por ello, que los presupuestos participativos son una herramienta que dentro de la gestión municipal ayudan a la equidad, ya que la misma gente que padece las necesidades tiene posibilidad de expresarse y lograr que sus espacios sean priorizados en las inversiones.
Es innegable que a través de la descentralización se puede generar poder y equidad si se empodera a las personas y si se fortalece su concepto de ciudadanía. Indudablemente, el empoderamiento contribuye a la creación de ciudadanía cuando hacemos a las personas portadoras de derechos civiles, políticos y sociales, y cuando las acercamos a las decisiones que les afectan. Es decir, si los ayudamos a formar parte de los procesos donde se decide su futuro.
Descentralizando se logra transferir y redistribuir la riqueza a una escala en la que es más fácil vincular a las personas en las decisiones locales que le atañen. Al tener las comunidades la capacidad de administrar sus recursos, esto les permite priorizar sus usos, y mediante políticas públicas adecuadas tratar de redistribuirlos de manera equitativa.
Si el poder local es sometido a un real proceso de descentralización, entonces,estaríamos en la antesala de alcanzar grados apropiados de desarrollo humano en términos regionales. Tal como señala el Informe de Desarrollo Humano 2008 del PNUD: "La descentralización que favorece el desarrollo humano será la que permita que las relaciones entre personas gobernadas y gobernantes sean más directas, de manera que las primeras puedan ser más sensibles a las necesidades de las segundas, y las segundas puedan tener en su ámbito inmediato a quién dirigirse con sus demandas sociales, políticas y económicas". Es decir, la fortaleza de los gobiernos locales estará dada por la descentralización, la cual se alimenta de una población empoderada y portadora de ciudadanía.
En síntesis, será difícil reducir las desigualdades económicas y promover el desarrollo humano en las provincias, si la gente no se empodera para aprovechar las oportunidades que se les presentan, y si no se construyen capacidades en los individuos que vayan de la mano con el fortalecimiento del capital social colectivo que normalmente tiende a reducir la exclusión social y a redistribuir la riqueza.