Harry S. Truman fue el presidente en los momentos en que ocurre la historia de mafias-el presidente de la posguerra y de la Guerra Fría-.
La trama del filme comienza, como en la novela, con Américo Bonasera, que se lamenta por la desgracia que le ha ocurrido a su hija: un par de jóvenes la golpearon y le destrozaron su bello rostro. Bonasera le dice a su mujer que solo Don Vito Corleone, jefe de la Familia Corleone les hará justicia.
La historia de mafias montadas por inmigrantes alemanes, irlandeses e italianos en USA se debió gracias a que se generó en tierra fértil norteamericana con dos acontecimientos históricos en el siglo XIX únicos en la historia de la humanidad: la apropiación de territorios mexicanos, los actuales Utah, Nevada, California, New México y Arizona, y la Guerra Civil, que vino a fortalecer las inversiones públicas calculadas en 15 mil millones de dólares beneficiando a banqueros, industriales y aventureros de toda índole, es decir a los amos de todo lo que se movía dentro y fuera de USA.
Los precursores de la mafia, el llamado bajo mundo, se inicia con la protección policial y bandas armadas contra los primeros obreros ferroviarios norteamericanos que hicieron huelgas: eran golpeados hasta desfigurarles (en el mejor de los casos) o yacían muertos o desaparecidos. Varios filmes retratan esa realidad.
Ver los tres filmes uno detrás del otro, como si fuera una miniserie, da para varias analogías sobre la realidad social dominicana. Igual que en la mafia, el Poder omnímodo acostumbra a apadrinar con favores a cambio de favores futuros. Que si no responde ofreciendo ayuda política y policial, la sociedad comienza a sufrir todo tipo de atentados.
Hoy, en RD, se conoce grandes casos de corrupción debido a que se lleva en cortes norteamericanas que señalan a quién condenar y a quién no. Pues bien, los filmes se alejan de toda cuestión maniquea, sobre todo se ve las transformaciones de los personajes, principalmente al del héroe de guerra que termina dirigiendo la cúpula de la mafia. ¿Símil a los presidentes veteranos de guerra?.
Y, sobre todo, están sus magníficas transiciones temporales con montaje basado en fundidos y fade, así como cortes de enlaces narrativos entre escenas del bajo mundo y las altas esferas de la sociedad norteamericana. La música atrae hacia los personajes y algunas melodías se adicionan como leitmotiv dentro de la narrativa. No hubo que inventar mucho para construir esa narrativa, apenas tenían que mirar hacia el espejo.