Los problemas que tenemos no son pocos. Pongo una canción de Empire, y luego me pregunto: podrá solucionarse todo? Es cierto que el 2022 ya está comprometido? La canción está clara: el futuro está aquí.

En otro disco se dice algo totalmente diferente. “El tiempo es ahora”. Me refiero a Róisín Murphy quien tiene un videíto mandado a hacer. Lo filmaron de manera espectacular. Lo que más me impresiona es su entrada en el restaurant.

Entra con gran algarabía o con poca algarabía? Bueno, hay que verlo: los ciudadanos que están allí, están quiet, quietos, no inmóviles, pero sí tienen la calma necesaria como para que Murphy cante su canción. Uno la espera en su mejor función: el baile que se desata pocos minutos después.

Tiene todo el dominio de sí como para entonar la canción necesaria, y dejarnos asombrados con la ropa que viste. Como dice su biografía, ella misma hace su vestimenta. Aunque esto es relativo: que sea modista no quiere decir que no recurra a otros para vestirse. En el otro caso, me refiero a Empire of the Sun, y su video ADN, ahora más que hablamos del “mensajero”.

Todo sucede para que se cumpla la canción. Las letras marcan la tendencia de lo que sucederá. Entran a un supermercado y se apoderan de bienes para hacer una fiesta en la piscina. La policía los apresa. No están felices con el asunto. Antes, Luke se ha metido en el agua. Ha podido lanzarse a la piscina para que todo cobre sentido. En una esquina vemos el barbeque y la gente de la Nueva Era.

En el caso de Roisin, podemos decir que estamos ante un espectáculo. La bella mujer nos dice cómo actúa (la conocemos desde Moloko), pero tiene claro que lo que nos dice es para tenerlo en alguna antología de sus cidis. Ha sacado su último disco, y podemos decir que es espectacular. Esta vestida de plástico en el restaurant y el niño la mira de manera incesante. No se trata de una averiguación filosófica ahora, sino de entender su baile. Su canción –la última–, si nos conduce a la apreciación filosófica. “The time is now” es otra canción de Murphy que está escrita para entender su postura estética, tal y como en Murphy’s Law.

Está claro que Murphy lo ha comprendido todo. Se trata del tiempo, como dice su canción, algo así como lo que decía Heráclito: “lo constante es el cambio”. Ha comprendido cuál es su misión en el último disco que nos ha lanzado. Ahora hay que esperar porque se sabe bien que Murphy es superproductiva. Sus canciones son celebradas en todas partes. En el caso de DNA, algunos auguran nuevas producciones. Es entendible la noticia que escuchamos recién: que en Australia han encontrado una manera de vivir con la pandemia. Otras teorías ruedan hasta convertirse en coto espiado por miles de internautas.

Róisín no tiene nada que ver con New Order, pero hay que entenderlo: no se trata de Real Life y su fijación en las letras en la aventura fílmica. Todo lo que ocurre es una interpretación que corre el albur de ser antojadiza. El tiempo pasa, como diría el filósofo. En el caso de la canción de Murphy podemos decir que ha logrado quedarse en la apreciación de sus fans.

En el caso de Empire hay que tener cuidado. En DNA se da una misión que puede ser interpretada de acuerdo a viejos silogismos, muy de moda ahora. Las teorías nos dicen de todo: todo puede convertirse en agua. No es lo que se pide: la interpretación se hace de manera casuística, para comprenderlo todo. Es una misión antigua como se da en Way to Go, pero más primigenia. Esos viejos intérpretes nos han dicho otras versiones.

Lo anterior es anterior: se nos dice ahora que DNA tiene tantos viewers que parece inaudito. Lo cierto es que hay que entenderlo. Lo que ocurre con New Order es otro asunto, mas colindante con los deberes ciudadanos. Sin embargo, la chica –Victoria Bergsman–, nunca termina apresada. Es la visión de Michael H. Shamberg. Se dirige a su casa y allí baila de manera desenfadada, de manera deconstructivista, como si la estuviéramos observando, ella que ha entrado en esta tienda de discos y se ha llevado uno, Temptation. Es la vieja petición que se hace para comprenderlo todo, al menos ahora, en la retrospectiva.