Cuando el presidente Joe Biden ganó la Presidencia de los Estados Unidos publiqué un artículo en este diario titulado: El multilateralismo está de regreso. La reciente Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Andorra, cumbre número XXVII, apunta en esa dirección.

Los efectos pospandemia generan crisis económicas, sociales y políticas. El aumento de la pobreza en América Latina seguirá creciendo en la región más desigual del mundo.  La pérdida de empleos, malas gerencias políticas, los casos de vacunagate; son un rosario Covid y los pueblos castigaran en las urnas, los errores políticos, porque tendremos 23 elecciones a diferentes niveles hasta el 2024 en la región.

Pasará una década antes de que la economía con irrupción disruptiva, apertura de la economía digital, pueda generar los recursos humanos competentes para enrumbar la economía hacia un crecimiento sostenible, en nuestros países. La distancia es tan amplia, que los Estados Unidos está produciendo -ahora mismo- hidrógeno en Martes, para aclimatar la especie humana en un escenario del año 2050.

Los grandes ganadores de la crisis son las empresas de alta tecnología, capaz de investigar y desarrollar la vacuna contra el Covid-19, también lo que fueron capaz de satisfacer las demandas en mercados cerrados, desarrollando tiendas virtuales.  No podemos perder de vista, el ascendente apoyo de moneda digital como el Bitcoin, entendida como: Un código abierto en redes, para transar bienes y servicios en una economía global, por lo tanto, la criptomoneda como sistema de pago, es una realidad.

 Esto ocurre mienta nuestros rudimentarios países siguen cargando con problemas de más de cien años, como por ejemplo tener agua potable y altos índices de pobreza extrema.

El presidente Luis Abinader, asumió la presidencia pro tempore de la Cumbre Iberoamericana, es el nuevo responsable de producir consensos acerca de las medias más efectivas, para buscar soluciones multilaterales; para enfrentar los efectos de la pandemia.

Sin pérdida de tiempo el presidente Abinader convocó a los ministros de Economía y Hacienda iberoamericanos a una reunión de urgencia en Santo Domingo, es una buena señal. En el caso nuestro país la deuda se colocó en un 70% del PBI, estrechando el manejo de la economía y la inversión para el desarrollo. El presidente dijo en España que unos diez mil empleos no se recuperan.

Es evidente que la agenda multilateral debe estar definida por el esfuerzo, reclamando la ruptura del monopolio de las vacunas que controlan las grandes economías.  La instalación de un Fondo de Recuperación Económica Multilateral Covid-19, para reactivar las inversiones.  El tránsito hacia un mayor acceso de las tecnologías competitivas como la 5G.  Es necesario prestar atención al cambio climático, produciendo mejores controles contra las amenazas estratégica del planeta.

Es importante contemplar en la agenda el tema de la educación, los nuevos retos y el impacto de la pandemia. La movilidad y apertura de los mercados laborales en el tema sanitario; enfocado en investigación, porque no solo debemos aprender de lo que nos pasó, sino también, poder prevenir lo que no viene.

La cumbe multilateral quedaría corta, si en su conclusión final no declara el Internet como un derecho humano, para procurar transferencias de tecnologías, soberanía digital y principio de neutralidad digital como expresión de la nueva modernidad postpandemia.  Es necesario que América Latina asuma esta agenda de cara a la Asamblea General de la ONU del próximo octubre.

Ante el ADN autoritario como componente político que tiene la región, es necesario vacunarnos contra este virus, es necesario fortalecer los sistemas democráticos, sus instituciones, ratificando nuestro compromiso con la democracia, la participación y la inclusión.

Pasar de la retórica a la acción, de la tradición a la innovación, de la improvisación a la prevención, romper los paradigmas glocales, para cambiar los paradigmas globales, con una agenda común multilateral podremos todos juntos superar la crisis. Santo Domingo, capital diplomática Latinoamericana.