Alguien muy ocurrente escribió por ahí que la mejor vacuna para la terrible patología, la habían diseñado los arquitectos… y era la casa. Recalcando debajo el concepto que se ha vuelto más viral en estos tiempos: Quédate en casa.
Ahora lo fundamental es conservar la salud y permanecer en nuestra morada es lo mejor para ello, pero los que logren salir sin perjuicio de esta dura prueba que nos ha deparado el destino, que ojalá podamos ser todos, cuando tengamos la libertad para abrir las puertas de nuestro hábitat, nos encontraremos con una economía maltrecha, y con mil problemas por resolver, entre ellos los laborales.
Próximamente tendremos elecciones, de las cuales saldrá elegido un nuevo gobernante que deberá tomar las premisas para vivir en esta nueva era, el mundo luego de esta pandemia definitivamente va a cambiar y nuestro país y su gente, no pueden ser antípodas y quedarse siendo parte de la excepción para estas transformaciones, todas las personas tendremos que adaptarnos a hábitos distintos, y el nuevo gobierno tendrá que mirar desde una perspectiva diferente la praxis social de sus ejecutorias. En una economía maltrecha obligatoriamente se tienen que reducir los gastos y se debe gobernar fuera del boato y no para grupos selectos, verdaderamente debe ser para todos, y no solo la asistencia social para los sectores más depauperados será imprescindible, también debe existir una política de creación de fuentes de trabajo más inclusiva como nunca antes se ha realizado, donde obviamente tiene que estar incluido el sector profesional. Cabe recordar que hasta hace muy poco un sin número de empresas habían solicitado a la Secretaria de trabajo la cancelación de contrato a más de cuatrocientos mil personas, y todos los días va in crescendo.
El nuevo gobierno que vendrá deberá tener una gran capacidad de resiliencia, la vida post Covid 19 exigirá muchos retos, pero también será una gran oportunidad para romper con los estereotipos y viejos paradigmas de los anteriores, sentando las bases para un gran comienzo donde todo se realice como verdaderamente debe ser aplicado en una democracia verdadera, donde la justicia social prime por encima de los intereses y favoritismos.
Edificaciones, o intervenciones de la ciudad con soluciones mucho mejores, y no necesariamente con precios más altos podrá tener el país con concursos para el diseño de obras donde solo los profesionales de la arquitectura puedan participar, y se realicen con condiciones flexibles para que los arquitectos dominicanos sin ninguna excepción puedan tener la oportunidad de ganarlos
Actualmente soy el Presidente de la Sociedad de arquitectos de la República Dominicana, y obviamente quisiera pudiera conseguirse lo mejor para mi gremio, ojala mientras escribo se haya podido insertar el nuestro en el plan Fase de este gobierno, como prácticamente todas las asociaciones que tienen que ver con la construcción han pedido, y también más adelante en otros, si se realizan en el gobierno que vendrá, sé que no es fácil complacer a todos, pero no obstante todos los inconvenientes que tenemos y tendremos, definitivamente el país tendrá que seguir hacia adelante, se deberán continuar haciendo inversiones y las obras del gobierno tendrán que seguir realizándose, sobre todo las inversiones en pro de la salud comunitaria, pero indefectiblemente tienen que haber otros criterios para la ejecución de las mismas.
Nuestra entidad recientemente fue de los auspiciadores de un conversatorio internacional, on line realizado por el canal Contract de empresas españolas, dirigidas por mi dilecto amigo David Cámara, allí participaron fabricantes de productos de la construcción, profesionales de la arquitectura y el diseño interior de Europa, Latinoamérica, Estados Unidos y el Caribe, y se planteó ¿Cómo abordar el presente y el futuro del sector ante la crisis? Se hicieron preguntas como esta: ¿Estamos diseñando lo que la gente consume o lo que la gente necesita? y reflexiones muy inteligentes: ‘’Debemos ofrecer soluciones más integrales y flexibles, desde la perspectiva macro a la micro. ‘’Deberíamos empezar a pensar si las ciudades y los edificios resuelven las necesidades de sus usuarios’’. ‘’De ahora en adelante debemos diseñar y pensar espacios renovables más flexibles y adaptables, incorporar un grado más de adaptabilidad a lo que hacemos’’. ‘’Se van a demandar materiales que no alberguen bacterias’’ ‘’Se van a implantar procesos de higiene para entrar en edificios públicos, centros comerciales, estaciones de tren’’ ‘’En la arquitectura estamos volviendo a lo esencial, a repensar en la función de las puertas, de las ventanas, de los balcones… A partir de ahora vamos a poder hablar de arquitectura con todo el mundo, porque tras esta experiencia, todos sabrán qué quieren y qué buscan’’ ‘’La solución arquitectónica no es solo la respuesta, es un asunto de volver a la parte personal de cada uno. Es un momento excelente para la creatividad. La distancia va a ser uno de los factores que vamos a tener que manejar. Y también la calidad del producto que brindas’’
Basado en estas consideraciones se puede notar que diseñar y construir no podrá hacerse a la ligera, tampoco las intervenciones urbanísticas, todo deberá ser replanteado y cualquier solución a tomar tendrá que ser muy bien pensada. Se deberá hacer una arquitectura verdaderamente sostenible y necesariamente habrá que rediseñar los espacios de las ciudades, por ello el nuevo gobierno que surja tiene el compromiso de crear una política al respecto. Me voy a permitir externar una sugerencia que podría cambiar una mala práctica y a la vez crear oportunidades para nuestra clase:
Los concursos para realización de obras no deben juntar en el mismo paquete el diseño y la construcción, esto debe desligarse. Cada uno debe enrumbarse por derroteros diferentes. Con este procedimiento que ya tiene varios años ejecutándose, solo compañías muy grandes son las beneficiarias, el precio final es lo fundamental y se toma menos en cuenta la calidad del diseño de la infraestructura.
Edificaciones, o intervenciones de la ciudad con soluciones mucho mejores, y no necesariamente con precios más altos podrá tener el país con concursos para el diseño de obras donde solo los profesionales de la arquitectura puedan participar, y se realicen con condiciones flexibles para que los arquitectos dominicanos sin ninguna excepción puedan tener la oportunidad de ganarlos. Esto también cabría no solo para la construcción de edificios nuevos, sino también para cualquier diseño de remodelación o configuración espacial urbana a realizarse, que tendrá que hacerse con ideas adaptadas a los tiempos post pandemia, y tan importante como todo esto dicho anteriormente es que estos concursos deberán realizarse con un jurado de arquitectos calificados y notables.
Una gran responsabilidad pesa sobre los hombros de quien asuma el solio presidencial próximamente, todas las miradas estarán puestas en sus ejecutorias.