La reciente e histórica resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la protección a la familia, marca uno de los capítulos más interesantes sobre el debate de los valores familiares tradicionales en los que se han desenvuelto las sociedades del mundo desde los inicios de su historia.

Nadie duda de los esfuerzos realizados por los Estados Unidos (la administración de Obama) así como de sus países aliados en el tema como Inglaterra, Alemania, Italia y otros, algunos de ellos otrora bastiones del protestantismo (como es el caso de Alemania) y de las ideas puritanas, del esfuerzo que hicieron para bloquear la resolución.

Esa lucha álgida por imponer a las sociedades del mundo un modelo familiar basado en familias monoparentales y parejas de un mismo sexo, se ha convertido en un tema preferido y a veces hasta en extremo impuesto por la administración de Barack Obama en la agenda mundial, ha provocado que otros temas importantes hayan sido relegados.

A esa minoría no le ha convenido que sea punto de lanza de una política exterior errónea y que ha fracasado en los foros internacionales.  La discusión sobre el tema lo han festinado los mismos intolerantes de esa minoría con pretensiones hegemómicas

Obama ha convertido la lucha que era caracterizada por los  bloques políticos definidos propios de la época post guerra fría, en una política exterior que parece una “cruzada ideológica y moral”  a favor de una minoría como los LGTB.

Dudamos que su lucha sea sincera. Creemos que esta minoría ha sido usada por el presidente estadounidense como uno de los puntos de su objetivo político.  Sin embargo vemos cómo su popularidad ha caído estrepitosamente constituyéndose en uno de los gobiernos norteamericanos peor valorados.

En ocasiones se nos acusa de que los religiosos no tienen otro tema que discutir, no obstante vemos que tanto Obama como sus diplomáticos (algunos porque hay muchísimos que no están de acuerdo) tienen un laborantismo lobbista a nivel internacional que es incansable.

Los que parecen monotemáticos son Obama y sus aliados internacionales.  El mundo estuvo quieto con el tema al menos en los foros mundiales pero parece que el tema de la imposición de los derechos de los homosexuales, será el inicio de una larga batalla que sustituirá los grandes temas políticos.

Paradójicamente, Rusia le ha endilgado a los Estados Unidos (administración presidencial actual) que habían abandonado a su Dios.  La otrora Rusia atea y de ideales avanzados y progresistas, en estos momentos los grupos afectos a la lucha gay le endilga el mote de país retrasado.

Al parecer estos grupos con la intolerancia que les caracteriza y mote con el que endilgan a cualquiera que no esté de acuerdo a sus propósitos, tienen ahora la potestad de esgrimirse en jueces de lo que es junto o moral o lo que es “avanzado”.

A esa minoría no le ha convenido que sea punto de lanza de una política exterior errónea y que ha fracasado en los foros internacionales.  La discusión sobre el tema lo han festinado los mismos intolerantes de esa minoría con pretensiones hegemómicas.