La Academia Sueca, aún con los premios más “científicos¨ como los de física, química y fisiología (medicina) muestra una intención política. Y qué decir de los premios de economía. Y para muestra, los premios de 2015.

Mientras llega el descubridor de la “cura del cáncer”, la Academia premia a tres investigadores de una enfermedad “tropical” asociada con los pobres: la malaria. Los galardonados en Medicina están asociados con las investigaciones básicas de identificar las bacterias generadoras de esta enfermedad, a los investigadores: William Campbell, Satoshi Omura y Youyou Tu. Esta última de la República Popular China.

Este premio contrasta con el de Química, otorgado por las investigaciones en las reparaciones mecánicas del DNA, a los investigadores: Tomas Lindahl,  Paul Modrich y Aziz Sancar.  Y contrasta con el de Física, otorgado por el descubrimiento de las oscilaciones de los neutrinos, que nos lleva a concluir que los mismos tienen masas, a los teóricos Takaaki Kajita y Arthur MacDonald.

Pero está de acuerdo con el de economía, el último en ser anunciado: Angus Deaton, de la Universidad de Princeton. Un poco conocido para los del patio y de nuevo, un no-economista, porque proviene de las matemáticas y convertido a economista heterodoxo pero confeso keynesiano.

Su mérito: el estudio de la pobreza. Es el diseñador de los estudios del consumo y a partir de ahí, los estudios de las Encuestas Familiares. Ha sido un entusiasta de los métodos “fáciles”, algo extraño en las complejas tendencias matematizantes actuales.

Pero en el mundo español se le conoce por escribir un ensayo para El País en 2012 en contra de la austeridad, en medio del gobierno de Rajoy, “La vida en los tiempos de la austeridad” (Disponible en el siguiente enlace: http://economia.elpais.com/economia/2015/10/12/actualidad/1444648432_529363.html ) y que aparece como la primera voz autorizada en contra de la política recesionista de la doctrina Merkel y la Unión europea.

El maestro Deaton decía en su ya famoso artículo: “Con la austeridad se reducen los ingresos, se recortan los beneficios y se destruyen empleos. Aunque confiamos en que estos programas den resultado pronto y la economía vuelva cuanto antes a la normalidad, no tenemos ninguna garantía al respecto, y es posible que nos esperen muchos años de pérdidas de ingresos y de más desempleo. El nivel de vida es más bajo de lo que sería en otras circunstancias, y algunas de las personas que pierden sus trabajos podrían tener problemas para encontrar otro, tal vez incluso durante el resto de su vida activa. También los jóvenes que acceden por vez primera al mercado laboral están en peligro, y pierden no solo los ingresos que les corresponderían, sino una experiencia de trabajo inestimable para sus futuras carreras profesionales. Y habrá quienes tengan más difícil acceder al colegio y a la universidad, viendo así comprometido su porvenir.”

“Estas son las cosas que preocupan a los economistas cuando meditan sobre la austeridad o sobre los retrocesos que supone. Y está bien que sea así, porque el descenso de los ingresos y el aumento del desempleo traen privaciones y desesperación a muchas vidas.”

"Angus Deaton es el Obi-Wan Kenobi de la Economía", tuiteó Amitabah Chandra, de la Universidad de Harvard, en referencia al sabio maestro de las películas de "Star Wars".

A mis alumnos de “Indicadores Sociales”, apunten a un nuevo autor que complementó a Piketty con su teoría en “El Gran Escape” de porqué en los últimos 250 años se generó la acumulación de pobreza y de creación de la pobreza.