Me apenan los cobardes

y los ingratos, porque están

condenados a vivir en la

mediocridad.-

Desde que el Mundo es Mundo y tenemos conocimiento, siempre han existido las tramas y las mentes perversas, que manipulan cual si fuesen marionetas, a todos los que las llevaran a cabo. Muchas de estas, que damos como ciertas y valederas, quizás solo hayan sido producto de fábulas y cuentos, producto por igual, de personas interesadas en hacer creer las mismas con fines que al inicio solo ellos conocen. Por eso, y sin traer por los pelos a Oscar Wilde, cuando escribió que: “Cuando los banqueros se sientan a cenar, hablan de Arte, y cuando los artistas se sientan a cenar, hablan de dinero”, cual símil muy semejante a cuando se reúnen políticos usureros de la política y el tigueraje de nuevo cuño, subido de los arrabales y cantonales hediondos de las más famosas cañadas del país, que cuando se reúnen, solo se habla de componendas para asaltar las instituciones del Estado, en tanto otros –muy pocos-, se desgañotan frente a las paredes de la Helépodis en la cual se han refugiado las mentes más insensatas de la política, con la única finalidad de asaltar el erario, eso,  solamente para eso.

Pero todos los tiempos, siempre han experimentado el surgir de personajes perversos, que han copado la historia dominicana desde sus inicios. Y hoy, precisamente estos tiempos, no han estado exentos, con la diferencia de que no es solo un Mussolini; un Hitler o un Trujillo. Ha sido una combinación maldita de maldad, sadismo, indolencia, corrupción y vandalismo, encabezados por una mente que al parecer, ha heredado todas las cosas malas que señalan su lugar de origen. Me parece, que ha sido formada una de las mentes más tenebrosa e insensata en toda nuestra historia. Ha sido el arquitecto e ingeniero constructor de una gran muralla apestosa, blindada y hasta ahora impune, que tras las gruesas paredes de su heliocentrismo, han logrado que todos los demás intereses, incluyendo al Estado completo, giren a su alrededor.

Es por eso, que en ocasiones, se me dispara más allá de lo debido, la idiotez, y es cuando cuestiono a nuestros historiadores, que nos hablan de un pueblo heroico y valiente  pero, ¿Dónde está? ¿Dónde? Si es que en la llamada época moderna, a la hora que se ha necesitado de esa cualidad, la misma ha brillado por su ausencia.

Porqué, si esa valentía, al decir, ha sido consustancial con nosotros, hoy no hace acto de presencia y más bien, en vez de coraje, lo que nos domina es el estómago y es el mayor descubrimiento que han llevado a cabo los políticos. ¿Será que tendremos que poner en dudas o rechazar toda esa historia teórica que hasta hoy nos han enseñado?

Estamos en unos momentos de duda total, entre cual es peor, si el coronavirus o la pandemia política. El gobierno dice que han introducido al mercado cientos de miles de millones de dólares para estabilizar el mismo, pero, no dicen quienes han sido los beneficiarios o quizás, por igual, ¿son los mismos que acaparan los que están en las calles? y el vocero que no es médico, pero juega a las escondidas con las cifras, como parte fundamental del plan maquiavélico de la burda política electoral. Los pordioseros, que son distinguidos u honorables, no son manejados por el estómago pero, el olor y color del dinero los hace parecer una veleta, en tanto, el dueño de la más próspera compañía de aviación en el mundo, le sobra el dinero, no solo para la campaña, sino, que por demás, se comporta como el jefe de Estado. En tanto, este pueblo, duerme, llora, o se postra como el 2 o la Z. ¡Sí señor!