Yo sabía que en este país había muchos tontos, pero no pensaba que eran tantos.
También había comprobado que no era difícil que temas relevantes y de indudable interés para el presente y el futuro de la nación frecuentemente pasaran al olvido por campañas mal montadas, pero no sabía que cualquiera podía lograrlo y con tanta facilidad a la vista de la gran mayoría de los dirigentes políticos, sindicales y sociales.
Y hago esos descubrimientos ahora que la “renegociación del contrato con la Barrick Gold” y la “no explotación de la loma Miranda” han pasado a ser, aparentemente, los dos temas “más importantes” para la movilización de los dominicanos.
Mi asombro es total porque aquí hay tanta gente tonta que no entiende por qué esos temas son la bandera que más hondea actualmente y los verdaderos responsables de aprobar el contrato con Barrick que ahora no quieren, pretenden convertirse en líderes de quienes honestamente creen que se pueden obtener más beneficios para el país con el oro.
Está en el limbo quien no entienda que luego del paquetazo fiscal que está desangrando los bolsillos de la clase media y los pobres de este país, quebrando masivamente hasta los pica-pollos chinos; después que la Suprema Corte de Justicia dio paso libre para que se juzgue a Félix Bautista acusado corrupción; después que la querella de Guillermo Moreno contra el ex presidente Leonel Fernández a quien acusa ante el Ministerio Público de varios delitos, incluido lavado de activos para beneficiar su Fundación Global, está en los trámites preliminares para ir a tribunal, el gobierno necesita colocar un tema que desvíe la atención de todo el mundo para que la ira popular no vaya contra él, sino contra la Barrick y Falcondo, pese a que son precisamente sus socios.
Alguien intenta que el pueblo dominicano se alele mirando hacia la loma Miranda y el contrato de Barrick (ambos aprobados hace años por el Estado), mientras cada vez que la clase media y la gente pobre compra en el supermercado o usa el teléfono tiene que pagar un incremento de ITBIS que va arruinando la calidad de vida porque los asalariados siguen recibiendo el mismo sueldo, si es que no ha perdido el empleo.
Las siete semanas consecutivas de aumento de todos los combustibles se pasan por debajo de los titulares de prensa y el debate nacional porque alguien tiene a medio país reclamando revisión de contrato para Barrick y oposición a extraer ferroníquel de la superficie de loma Miranda.
El gobierno queda en la desnudez cuando utiliza o permite que un “patriota” como Abel Martínez, presidente de la Cámara de Diputados, amenace públicamente de que hará renegociar el convenio “porque han cambiado las condiciones” que había cuando él y sus amigos lo aprobaron (unos por comisión y otros por omisión) en 2009 para una explotación de 25 años, al vapor, sin leerlo y por apabullante mayoría por orientación de los dos jefes de los tres principales partidos políticos y sus respectivos bucaneros.
¿Y qué Estado en cualquier parte del mundo le dice a una minera extranjera que se instale, le aprueba un contrato en el Congreso Nacional sin leerlo, ella invierte 3,700 millones de dólares para construir la infraestructura de una mina estatal que fue un desastre económico y ambiental y cuando esa empresa va a producir, entonces le grita: ¡Alto ahí! Cambiaron las condiciones; tenemos que renegociar?
Me gustaría conocer de dónde puede sacar el Estado dominicano el doble de la inversión que ha hecho Barrick (más de 7,000 millones de dólares) para pedir una anulación del contrato en forma amigable o ante una Corte Internacional.
Si los tribunales condenaran a todos los corruptos de este país y el Estado recuperara este año 10,000 millones de dólares y rescindiera el contrato con Barrick, ¿qué haría con los minerales que están bajo tierra aun?
¿Establecería la Rosario Parte II para convertirla nuevamente en otro foco de corrupción, un negocio de pérdidas y otro desastre ambiental dirigido por otro Héroe Nacional?
¿Acaso llamaría a una licitación internacional como prevé el Acuerdo de Libre Comercio para entregar la mina a otra multinacional? ¿Qué otra minera se arriesgaría a hacer negocios con un Estado que no respeta derechos y quiere asaltar como un ladrón en calle oscura?
Quisiera que alguien me convenza de que el patriota Abel Martínez y todos los diputados y senadores que aprobaron el contrato de Barrick sin leerlo tienen moral para ahora presentarse como los abanderados de la defensa del interés nacional.
¡Qué bonito se oye en la boca del diputado Abel Martínez pedir la vulneración del derecho de una empresa que ha cumplido todas sus obligaciones del contrato que esos mismos legisladores aprobaron sin leer, mientras él mantiene cerca de 700 millones de pesos en el Presupuesto General del Estado para dárselo como “barrilito” a los diputados y senadores para que compren simpatías electorales!
Si fuera posible renegociar el contrato de Barrick, quienes menos pueden hacerlo son precisamente los diputados y senadores que lo aprobaron sin leer como ellos mismos admiten, porque su trabajo debía ser legislar con responsabilidad sin delegar sus funciones, pero lo que hacen es ser sello gomígrafo de lo que mandan sus jefes políticos.
Si la consigna de este país es que se revise el contrato de Barrick y los derechos de Falcondo en loma Miranda, el pueblo dominicano no puede aceptar que los líderes de esa lucha sean precisamente quienes aprueban convenios sin leer. Por el contrario, como paso previo para garantizar una revisión honesta, responsable y patriótica de ese acuerdo, esos legisladores deben renunciar en pleno porque actuaron en forma irresponsable y ellos lo están admitiendo al considerar leonino precisamente lo que ellos consideraron bueno y válido.
No fue Barrick la que aprobó el contrato para operar la mina de Pueblo Viejo, fueron esos mismos diputados y senadores, por lo tanto la revisión implica su renuncia porque nadie tiene garantía de que ellos ya aprendieron a leer. La historia ha demostrado que con muy honrosas excepciones, esos diputados son unos levanta manos para hacer mayoría al grito de ¡Voten honorables! que hizo famoso a Abel Martínez para impedir la discusión del Presupuesto aunque su partido tenía mayoría indiscutida.
Si quienes luchan sinceramente por el interés nacional se siguen dejando torear de los diputados que hicieron el tollo, los mismos que quieren que los corruptos no sean juzgados y que la protesta no vaya contra quien se la merece sino contra inversionistas extranjeros, entonces comprendo por qué este país está en la ruina y la esperanza en la boca de un burro por el simplismo del pensamiento de los políticos.
A mí no me gustaría que me cambien la película. Sigamos hablando de justicia para quienes se acusa de corrupción, por ahora no me digan que el Congreso Nacional y el Gobierno regalaron el oro y ¡ellos mismos! quieren “recuperarlo”.
Si estoy equivocado… siéntense a esperar la revisión del contrato de Barrick y la anulación de la extracción de níquel en Miranda que eso no será cosa de ahora y el gobierno lo sabe perfectamente.
Si alguien me llama entreguista al capital extranjero por mi forma de pensar, al menos no se trata de Figueroa Agosto o de Arturo del Tiempo Marqués que tenía a sus líderes de socio, no a mí.